Goodbye, my love ; Yoo Kihyun

Novena entrada

Volvió el Kihyun que tanto me gustaba y traía loca.

Al día siguiente de tú aparición en mi casa no te encontré al despertar, aunque la verdad no tuve tiempo de preocuparme ya que mi madre apareció de la nada chillando que debía ir a clases. Al parecer no notó tú presencia en la noche anterior porque no lo comentó.

Cuando llegué al instituto debo admitir que sentí miedo. Esperaba que lo pasado la noche anterior no se haya quedado en un lindo recuerdo. Temía que continuaras haciendo el papel de idiota sin sentido común.

Recuerdo como caminé tensa y con las manos sudorosas. Las personas se me quedaban viendo, no entendía porque, pero tampoco le presté atención ya que mi concentración se basaba en solo llegar a mi casillero y luego caminar a mi clase para poder encontrarte.

Estaba llegando al pasillo donde se encontraba mi casillero cuando apareciste. Te notabas alarmado y tú manera de tomar mi mano y llevarme directo a nuestro salón no aclaró mis dudas. No entendía nada.

"Kihyun detente, ya basta."

Recuerdo mis palabras y tú reacción, tú te detuviste fuera del salón y luego de soltar un suspiro me miraste serio.

"Te quieren hacer daño, pequeña y me temo que es por mi culpa."

Todas las palabras dichas en ese momento quedaron enmarcadas en mi mente. Pasan los años y todo sigue igual de vívido.

"¿Por qué quieren hacerme daño? ¿y por qué es tú culpa?"

Me alejé de ti con miedo y desconfianza, por primera vez a tú lado no me sentía segura.

Tú miraste el suelo indeciso y yo me di el tiempo de observarte y analizarte sin vergüenza. Tú ropa habitual había regresado a tú cuerpo, ya no estabas con esa chaqueta de cuero que supongo Min te había regalado.

"Quieren hacerte daño porque te quiero ¿Entiendes?"

Todo lo que pensaba, temía y dudaba desapareció en ese momento. Min, tú vestimenta y actitud; todo pasó a segundo plano. La verdad es que estuve en shock por unos minutos, analizando tus palabras detenidamente hasta que me convencí de que ese "te quiero" lo decías como amistad, lo cual rompió mi corazón, pero de igual manera sonreí.

"Los amigos se quieren ¿No? No le veo el problema."

Tú bufaste y negaste en desaprobación, desconforme de mis palabras. Luego en un movimiento rápido te me acercarte, lo suficiente para encender cada una de las alarmas en mi cabeza. La respiración se me cortó cuando nuestras narices se rosaron, ¡Peor fue cuando me besaste! Porque sí, mi querido amigo, me besaste. Y yo, yo casi muero ahí mismo.