Atte. Anónimo ✔

Capitulo 13 : Querido Lou

Ni una lagrima caía por mis mejillas, aun seguía impactada y no sabía como reaccionar, mi pecho dolía muy fuerte, dentro de mi el llanto y los gritos quedaban atascados en mi garganta, por fuera no demostraba nada. tenía un nudo inmenso que no podía desatar. Me llene de dolor e impotencia, quería acabar con todo lo que estuviera cerca, romper todo lo que se cruzara por mi camino. Por otro lado Clint no dejaba de llorar, sus ojos se veían completamente rojos, agarraba su cabeza con sus manos, me desesperaba no poder ayudarlo

¿Todo era mi culpa otra vez?

Sam, la novia de Lou no paraba de llorar y golpear su cabeza contra la pared, no había nadie que pudiera controlarla, esto le hacia mal al bebe. El hospital se había formado en una reunión de llantos sin cesar mientras yo seguía pareciendo una insensible y no es que lo fuera , seguía impactada, en shock.

Katherine llego al hospital, esta vez sin Rayan. Lou y ella no tenían algún tipo de relación, creo que nunca se saludaron si quiera.

—Lo siento mucho Ashley —me abrazó y comencé a llorar por fin

Es muy común en mi hacerme la fuerte y cuando alguien me abraza... un mar de lagrimas llegan a mis ojos, es como liberar todo lo que llevas dentro.

Ahora si había caído en la realidad, nunca más volvería a ver a mi amigo de toda la vida , al chico que me protegía siempre y me sacaba una sonrisa todos los días. Estábamos algo distanciados pero eso no hacía que lo dejara de querer, el era muy especial para mi.

Él era una buena persona, siempre estaba para todos sin pedir nada a cambio, él siempre quería que los que lo rodeábamos fueran felices y hacia todo para lograrlo. Además, pensaba en su novia , en su futuro hijo.

Como haría una chica de diecisiete años para tener a un hijo sola, y ese niño, al igual que yo iba a crecer sin su padre, puedo imaginar lo mal que se sentía. Al rededor de las nueve, los familiares comenzaron a dirigirse al funeral. Mis ojos ardían cada vez más, me estaba ahogando.

—Ashley si quieres podemos ir a buscar abrigo a tu casa y luego te llevó al funeral —dice Clint por lo bajo, secando sus lagrimas

—No iré, quiero descansar —dije

—Ve por favor, a Lou le gustaría que estuvieras ahí.

—¡Lou ya no esta! —le grité.

Clint rompió en llanto otra vez y se largo a caminar rumbo a la salida, corrí detrás del y lo tome suavemente de un brazo.

—Lo siento —me disculpé —esta bien , iré.

Fuimos hasta mi casa, en el camino ni si quiera cruzamos miradas.

—Linda habitación —dijo rompiendo el silencio.

Él estaba un poco más tranquilo, obviamente no estaba bien se le notaba en su mirada y en su forma de actuar.

Mi habitación no era muy grande, era cómoda. Tenia una gran ventana que casi ocupaba toda la pared tenía una linda vista, solo que últimamente preferiría que la quitaran de allí.

Deje a Clint solo en mi habitación por unos minutos, había ido a cambiarme.

Cuando regresé estaba llorando nuevamente, lo cual también me hizo llorar a mi. Me paré frente a él, mirándolo fijamente, él hizo lo mismo, me tomó por la cintura, sus ojos me partían el alma, me acerque más a él para abrazarlo cuando accidentalmente nuestros labios se rozaron, me aparté y coloque mi cabeza en su hombro. Había sido una situación demasiado extraña, pero era lo menos importante ahora

—Quiero ir a la casa de Lou, tenemos que investigar quien lo mat —interrumpí

—No, de eso se encargara la policía —dije

—¡No! Nosotros iremos —dijo convencido.

Y esa, era una de las extrañas actitudes que el tenía últimamente, tomé mi abrigo y caminamos a la salida, luego subimos a la camioneta y no tardó en ponerse en marcha

Lou vivía en un departamento muy pequeño solo, cuando sus padres se enteraron que estaba esperando un hijo de su novia le pidieron que se vaya a vivir con ella pero los padres de la chica no se lo permitieron así que él se quedo solo.

Para ser el departamento de un chico solo estaba bastante ordenado. El charco de sangre aun seguía en el suelo, era algo impactante.

Clint comenzó a revisar en los cajones de Lou mientras yo su armario.

—¡Oye! encontré algo —grito Clint mientras daba vuelta un cajón lleno de papeles blancos.

Quede impactada, mis ojos se abrieron brutalmente cuando vi que en las manos de Clint se encontraban las cartas que me enviaba Atte: Anónimo