Cuarenta y uno

3.7K 294 22
                                    

"Celos"

Ante el agotamiento físico de Noah y mi colapso emocional decidí preparar la cena cuanto antes. Noah fue el único que se permitió probar bocado. Yo solo hice compañía a su lado. Mi estómago estaba cerrado y todo era a causa de Harry.

Desde que abandonó el apartamento mi idea se centró en dormir con mi hijo en su cama individual. Queriendo así deshacerme del vacío que había dejado Harry en mi. Pero no fue lo que esperaba, pronto me di cuenta de que no podía dejar de llorar. 

Con la excusa de "no pegarle la enfermedad"  salí del cuarto de Noah. Quien por su parte no dejaba de preguntar por Harry y me cuestionaba a cada minuto como era posible que un resfriado me hiciera llorar. Solo trataba de parar en algún momento pero me fue imposible.

Cuando abandoné el cuarto de Noah, eran las diez de la noche. Harry no mostraba rastro aun, dos horas después yo seguía aquí dando vueltas en la cama, y suspirando debido al llanto que me había atacado hace unos minutos atrás. Ya ni siquiera sabía por qué motivo en especial lloraba. Simplemente algo dolía en mí, una extraña sensación que esperaba no apareciera nunca más.

Tiempo después  el sonido de la puerta de entrada me puso en alerta. Sabia que era él. Solo hay dos copias de la llave, una que posee él y otra que me pertenece a mí, obviamente.

Al sentir como ingresa en la habitación trato de que mis suspiros no sean tan obvios y me muerdo un poco el labio para no quebrarme en este momento. Estar sobre mi lado derecho ayuda a esconder mi rostro.

Luego de acostarse comienzo a sentir como su brazo se desliza lentamente en mi cintura y pega su cuerpo al mío, en un intento desesperado de buscar amor. Un sonido nos sorprende a los dos y digo a los dos porque no soy consciente del momento en el cuál empiezo a llorar cantidades, si lo de antes eran lágrimas, esto es una catarata que brota de mis ojos.

La angustia de su ausencia. El no saber a donde fue, o que hizo mientras estaba allí fuera me carcomen poco a poco. 

¿Y si estuvo bebiendo? ¿Seria Harry capaz de venir alcoholizado a nuestro departamento? ¿Y si estuvo con otra mujer? Harry no seria capaz... ¿O si?

Me da vuelta entre sus brazos y me aferro a su pecho. Sabia lo mal que estaba que me quebrara frente a él, y dejara que me consolara. Cuando en realidad deberíamos estar hablando sobre su comportamiento. Pero necesitaba esto. Necesitaba sus brazos en mi cuerpo. Necesitaba su amor, sin eso... sin eso me sentía vacía. 

Mi llanto y mis sollozos, se escucharon durante minutos. Mientras Harry se encargaba de acariciar mi espalda. 

Entre sus brazos me sentía sola e indefensa, pero a la vez fuerte y protegida. 

Harry al último decide prepararme un té para que logre tranquilizarme. A pesar de que me niego, lo prepara y me lo lleva a la cama. Ninguno de los dos dice nada sobre lo que pasó, apenas logro sostenerle la mirada. Sé que mi aspecto no debe ser el más lindo en este momento, hasta puedo sentir mis ojos hinchados. 

-Toma -me tiende la taza de té, antes de agarrarla me siento en la cama.- Cuidado está caliente.

-Gracias...-apenas logro decir con vos ronca y áspera debido al llanto. Sorbo un par de veces y a decir verdad me empiezo a tranquilizar, benditas infusiones. 

Harry vuelve a mi lado de la cama e imita mi posición sentándose en forma de indio sobre la cama.

-Te amo -suelta sin más ni menos.- Te amo mucho Alika, no te imaginas cuánto. Sé que debo parecer un completo patético en este momento pero no me importa, lo siento. 

No me atrevo a mirarlo, todo el show que montó horas atrás sigue en mi cabeza y aún duele en mi pecho. Su mirada me devora el cuerpo y espera paciente una respuesta de mi parte. ¿Piensa venir y pedirme perdón como si nada, después de todo? 

-Lo siento mucho, siento ser un jodido idiota con los celos. Siento hacerte pasar por estos momentos, siento hacerte llorar. Mírame.

Levanto poco a poco la mirada, mis ojos me duelen y pesan demasiado. Me cuesta mirarlo, sus facciones se encuentran serias y percibo un poco de lastima en sus ojos.

-Perdóname mi amor, te prometo que ahora en más te escucharé y no me comportaré como idiota.

No digo nada porque sinceramente no tengo nada que decir. Sus ojos buscan desesperados una respuesta pero no la obtienen fácilmente.

-Dime algo Ali -ruega y se acerca mucho más a mí. Me encargo de dejar la taza vacía en la mesa de luz a mi costado y luego lo enfrento. Si quiere que diga algo va a escucharme.

-Se llama Benjamín -su rostro se muestra confuso antes de captar de lo que hablo. Noto que quiere decir algo pero no se lo permite.- Y lleva a su sobrina al mismo jardín al que va Noah. Lo conocí el día que lo fui a inscribir y me lo encontré hoy en el pasillo. Dijo que se mudó hace días a este piso y luego nos acompañamos hasta la guardería.  Cuando fui en busca de Noah lo vi de nuevo y decidimos volver, apareciste en el pasillo y el volvió a su departamento junto a su sobrina. En ningún momento tocamos algún tema que no incluyera a los niños. Lo último que quiero es recordar el pasado y hoy prácticamente me hiciste volver a él.

Ya no hay lágrimas en mi solo me quedo observándolo en espera de algún movimiento. Él se acerca. Me rodea con sus piernas por atrás, de modo que quedamos sentados en forma india uno tras el otro.

-No puedes pedirme perdón y fingir que nada pasó. Me gusta que me celes un poco. Pero lo de hoy... fue innecesario. 

-Perdona a este desgraciado que dice que te ama -susurra en mi odio y me abraza más fuerte.- No puedo sacarme de la cabeza la idea de que me abandonaras por uno más joven. No soportaría vivir lejos de ti y Noah.

-Sabes perfectamente que no soy ese tipo de mujer Harry.

-Lo sé, lo sé, maldición lo sé. Pero mis miedos e inseguridades son más grandes que todo. Cada vez que te miro a los ojos, veo a esa adolescente que me encontré en la tienda aquella noche. Desde ese momento supe que mi deber en la vida era protegerte. Sentí la necesidad de tenerte conmigo y para mí.



--

Gracias por leer.

Aquí [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora