Introverted (Adaptación) #PremiosAwards2017

-Capítulo 8-

N/A: este no es un capítulo nuevo, sólo hice algunas correcciones menores; no es necesario volver a leerlo. 

-Tengo miedo -murmuró el alto chico a su amigo mientras entraban al colegio.
-¿A qué? -preguntó Matt.
-A... a que me tema después de lo de ayer... -Shane era muy inteligente, pero a veces se veía como un niño inocente, viviendo en su propio mundo y sin terminar de entender a los demás.
-No lo creo -lo animó Matt cruzando la puerta del aula.
-Gracias... creo -susurró sin que el otro lo escuchara. Trató de repetirlo más fuerte, pero no logró hacerlo.

Se sentó lejos de Matt para dejarlo socializar con los demás y que no tuviera que preocuparse por cuidar de él. Se veía como una carga para los demás. De todas formas, en clase no tenía problemas: se limitaba a prestar atención a los profesores y trabajar.

Estaba pensando en cómo acercarse a la chica que le gustaba cuando sintió unos golpecitos en su hombro y tuvo que voltearse.

-¿Me prestas un lápiz? -era su compañera Autumn, una chica algo solitaria y gótica, con el cabello teñido de rojo y dorado. Shane observó detalladamente sus labios color borgoña.
No pudo dejar de mirarla, había captado su atención. Le había sonreído como nadie nunca lo había hecho. Segundos después volvió a dirigir la mirada a su mesa sumido en su mundo alterno.
Raven era un nombre muy bonito y poco común.
Shane de verdad estaba enamorado, o eso creía. Sólo necesitaba una oportunidad.

-Hey, ¿tienes un lápiz? -ella volvió a sonreírle tratando de darle confianza. Una idea vino a la mente del chico.
-Autumn, y-yo...
-Primero que nada, deja de tartamudear. No muerdo. Segundo, ¡préstame un lápiz, por favor!
-¿Sabes? Olvídalo -respondió Shane dándole el lápiz y sin mirarla. Ella no iba a ayudarlo a hablar, no tenían confianza.
-A Raven le gustan las gargantillas -soltó la chica al aire una vez que él se hubo dado vuelta, dando por terminada la conversación.
-¿Cómo...?
-Agradece y calla -dijo ella con dureza. Él pensó que tal vez fuera como los demás, que no lo soportaban por el hecho de reaccionar más lento y tartamudear, así que se limitó a agradecer en silencio.

Ahora Shane estaba emocionado. Tenía una oportunidad. Le compraría la gargantilla más hermosa que encontrara.
Pero el miedo a ser rechazado seguía estando presente.

-¿Podrías acompañarme? -tartamudeó dándose vuelta y dirigiéndose a Autumn.
Una sonrisa cínica se formó en la cara de la chica, que lo pensó un poco y después asintió.
Él soltó el aire que estaba conteniendo, mucho más tranquilo: seguro que ella sabría qué le gustaría a Raven.
De todas formas su compañera lo atemorizaba un poco con su dureza.

No estaba tan seguro de si las compras con Autumn fueran a funcionar, pero no tenía otra opción. Y Raven era todo lo que había soñado en una chica.

-¿Qué me dices de este? -susurró Shane por lo bajo.
-Parece de vieja, deja eso -las palabras de Autumn eran ásperas como el otoño- este es perfecto -declaró levantando el collar de piedras brillantes ajustado al cuello mientras sonreía.
Shane la imitó, pensando en que su sonrisa era linda, pero después se convenció de que los labios de Raven eran mejores.

-Ella te tiene loco, ¿no es cierto?
La pregunta de la chica hizo que la sangre se agolpara en sus mejillas, pero de todas formas asintió.
-Una chica con suerte -suspiró con ironía, pero Shane no entendió.
-¿Por qué lo dices?
-Porque te tiene a ti -Autumn sonrió haciendo destacar sus dientes blancos gracias al contorno del labial oscuro, y guiñándole un ojo salió de la tienda, dejando al chico muy confundido.