Capítulo 10: ¿Sabes que quiere él de mi?

122 9 0
                                    






Una camioneta negra con los vidrios polarizados paso al lado mío. Me puse alerta camine tratando de aparentar tranquilidad, mire la calle estaba sola ¿tanto había caminado? Estaba cruzando cuando otra camioneta se cruza en la mitad casi arroyándome, de esta se bajaron varios hombres. Quería vomitar. Corrí, corrí mire hacia atrás estos venían corriendo, divise unos cinco hombres, sentí como el miedo con la adrenalina viajaban por mi torrente sanguíneo. Me ardían las piernas, sentía que me iba a caer, que mis piernas iban a dejar de funcionar, una piedra me tropezó y caí de bruces, me levante como puede. Mis pulmones pedían aire, me dolían tanto que creí que iba tener un ataque. Mire atrás mala idea, estaban a menos de tres metros de mí.

En una distracción me metí en un callejón y me escondí detrás de un balde de basura, no tenía celular necesitaba llamar a mis hermanos. Unas pisadas se oyeron, me pegue a la pared que estaba llena de musgo, no me importaba ensuciarme. Busque algo para defenderme a lo largo de la pared había un garrote de metal, estire mis manos agarrarlo, estaba por lograrlo pero me levantaron como si de una pluma se tratase, mi agresor me tomo por el cuello y me suspendió, mis pies casi no tocaban el suelo.

Mire a mi agresor, estaba sorprendida había sido el mismo de la vez pasada.

—Ahora si perra—su mirada mostraba lujuria. Sentí asco no quería que me tocara.

Me comencé a agitar, pero solo logre que mi agresor pusiera más resistencia, me estaba ahogando. No iba a llorar, no me permití mirarlo con miedo, aunque por adentro me estuviera muriendo de miedo, aunque quisiera vomitar y sintiera mi corazón en mi garganta. Alce mi barbilla y lo mire con arrogancia y pregunte.

—¿Sabes porque Jethro me quiere?—Mi tono mostraba desprecio.—¿Por qué entregarme a Jethro cuando tú puedes ganar más de la miseria que Jethro te da?—Este apretó más su agarre en mi cuello—tú solo eres su maldito peón que lo sigue como si de un perro faldero se tratase—remate con la poca voz que me quedaba. Podía ver su vena saliendo. Estaba molestó.

—No me interesa porque Jethro te quiere, pero—acerco su cara a la mía, casi no sentía aire—la orden fue que estuvieras viva.

—Te diría para que Jethro me quiere  y ganarías más—Tosí. Este imbécil me iba a matar—pero así son las personas como tú, con un poco de dinero y se le van los ojos. Por ambicioso te pasa esto, de perro faldero de tu jefe, porque es lo único que sabes hacer—Termine de hablar con un susurró.

Este estallo y me tiro contra la pared. Me pared rápidamente y tome el garrote —Imbécil—pensé. No tenía tiempo para quejarme por el dolor.

Él camino hacia mí con una sonrisa retorcida.

—¿Crees que me vas a ganar con un garrote?—se burló. –por favor niña estúpida.

Cuando se acercó a mi le di en la rodilla  con toda mi fuerza, este se cayó al suelo causando un gran estruendo.

Corrí con todas mi fuerza, mis pulmones pedían aire a gritos, no quería mirar hacia tras. Debía encontrar un lugar para esconderme. No vi por dónde iba corriendo, lo que causó que impactará contra algo o más bien alguien:

—¿Mia?—habló Zac. Me levante rápidamente, este abrió los ojos cuando vio mi cuello. —¿pero qué te pasó? ¿Mia?—Zac subió sus gafas, sus manos temblaban. Me di vuela y vi que el sujeto al cual había golpeado venía detrás de mí con una cara no muy agradable.

Agarre a Zac por los hombros y respondí:

—Ahora no te puedo responder nada, necesito irme—Iba a salir corriendo, pero Zac agarro mi brazo y tiro del. Estaba asustada ¿y si Zac era secuas de Jethro? Puse cara de terror.

Charlotte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora