Capítulo 25: Recuerdos.

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Semanas antes.

Mire mi reflejo en le espejo, me sentía rara. Simplemente me miraba en el espejo y sentía que no era yo. Con todo este maquillaje en la cara y este entallado vestido azul, estire el vestido un poco.

—Para ya Mia—Naike me regaño—Te ves hermosa amiga—Se levanto y tomó la caja donde estaban los zapatos que habíamos comprado previamente. Eran uno tacones color beige. Volví a mirarme al espejo, mis ojos estaban muy neutrales y Naike los había delineado. Lo que realmente me incomodaba era los labios, los había puesto rojos vibrantes.

Ally se levantó de la cama y caminó hasta mi.

Voltee a verle, me pase un mechón ondulado que Ally había dejado afuera de la trenza que me había hecho, esta rodeaba toda mi cabeza haciendo una tipo corona. Me había retocado el azul eléctrico de mis uñas. Fue una tarde de según ellas "Spa" para ayudarme a estar lista para Brad, porque según Naike si no salían a mi rescate yo iría con un jean y una camisa. Volví a mirarme todavía tenía tiempo para quitarme el maquillaje y el ajustado vestido. Tome el desmaquillante de la bolsa de Naike pero Ally agarro mi mano antes.

—Calma Mia, realmente te vez muy hermosa—Lentamente bajo mi mano y yo deje de mirarme al espejo.

El timbre sonó y entre en pánico.

—Ya no quiero ir—Dije corriendo por toda la habitación.

—Mia, hazme el favor de quedarte quieta o de no vas a tener que ir con una gran moretón rojo en tu mejilla de la cachetada que te voy a dar.—Naike hablo duramente. Me quede quieta. Alcé mis manos en señal de rendición—Ahora vas a bajar por la puta escalera y vas hablar con Brad.—Asentí rápidamente.

Suspiré y abrí la puerta. Baje las escaleras mirando para abajo para no caerme con estos grandes tacones. Mamá salió de la cocina junto con Fiorella, mis hermanos estaban en la puerta y menos mal Louis tuvo un examen hoy al que no pueda faltar.

—Ya llego el pejelagarto Mia—Chase habló con mofa. Eleve mis ojos al cielo estupido.

—Abran la puerta pedazos de simios—Cooper con un bate en su mano me dio una sonrisa retorcida antes de darse vuelta y abrirle a Brad.

Cerré mis ojos respirando hondo. Mis manos comenzaron a sudar frío –vamos, no es tan difícil– limpie mis manos en la tela de mi vestido.

Mire como entro con un traje y todos mis miedos se alejaron, unas molestas mariposas revolotearon en mi estomago, quería pegarme un puño para dejar de sentirlas.

Camine hasta él mientras sentía que todo a mi alrededor de detenía y solo éramos él y yo. Chase se interpuso en mi camino y toda la magia se rompió.

—No llegues tarde, están advertidos.—Fruncí mi ceño.

—Eh, eh, eh—mamá se metió entre Chase y yo moviendo sus manos—Nada de eso—toco mi cara—Mi vida, solo diviértete—mamá dejo un beso en mi mejilla y subió con Fiorella que me guiñó un ojo. Me reí negando con la cabeza, Chase no tuvo más remedio que quitarse de la mitad y seguí mi camino hasta Brad. Recordé que mis amigas estaban arriba y señale a Cooper:—Naike y Ally están arriba, llévalas a sus casas, por favor.

Muy sorprendentemente Cooper se puso Colorado y se rasco la parte de atrás de su cabeza.

—No creo que estén cómodas conmigo—Le dio un mirada a Connor para que le salvase el culo. Pero este se hizo el de la vista gorda.

—Después hablo contigo.

Me despedí de todos, salí con Brad que había estado callado todo este tiempo. ¿se abra arrepentido de salir conmigo? De pronto sentí que el vestido me apretaba demasiado. Una vez dentro del carro Brad seguía muy callado y yo sentía que mi corazón iba a tener un infarto. Freno de la nada el carro haciendo que mi cuerpo se impulsara hacia delante.

Charlotte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora