Dejar ir, soltar y avanzar es exactamente lo que debe hacer. Ella aún no lo sabe, pero con el dolor de su alma lo hará. Hye lo logrará.
❝Te lloro todas las noches, te extraño como una loca, pero sé que ahora tú estás mejor y que debo decirte adiós...
Algo que siempre me había molestado era la manera en que las chicas se referían a ti, ¿Es que acaso eras una especie de objeto en alguna vitrina? Era chocante escuchar comentarios sobre como era tú aspecto físico, o incluso como entre murmuros se cuestionaban sobre tú rendimiento en la cama, ¿Era eso necesario? Olvidaban por completo tú decencia como persona, cuando siempre has sido mucho más que una linda carcasa.
Fue aquella tarde cuando la gota rebalsó el vaso. Me encontraba leyendo en el comedor de la institución, siendo acompañada por mis amigas en la mesa que siempre acostumbrábamos. Ese día ellas hablaban sobre ti, sobre lo lindo que eras y lo mucho que querían tener algo contigo. Esto por supuesto me incomodó, sus comentarios no iban más allá de tú rostro y estructura corporal. Sé que debí mantenerme al margen, pero no pude controlar mis impulsos. Por lo que golpeando fuertemente el libro contra la mesa logré que guardaran silencio. No sentí ni una pisca de vergüenza, todo en mi funcionaba en automático. Por lo mismo solté las palabras que tanto tiempo llevé guardadas en mi interior, descargando mis adentros;
"Si en serio quisieran a Kihyun como tanto dicen se la jugarían por él e intentarían conocerlo más allá de observar de lejos su cuerpo. Ustedes no están del todo equivocadas, su cuerpo y rostro son gloriosos. Sin duda es lo más cercano a un ángel caído del cielo, pero el gustar de un chico va más allá que eso, ¿Se han preguntado alguna vez si a él le gusta tener chicas baboseando por él y hablando sobre su cuerpo? Parecen unas estúpidas necesitadas. La personalidad de Kihyun es maravillosa, es como un buen libro, de esos que te atrapan y te incitan a leerlo día tras día. Sus rasgos faciales son finos y es muy guapo, pero su personalidad es aún mejor. Estamos hablando de un chico realmente dulce, chistoso y ocurrente... Es de esas personas que te hacen sentir completamente en paz con solo mirarte a los ojos y te regalarte una pequeña sonrisa. Ya dejen de hablar de él de esa manera tan morbosa. Basta de ensuciar su nombre, él no se merece eso."
Sin más me levanté de mi asiento tras la mirada sorprendida de ambas. Tomé mis cosas de la mesa y me giré con la intención de irme, pero tú estabas ahí, en frente mío impidiendo mi paso mientras me observadas con un hermoso brillo en los ojos y con la sorpresa reflejada en el rostro junto con tus mejillas tímidamente sonrojadas.
Admito que no sentí vergüenza en ese instante. Esta vino a mí cuando salí de mi trance al haber estado perdida en tú mirada, en ese momento recién noté que el comedor se encontraba en silencio y que nos observaban. Quise morir ahí mismo por la vergüenza que sentía, incluso intenté pasar por tú lado y huir, pero tú nuevamente lo impediste. Sostuviste mi mano cuando yo ya había pasado por tú lado, por lo que giré un poco mi cuerpo para poder conectar nuestras miradas, tú me sonreíste y entrelazaste nuestras manos para después comenzar a caminar y sacarme de aquel lugar. Todo el camino hasta la parte trasera de la institución me llevaste de la mano sin decir ninguna palabra. Cuando llegamos detuviste tú caminar causando que el mío también parara. Me observaste por un momento y luego tiraste de mi mano hacía ti, para luego en un movimiento ágil soltarla y pasar tus brazos por mi cuerpo. Aún recuerdo tú respiración en mi cuello cuando ocultaste tú rostro en él. Fue en ese momento que susurraste aquellas palabras tan cotidianas que viniendo de tú parte se sintieron tan especiales. Fue solo un "gracias" y yo sentía que iba a caer, pero claro, tus fuertes brazos lo impidieron apegándome más a ti.
Kihyun, ese fue el abrazo más dulce que me han dado en la vida y por supuesto que en ese momento ya tenía claro que te quería.
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