Capítulo 1: Pesadilla.

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En mitad de la noche Mina se despertó con ganas de ir al baño, se maldijo así misma y a todas sus compañeras. Cuando volvieron del cine había una larga cola para el baño así que prefirió irse a la cama de lo cansada que estaba. Llevaban unas cuantas semanas de trabajo duro, pero todo eso pronto terminaría y sólo tendrían que ir a los fansign.

Mina se levantó y fue al baño.

Cuando volvió oyó un grito y miro a Sana, pero la de pelo negro dormía plácidamente. Entonces se percató de que Nayeon se movía bajo sus sábanas y fue junto a ella para intentar tranquilizarla.

Se sentó en la cama de la mayor de TWICE y antes de que pudiera decir nada, ésta se despertó.

Nayeon quiso gritar al ver una figura delante de su cara mirándola seriamente. Por suerte Mina tapó su boca ahogando su grito e impidiendo que despertase a todo el bloque de pisos.

— Soy yo — susurró la japonesa.

Al oírla Nayeon se tranquilizó. Había tenido una pesadilla horrible con el fantasma de la película.

Mina siguió mirando fijamente a Nayeon. Ella también miraba a la que estaba sentada, no podía apartar sus ojos de ella.

— ¿Qué haces despierta? — preguntó Nayeon.

Se estaba comenzando a poner nerviosa con tanto contacto visual.

— Tenía que ir al baño.

— ¿Te has meado de miedo por la película? — preguntó Nayeon burlonamente.

— A las únicas que les ha dado miedo habéis sido Sana, tú y Chaeyoung — respondió Mina en el mismo tono.

A Nayeon le gustaría añadir que ya vio como Sana tenía miedo y se acercaba a ella, pero prefirió no decir eso y en su lugar contestar.

— ¿He sido tan evidente?

Mina sonrió. Pese a la oscuridad podía ver perfectamente a la coreana y sabía que estaba fastidiada. Nayeon odiaba quedar por debajo de alguien.

— No, parecías muy valiente y segura todo el rato — la sonrisa de Mina se ensanchó — hasta ahora.

Nayeon cerró los ojos. No había podido parecer valiente delante de Mina, se lamentaba por ello, quería causarle buena impresión, pero por lo menos sería la única se había dado cuenta de que había tenido miedo y mañana podría burlarse de Sana y Chaeyoung con las demás.

— Que pases buena noche — se despidió Mina. — Y si vuelves a tener una pesadilla llámame.

Nayeon asintió lentamente. Pensó en la gran suerte que había tenido al estar la habitación completamente a oscuras y Mina ya en su cama, notaba sus mejillas calientes y no quería que nadie la viera sonrojarse.

...

Jihyo, Jungyeon y Momo ya estaba en la cocina. Las dos primeras cocinando y la última esperando ansiosamente su comida sentada en la silla que le correspondía de la mesa del comedor.

— Ve despertando a las demás en lo que nosotras terminamos — mandó Jihyo a Momo.

La de pelo naranja enseguida asintió y fue a las dos habitaciones donde quedaban chicas durmiendo. Hasta que no estuvieran todas sentadas y dispuestas sobre la mesa, el desayuno no se servía. Momo estaba hambrienta —como siempre— así que no tardaría en levantarlas a todas.

Mientras tanto en la cocina Jihyo terminaba de servir los últimos platos mientras Jungyeon los iba poniendo en la mesa. Parecían un matrimonio sirviendo el desayuno a sus hijos, lo que no estaba muy alejado de la realidad.

— ¿Te ocurre algo Jihyo? — preguntó la rubia de pelo corto.

La líder se sorprendió por la pregunta de su amiga, tras reaccionar negó enérgicamente con la cabeza.

—Es que estas últimas semanas has estado bastante rara y te has alejado de todas — explicó Jungyeon.

—Serán imaginaciones tuyas, yo no me he alejado de nadie — mintió Jihyo lo mejor que pudo.

En realidad esas dos últimas semanas se las había pasado pensando y dándole vueltas a la cabeza sobre sus sentimientos. Nunca se había sentido atraída por nadie, y encima, ahora que le comenzaba a gustar alguien tenía la mala suerte de ser su compañera de banda y vivir bajo las misma casa que ella.

Sin querer, Jihyo casi tiró un plato al entregárselo a su compañera.

—¿Ves? Estás muy distraída — insistió Jungyeon.

—No me pasa nada — le aseguró la castaña fingiendo una sonrisa.

Jungyeon iba a seguir insistiendo, pero Tzuyu y Dahyun entraron en la cocina hablando alegremente y se sentaron en sus sitios. Tras ellas aparecieron Chaeyoung, Mina y Nayeon.

La mayor iba riendo escandalosamente mientras que las otras dos chicas la miraban un poco mal.

— ¿Qué ocurre? — preguntó Jungyeon con curiosidad.

— Nayeon unnie se ríe de que la película de ayer me asustó — respondió Chaeyoung con tristeza.

— Es que es para reírse — apoyó la rubia a la mayor.

— ¿Ves? — dijo Nayeon riendo.

Mina fulminó con la mirada a Nayeon pero ésta no se dio cuenta. Jihyo fue la única que sí lo notó.

De trasfondo se oían varios gritos en el pasillo. Reconocieron la voz de Momo, pero no entendían que decía, estaba hablando en japonés.

Se miraron preocupadas, Momo sólo hablaba en japonés por dos cosas: o estaba conversando con algún japonés, o estaba enfadada. Todas dedujeron que se trataba de la última opción, y Momo enfadada era terrible.

— ¿Por qué grita Momo unnie? — preguntó Dahyun con curiosidad.

— Está gritando a alguien que salga del baño o se arrepentirá el resto de su vida porque se vengará de una forma muy cruel y despiadada — tradujo Mina.

— Sana lleva como media hora en el baño haciendo del vientre — explicó Nayeon rodando los ojos — por eso no he podido peinarme.

Mina observó a Nayeon de arriba abajo. Lucía tan perfecta como siempre, bueno como siempre sin maquillaje, se preguntó como lo hacía para levantarse tan guapa todos los días.

— ¡Mina! — exclamó Nayeon chasqueando los dedos delante de su cara.

La japonesa se asustó y pegó un pequeño brinco sobre su silla que hizo reír al resto de las chicas. Deseó que nadie hubiese notado de que había estado mirando fijamente a Nayeon, pero a quien quería engañar, estaba segura de que la unnie se había dado cuenta. Nayeon amaba ser el centro de atención y se daba cuenta siempre de cuando lo era.

— ¿Qué ocurre? — reaccionó.

— Ve a calmar a Momo — la pidió la líder.

Mina asintió y se levantó de su asiento para ir a parar a Momo antes de que tirase abajo la puerta y les tocase dar explicaciones a la compañía de lo sucedido.

— ¿No creéis que Mina se sonroja con mucha facilidad? — comentó Dahyun.

Mina se llevó las manos a la cara y sintió sus mejillas calientes. Esa reacción la había causado la sola idea de creer que Nayeon la había descubierto con la mirada puesta en ella.

¿Debería preocuparse?

Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora