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¿Zapatilla? De cenicienta [parte 2]

—¿Qué es lo que querías hablar conmigo ____-chan?.- pregunto sentándose.

— En realidad de nada, solo que me parece incómodo ese ambiente, no sabia que los chicos se enojaran por un simple juego.-le pregunto confusa a la castaña.

— Bueno la verdad Tamaki-sempai siempre es así, pero es un poco extraño Kouya, Honey-sempai y Mori- sempai nunca se comportan así.-dijo la castaña y a los pocos segundos una sonrisa pícara apareció en su rostro.- nee~ puede que estén celosos no crees.

La peliazul la miró y sus mejillas empezaron a adquirir una tonalidad roja.

— N-no digas tonterías.-rodó los ojos.- ellos de que estarían celosos ¿de mí? no lo creo.

Las chicas estuvieron conversando entre ellas hasta que un ruido por las bocinas de la institución las detuvo.

— Bueno, si bueno, soy Kyouya y hay un asunto importante que queremos comentar.

— Soy Tamaki del host club y en el baile que el host realizó a todas las bellas damas, a una en especial se le cayó un mp3 realmente esta persona es muy importante para nosotros

— Ohayo soy Honey, y a la hermosa chica que se le cayó este objeto, hay algo que queremos hacer para poder devolverlo.

— Algo sencillo.

— ¡Un pequeño juego!.- hablaron  dos voces.- hay 3 canciones que son las más escuchadas en el mp3, la chica que sea la dueña tendrá que decirnos cuales son y a cambio tendremos una sorpresa muy especial para ella.

— Esperamos con ansias a aquella bella dama, hasta luego mis princesas.

Las voces dejaron de sonar, y la castaña miro a la peliazul, la cual se encontraba anonada.

— _____-chan ese mp3 de casualidad no es aquel que por accidente se te cayó mientras, escapamos de ellos.-preguntó con un tono sorprendido.

— Si es muy posible, pero ¿por qué ellos quieren saber de mi?, ellos ya saben que soy una chica pero quizás no se dieron cuenta cuando escapamos, de que era yo.-menciono la peliazul.

— Pero ¿irás? ¿Le dirás a ellos que eres tú?.- le preguntó con una ceja alzada.

— Tengo que, ese mp3 me lo regaló alguien especial y no lo quiero perder, así que  ¿me acompañas?.- pregunto con duda.

— Claro, para qué son las amigas.-sonrió y abrazó a la peliazul.- por la hora todos deben de estar en el almuerzo, vamos y ahí les decimos.

_____ solo asintió y las dos fueron rumbo a la cafetería, y cuando entraron se encontraron a cientos de chicas haciendo una fila, y al principio de esta se encontraba todo el host.

La castaña y la peliazul captaron al instante que esa fila era para decir aquellas dichosas canciones y que los host decidían si era o no.

Las dos miraron como las chicas, intentaban adivinar a toda costa las canciones, pero una a una se iba yendo decepcionadas.

— N-no puedo creer que todo esto es solo por querer ser la reina del baile.- comentó anonada la chica.

— Pero creelo, ellas son capaces de eso y de mas.- dijo con simpleza.

El timbre toco dando fin al descanso, las dos se fueron de ahí directamente a su salón, las horas pasaron casi volando y cuando menos se dieron cuenta ya se encontraban de regreso a sus casas, aunque esta vez la peliazul acompañó a Haruhi a su hogar para avisar a su padre y de pasada tomar un poco de ropa.

Cuando llegaron a esta, la castaña invitó a que ______ entrará, esta asintió y entró encontrándose una vivienda pequeña pero acogedora.

Minutos después de que las chicas entraron la puerta nuevamente se abrió, dando paso a el padre de Haruhi, este miró asombrado a Ai y un poco desconcertado.

— Oh oto-san ya llegaste, bien te presento a ______ que al igual que yo se hace pasar por un chico en el host.

— Un gusto señor.-hizo una reverencia y dio una sonrisa ladina.

— Aww, que hermosa chica, pero no me digas señor me haces sentir viejo, puedes decirme Ranka.- dejó una bolsa en la pequeña mesa y se acercó a la peliazul. 

— Esta bien Ranka-san.- dio una media sonrisa y prosiguió a preguntarle al mayor.- disculpe Ranka-san podría darle permiso a Haruhi de venir a mi casa y tener una pijamada.-pregunto la peliazul educadamente.

El padre de haruhi por un momento se vio sorprendido y a los segundos se puso a chillar de la emoción como un rayo fue corriendo hacia una habitación para que a los pocos minutos volvió con una pequeña maleta en ella.

— Esta bien, no te preocupes, claro que puede ir, de hecho no podré estar en casa por 3 días, así que si no es molestias podría quedarse en tu casa.

Las chicas se sorprendieron pero no protestaron y accedieron de inmediato sin objeción alguna.

Luego de hablar de cosas triviales, se hizo un poco tarde por lo que las chicas se marcharon a la "casa" de la peliazul.

Al llegar, los dos jóvenes y apuestos mayordomos las recibieron, tomaron las pertenecías de la castaña y la llevaron a la habitación de su joven ama.

Mientras tanto las chicas tomaban de la cocina todos los dulces y refrescos que podían.

Cuando sintieron que era suficiente, subieron la habitación encontrándose con una sorpresa.


Capítulo corregido.






S(he) New Host (Ouran Host Club)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora