Notaba un poco fría y húmeda mi cara. Me empecé a despertar mientras veía como Sara derramaba gotas de agua en mi rostro.
-Mierda, Sara, ¿me puedes explicar que haces? –Ella comenzó a dar carcajadas ante mi mal humor mañanero.
-¿Perdona? –dijo haciéndose la enfadada sin para de reír-. Te estaba despertando como una princesita. –estallo de nuevo en risas ante la cara que le puse mientras la fulminaba con la mirada, después le puse cara de niña pequeña y me enterré en la almohada.
-Una princesita no tendría que ir a las practicas, y menos a estas horas. –-dije con un intento de voz frustrada y a la vez infantil, irónicamente.
-Oh, espera, espera, ¿la princesita esta así, por el principito Bieber? –dijo de forma burlona, al instante yo me levante de la cama y la mire fulminante.
-¿A qué te refieres? –dije de forma amenazante, pero de broma. Ella comenzó a reír más y yo casi no aguantaba, Sara soltó un suspiro y habló.
-Ay, no sé, quizás por que llevas –puso cara de pensativa irónica-. Hm... uno, dos, tres... –dijo lentamente, hasta que se aceleró en la última frase-. !Un día sin verle¡ –y de nuevo se echó a reír. Al principio yo me reía con ella por lo tonta y exagerada que era a veces, pero luego me vino a la cabeza que Justin todavía no me había llamado, ni siquiera un estúpido mensaje, en ese momento deje de reír y me calme un poco. Sara reacciono y me hablo.
-Eh, Mel ¿qué ocurre?
-No sé, Justin dijo que me llamaría la última vez que quedamos, pero todavía no lo ha hecho, no sé, solo… no sé me parece raro. –era tan paranoica a veces, me sentía un poco tonta contándole esta chorrada a Sara.
-Por dios, Melissa Trees, –dijo mi nombre completo y soltó un suspiro, yo reí ante ese gesto-. Pensaba que te había pasado al grave, ya sabes, un retraso, o algo así. –de nuevo estalle en carcajadas, por dios que cosas tenia.
-Eres una completa inútil –dije a un riendo, ella paro y con un poco de seriedad me respondió.
-No, ahora enserio. No te preocupes por esa tontería idiota, estará ocupado en algo, ya sabes quién es –hizo un gesto con su boca-, estará ocupado, o algo así. Además él ha mostrado mucho interés en ti, estoy segura de que le gustas y en cuanto tenga un pequeño hueco querrá saber de ti –yo le di un pequeño abrazo.
-Gracias Sarita. –dije de forma tierna.
-De nada tonta, ahora ve y vístete que vamos a llegar tarde.
Enseguida me fui a vestir y me puse algo bastante sencillo. Unos pitillos ajustados, unas botas medianas de color marrón y una blusa de color crudo, me maquille un poco. Desayune, y al salir del apartamento tome un chaqueta por si hacía frío.
Listo ya estaba preparada para otro día, aburrido y largo día, de practicas.
Narra Justin.
Me desperté sobre las doce de la mañana, me levanté de mi adorada cama y me fui a duchar.
Hoy será un largo día.
Me vestí con unos vaqueros oscuros, una camiseta básica de color blanco y unas supra negras. Me dirigí hasta la cocina y vi a Trent con la peor cara de sueño.
-¿Juerga anoche tío?
-Pf... –bufo-. No lo sabes tú bien, hay tías que son máquinas del sexo, por dios. –yo comencé a reír, que razón tenía, hay mujeres muy adelantadas en ese tema, que me lo digan a mi. Recordé en ese instante, hace un mes más o menos, una chica de unos veinte años que jamás pensé que lo haría también. Sonreí por mis adentros al recordar esa noche.
