Veintinueve

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"Ciclo"

Tristeza, angustia, desesperación, ansiedad. Tristeza, angustia, desesperación, ansiedad. Tristeza, angustia, desesperación, ansiedad.

Todo esto se repetía en mi como un remolino, un remolino que se formaba y luego desaparecía, para formarse otra vez y quedarse en mi interior.

Desde el episodio que tuvimos la semana pasada con Noah no he parado de sentirme así. Quiero que llegue la hora de ver esos malditos estudios, pero a la vez tengo miedo.

El colegio me ha estado ayudando a distraerme un poco fuera de toda esta burbuja tediosa que yo misma he armado. Pero no lo suficiente como para no llorar durante las noches en brazos de Harry.

-Alika, vamos nena –escucho la armoniosa voz de Harry mientras ingresa a la habitación, siempre llega cuando lo necesito. Es como si de repente leyera mi mente.- Debes salir de la cama.

-Solo quiero descansar un rato, estaré bien –lo miro por el rabillo del ojo mientras toma asiento en la orilla de la cama.

-¿Quieres ver la película que tanto te gusta? Máximo Décimo Meridio está esperando por ti –me rio porque sé que está haciendo de todo por animarme. En otra ocasión él hubiera rogado para que cambiara esa película. Ya lo había cansado con "Gladiador".

-Solo si tú la ves conmigo –suelto una risita después de mi comentario y espero ansiosa su respuesta.

-No me gusta verte mientras babeas por el gladiador –dice con su ceño fruncido. Me acerco para depositar un pequeño pico en sus labios y me cuelgo de su cuello en forma koala, dejando así que me lleve con él a la sala.

Le he tomado mucha más confianza en todo este tiempo. Ahora disfruto más seguido de ser realmente yo cuando estoy con él, me la paso jugándole bromas. Así también tengo que soportar sus chistes.

Luego de ver gran parte de la película, pegada a Harry como una garrapata. Decidimos ir a dormir no sin antes ver como se encuentra Noah. Ha estado casi todo el día en cama. Está muy decaído últimamente, hay noches en las que le empieza a subir la temperatura sin ninguna razón.

La mayoría de los días voy al colegio con dos horas de sueño como máximo. Odiaba verlo llorar durante la noche, verlo inquieto debido a la fiebre. No lo soportaba.

-¿Quieres alguna infusión? -¿Por qué tiene que ser jodidamente atento conmigo?

-No, de verdad ya has hecho mucho hoy. Siempre estuviste haciendo mucho por mí.

Harry no dice nada por lo cual le agradezco, luego de ver como se desviste para dormir se recuesta a mi lado. Los primeros días en los que dormíamos juntos él solía acostarse con una pijama de dos piezas, poco a poco fue sacando su camiseta y a los días solo dejaba sus bóxer. Logré no ponerme nerviosa con su cercanía. Al principio me parecía un poco intimidante, pero con el paso del tiempo tantas cosas lograron borrar esa idea de mi mente.

Siento como me atrae a su cuerpo y por instinto propio cierro mis ojos aspirando su perfume, su varonil aroma. Cuando abro los ojos él me está mirando, me mira profundamente. Tanto que me distraigo y no puedo descifrar lo que me quiere decir.

Me aprieta una vez hacia él por lo que esta vez tengo que pasar mis brazos por detrás de su cuello. Me es irresistible y me veo obligada a hundir mis dedos en sus rulos, acariciando su cuero cabelludo. A medida que pasan los segundos Harry empieza a familiarizarse más con mi cintura, siento como su palma arde contra mi piel mientras va ganando lugar por debajo de mi camiseta.

Nos besamos, primero lento como en las películas de Disney, pero ninguno de los dos quedamos satisfechos por lo que pasamos a desesperarnos un poco más.

Le quiero decir todo, le quiero decir todo a besos.

A falta de aire decido separarme, pero solo logro que Harry tire de mi labio mordiendo un poco. Ríe y luego me suelta. Pero no por completo, sus besos empiezan a ocupar mi cuello, siento la humedad tras ellos, la humedad de esos labios tan finos.

-Perdón... -habla en mi cuello, el ambiente apenas se da para palabras.  Nuestras respiraciones agitadas se escuchan por todo la habitación.- Me dejé llevar, perdóname.

Apoya su mejilla en mi pecho dejándome un poco confundida. No sabia que hacer, quería que seguiríamos, pero a la vez no estaba segura. Empecé a acariciar su cabello, tan sedoso y envidiable.

-No tienes por qué pedir perdón, no me has hecho nada malo. O por lo menos nada que no quería –termino confesando frente a él.

-Has pasado mucho Alika, no quiero que te sientas presionada. Eres una pequeña tan inocente, agradezco el día en el que te conocí.

-Quiero ser tuya, tuya en todos los sentidos. No me importa si pierdo mi inocencia, solo quiero que borres las heridas del pasado. Todavía llevo esas marcas en mi cuerpo, quiero que me toques Harry, quiero que me beses. Necesito...que entres en mi alma.

Él parece estar más que sorprendido, se sienta en la cama mirando el cielo a través del gran balcón. Ha hecho tanto por mí que quiero devolverle todo pedazo por pedazo.

-Quiero que tu primera vez conmigo sea algo especial. No algo casual que brote en un día de la semana, sabiendo que al otro día tienes clases. Quiero consentirte en todo los sentidos.


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Gracias por leer.




Aquí [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora