Capítulo 5: Firma en Vienna

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Natasha: No puedo creer que estemos yendo al funeral de Pepper -murmuró con tristeza mientras le abrochaba el collar a Vysenya-.

Estaban todas en la habitación de Wanda, terminando de arreglarse. Los chicos se encontraban en sus habitaciones, preparándose y yendo de vez en cuando a revisar que Tony estuviera bien. Esos días habían sido muy difíciles para él, así que todos los demás debían ser cuidadosos.
Los niños se habían mostrado inquietos esos días. Sus padres intentaron explicarles como pudieron la situación por la que estaban pasando, aunque intentaron evitar que se angustiaran por una noticia así, ya que eran muy pequeños. Por supuesto, al ser tan pequeños, la mayoría no entendió muy bien qué era lo que estaba pasando, a excepción de William. Luego de investigar un poco lo que era la empatía, Pietro y Vysenya llegaron a la conclusión de que su hijo entendía más de lo que parecía, a pesar de que no preguntaba nada; pero de eso se trataba la empatía: William podía entender los sentimientos de los demás a la perfección, y por eso no era necesario hacer preguntas. El niño incluso se había encargado de calmar a su hermana y a su prima, que al ser más grandes y haber visto a Pepper en una ocasión o dos, se mostraron bastante tristes al saber de su muerte.
Aquel día, Alex iba a volver a quedarse como niñera. Era la mejor opción, ya que él se encargaría de hacer jugar a los niños y hacerlos pensar lo menos posible en el funeral al que iban a ir sus padres. En aquel momento, debían estar viendo una película de dibujos animados, cosa que los mantenía bastante concentrados.

Wanda: Era muy buena persona... Tony no se merece el sufrimiento por el que está pasando -se lamentó mientras terminaba de peinarse-.

Natasha: No... Y deberían haberlo escuchado hablar de los Tratados últimamente. Le parecen una muy buena opción.

Daisy: Es entendible, está dolido. ¿Quién no lo estaría? Ustedes vieron las noticias. Un Animafractus mató a su novia.

Vysenya: Hay algo que sigue sin cerrarme respecto a eso...

Natasha: ¿A qué te refieres?

Vysenya: Bueno... -No pudo terminar la frase ya que alguien llamó a la puerta-.

Wanda: Adelante. -La puerta se abrió y por ella apareció Steve vestido de traje y con semblante triste-.

Steve: Pueden ir bajando, los autos ya están listos para salir.

Daisy: Está bien, solo déjame ir a saludar a Ian y a Walter. No quiero que se queden intranquilos -dijo, levantándose y yendo hacia la puerta-.

Natasha: Supongo que Vys y Wanda también quieren despedirse, así que yo bajo contigo Steve. Nos vemos abajo, chicas.

Cuando salieron de la habitación de Wanda, ella, Vysenya y Daisy se fueron por su lado, y Natasha y Steve por el otro. Caminaron un momento en silencio, hasta que Wanda volvió a hablar.

Wanda: ¿Qué quisiste decir con eso de que hay algo que no te cierra?

Vysenya: Tú viste las noticias, Wan. Pepper acababa de llegar a Nueva York, se bajó del avión, salió del aeropuerto y ahí fue el ataque. Hubo una especie de explosión y lo próximo que se supo, además de que Pepper había muerto, fue que había sido un Animafractus.

Daisy: A ti lo que no te cierra es que lo hayan descubierto tan rápido, ¿verdad?

Vysenya: Algo así. Normalmente no se sabe tan rápido quién es el que causa un asesinato, y menos cuando se trata de una amenaza a la que nos debemos enfrentar nosotros. Además, los testigos dijeron que la persona que mató a Pepper gritaba "¡Soy un Animafractus!". ¿Quién incriminaría así a los de su propia raza? Saben que después de eso los van a estar buscando por todos lados.

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