Dess: No puedo. No puedo hacer eso. Entiéndeme, ¡Nos matarán! -Repitió frustrado, tal vez por centésima vez en sus últimos diez encuentros. 

Brent: Cobarde. 

Dess: No soy cobarde. 

El muchacho de ojos grises sonrió irónico, mofándose de las palabras de su amante y saboreando lo agrio de su situación.

Brent: Eres un cobarde. ¡Un maldito imbécil que no tiene los pantalones suficientes para pelear por lo que quiere! ¡Un niño de papi que cuando tiene miedo corre a esconderse en lugar de ser hombre y enfrentar sus problemas! -Frustrado.

Dess estaba furioso y la frustración sólo hacía empeorar su capacidad para medir sus acciones. Nunca permitía que nadie le hablase de esa forma, y por mucho que quisiese a Brent, él tampoco era la excepción. Carente de todo pensamiento cabal empujó al menor con brutalidad haciéndolo desplomarse en el suelo.

Dess: ¡Tu no sabes lo que podría hacer mi padre! ¡Él no aceptará nunca a un Marica como hijo! Me dejará sin nada. O peor, nos matará a ambos. -Vociferó enfurecido. 

Brent: ¡No me importaría morir a tu lado! Sería como Romeo y Julieta. -Murmuró intimidado.

Dess: ¡Esto no es una historia como en los libros donde todo termina bien al final! ¿No puedes entenderlo? ¡Tienes que madurar y abrir los ojos! ¡Para nosotros no hay más que ésto! ¡Vernos en una habitación de hotel alejados de todo dos veces por semana! Por que no puedo dejar a Anneth, Brent. Mucho menos ahora que está en estado. 

El más joven se agazapó sobre sí mismo, de esta forma permitiéndose ocultar las traicioneras lágrimas que escapaban de sus fanales, tan ardientes que le quemaban cada extensión de piel recorrida.

Brent: Dijiste que todo acabaría. Que nos iríamos lejos... -Susurró.

Dess: Eso fué antes de que todo esto ocurriera. Mi padre no me dejará irme. Me encontrará.

Brent: Podríamos quedarnos con el bebe. Cuidarlo juntos como siempre hemos queri... -Brent no pudo concluir su oración gracias a la interrupción del rizado. 

Dess: ¡No, Brent! No insistas. No lo haré. No puedo ponernos en riesgo. Ya no hay un quizá, no tenemos un futuro. Esto es todo lo que puedo ofrecerte.

Entonces comenzó a sollozar. Violentamente, escandalosamente, irremediablemente. 

Dess se desesperaba.

Dess: ¡Ya deja de llorar! ¡Siempre lloras por todo! -Frustrado.

Brent: ¡¿Tú estas molesto?! -Berreó impotente.

Dess: ¡Si! ¡Estoy molesto!

Brent: ¡Yo debería estarlo! ¡No tú! -Gritó exasperado.

El más bajo se puso de pie y Dess apuño sus manos. A pesar de que Brent amaba mucho a ese chico, sabía que era compulsivo y podría lastimar incluso a quien más quería al dejarse guiar por las emociones del momento.

Dess: Yo he pedido mi disculpa, eres tú quien no quiere entender. -Dijo entre dientes. Brent negó, el gris de sus ojos vuelto tormenta por las furiosas lagrimas que los adornaban.

Brent: Siempre creo en tus promesas... -Sollozó.

Dess: Entonces ya debieras haber aprendido.

Brent, sintiéndose humillado por las hirientes palabras de su adorado, extendió los escuálidos brazos hacia el frente empujando el prominente cuerpo de éste. El ojiverde arrugó el entrecejo y lo empujó con más fuerza haciéndolo tambalearse. Su pecho sintiéndose a punto de reventar y tal vez si lo hiciese dejara de doler tanto, pero desgraciadamente, eso  no iba a suceder. 

»Kidnapped« || LS ✨ [SIN EDITAR] Where stories live. Discover now