Capítulo 20

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Rose

Me miro al espejo y yo misma me horrorizo de mi aspecto. Mi estado es deprimente. Según Cara tenía varias horas inconsciente.

Sólo de recordar la escena de esta mañana se me estremece el cuerpo y no de placer exactamente. Me siento vacía, sin vida, sucia. Por lo menos el idiota de Bruno usó protección, así me libro de un embarazo no deseado y cumplo la promesa de nunca dar a luz a un hijo suyo.

Se que Chris estuvo aquí, que todo el mundo sabe lo nuestro, que golpeó de forma brutal a Bruno y la verdad que no siento pena, se lo merecía por lo que me hizo.

Cuanto deseo con mi vida salir de este infierno. Por la vergüenza no he salido. Están todos en el hospital con el imbécil, según sé, se fue de aquí inconsciente.

Me siento en la cama, lo que más deseo en este momento es que Chris entre por esa puerta y me abrace y me bese. Quiero sentirme protegida y en los brazos de él es como me siento.

La puerta se abre y entra alguien muy rápido y se para frente a mi y me sonríe.

Y no, no es Chris.

-Tengo buenas noticias- dice Cara emocionada.

-Habla- me contagia su alegría.

Tal vez fue que se murió Bruno.

¡Ay Dios es mentira!, que no se muera.

-Chris nos sacará de aquí, de la mansión. Escaparemos.

-¿En serio?- pregunto esperanzada -¿A ambas?

-Si. Dijo que tomemos un poco de ropa en un bolso, nuestros documentos y que estemos en la cabaña a las tres de la mañana.

-¡Oh por Dios!, ¿Y qué estamos esperando?- digo nerviosa.

Nos disponemos a recoger solo un poco de nuestras pertenencias y todo lo demás que ordenó Chris, me sentía eufórica. Saldría de aquí y con el hombre que amo.

Esto puede ser el comienzo de una nueva vida.

Solo las personas que me importan. Él, Cara y Leona.

¡Oh por la Madre del amor hermoso!, ¡Mi Leona!

-Cara, ¿Sabes algo de Leona?

-No, Chris no me dijo nada al respecto.

-No la puedo dejar, ella es mi bebé.

-Bueno pues le preguntas a él. ¿Ella no está en la cabaña con él?

-Si. Supongo que sabré de eso luego.

Terminamos de prepararnos. Me puse unos jeans y una camiseta básica con unos tenis. Necesitaba estar cómoda. Además se que no seré de mucha ayuda ya que estoy toda dolorida y golpeada.

Cara está casi igual a mi. Parece más joven de lo que es.

Ella ha sido de mucha ayuda, ella es una buena mujer. No la dejaría aquí, ella me ayudó mucho en mis escapadas con Chris y tengo que devolverle el favor.

-Cara- la llamo.

-Dime querida.

-Te quiero, mucho- digo tímida.

A ella se le llenan los ojos de lágrimas y me mira con ternura.

-Yo también te quiero, linda.

Me abre los brazos y yo me refugio en ellos, siento la calidez y el cariño de madre que nunca tuve y no puedo evitar que me salgan algunas lágrimas.

-No llores, ya verás que salimos de esta bien. Y comenzaremos una nueva vida.

-No lloro por eso, confío en Chris.

-¿Entonces?

-Es que nunca he experimentado el cariño y que tu me quieras es algo nuevo para mi.

-¡Oh linda!, eres como una hija para mi. Que te quiera no es un castigo- me besa la cabeza.

-Gracias- susurro.

-No hay que darlas.

Nos quedamos así un rato y decidimos quedarnos en la misma habitación hasta que llegue la hora de partida.

Estaba nerviosa, emocionada y asustada. Todo junto.

No sabia si lo lograríamos y tampoco hacia donde íbamos.

Pero de algo si estaba segura.

Con Chris voy a donde sea.

Todo Por Tu AmorWhere stories live. Discover now