Encuentro Predestinado

¿Buena o mala suerte?

Corría tan rápido como sus piernas le permitían, sentía como el aire se le iba acabando, sabía que pronto se iba a desmayar pero no era el momento, no mientras aún era perseguida, no estaba segura si era suerte pero agradecía que el bosque fuera inmenso, ya que aquellos hombres no lograban localizarla. Poco a poco su vista se volvía borrosa sus piernas empezaban a fallarle, entonces a lo lejos vislumbro una luz, sin importarle mucho decidió correr hacia él, cuando paso por esa luz callo de rodillas.

-Hiiiii

El grito agudo de una chica llamo su atención, pero no logro verla bien, solo pudo notar, unos enormes ojos de un precioso color chocolate, que la miraban con preocupación y simplemente se desmayó.

.....

Despertó adolorida, se levantó a como pudo pero debido a la magnitud de sus heridas le era un poco difícil, detallo en la habitación donde se encontraba y noto, que era demasiado lujosa, también noto que había cosas que no conocía. Ciertamente estaba confundida porque no sabía en donde se encontraba, pero no estaba asustada, aun recordaba la mirada preocupada de la chica le dio antes de desmayarse.

-Al fin has despertado.

-.....

-Oh, lamento si te asuste, mi nombre es Sawada Tsunayoshi.- El chico se veía de al menos 17 años, y vestía un pantalón de mezclilla, y una camiseta de color azul con una sudadera roja.

-Lucy Heartfilia.- Sabia que el muchacho no era malo, pero le sorprendió responder con facilidad, quizás se debía a que esos ojos le recordaban a alguien.

-Es un gusto Lucy-san.- sonrió notando que el aspecto de la chica se veía mejor. – ¿Cómo te sientes?

-Me siento mejor.- Entonces reparo en algo que no había notado antes. – ¡¿y mis llaves?!

-¿Llaves? –miraba como la chica empezaba a entrar en pánico. – ¿Te refieres a estas? –saco del bolsillo de su pantalón un juego de llaves de color oro y plata, entregándoselos.

-Si.- Estaba aliviada al saber que no las había perdido. – Gracias, estas llaves son muy importantes para mí.

-Entiendo.- Estaba un poco nervioso por lo que iba a decir, había tratado de retrasarlo (aunque no era mentira su preocupación por saber su estado de salud) pero estaba seguro que si lo seguía haciendo cierto tutor diabólico lo castigaría. – Lucy-san ¿Sabes el lugar en dónde estamos?

-¿A las afueras de Fressia? –Estaba un poco confundida con la pregunta.

-Pues... En realidad estamos en Verona.

-Nunca escuche el nombre de esa ciudad ¿En qué parte de Magnolia queda eso?

Lucy noto lo tenso que se encontraba Tsunayoshi, y por alguna razón sabía que lo que le diría no sería bueno. Al parecer tendría unos días muy difíciles.