—Los odio.

—Silencio y conduce.

—Oye, nunca me había subido a esta Sahara. ¿Me la puedo quedar cuando te vayas?

—No puedo creer que me hayan convencido de hacer esto.

—Solamente vas a decir adiós y después te puedes ir a encerrar a tu habitación.

Doblo en la entrada de Bellevue Avenue, donde las casas históricas rodeadas de árboles y plantas florales comienzan. El calor ha vuelto a Newport desde aquella tormenta veraniega, y desde ese día Skyler no me ha dirigido la palabra y yo tampoco, no hemos hecho un esfuerzo por vernos de nuevo ya que sabemos que todo será incomodo después de todo. Por eso no quería venir a decir adiós, ¿de qué le iba a servir un adiós de mi parte? Ni siquiera le iba a importar en lo más mínimo así que por eso desde hacía horas había decidido que era mejor que me quedara en mi casa y apagara mi celular para que Jerry no estuviera molestándome con la misma cantaleta que mis hermanos, y cuando se lo comenté a Rose pensé que iba a recibir su apoyo en mi decisión de quedarme en casa, pero no, también comenzó con su discurso de cómo debería despedirme, que no podía cometer el mismo error dos veces de no despedirme. Lo que ellos no entienden es que a Skyler no le importa en realidad si esta vez me despido o no ya que la vez que era realmente importante no lo hice, así que ahora no importa.

Mientras más nos acercamos puedo ver con más claridad a JoJoe y a Mackey cargando la Cherokee de Melissa con cajas selladas y al pequeño Scott ayudando con cosas más pequeñas.

—Llegamos justo a tiempo. —señala Rainbow, inclinándose desde el asiento de atrás para quedar más cerca del parabrisas, cómo si eso fuera de alguna manera a acercarnos más rápido a ellos.

Aparco la Jeep a unos metros de ellos. La veo salir cargando una mochila, tan casual como siempre, con el cabello recogido en una coleta y usando unos vaqueros deslavados y una vieja camiseta color mostaza, acompañada de Jerry y Thorpe que se turnan para abrazarla y plantarle un beso en la frente. JooJoe y Mackey se ponen en guardia en cuanto nos ven acercarnos a ellos; sin embargo Scott, Melissa, incluso Jerry sonríen al ver que han logrado su cometido de hacerme venir hasta acá.

—¡Sky! —gritan mis hermanos al unísono y salen corriendo hacia ella para envolverla en un abrazo.

Mackey se acerca junto con Jerry hacia mí, me escrutan con la mirada de arriba abajo, deteniéndose en mis calcetines que llegan hasta un poco más arriba de mis tobillos.

—Así que siempre sí viniste... abejorro. —se burla Jerry, aun viendo mis calcetines.

—En contra de mi voluntad.

Mackey chasquea la lengua, con una mueca de incredulidad en su rostro y me empuja.

—Ve a despedirte, Louisa Clark.

Cuando estoy cerca de ellos, antes de siquiera decir una palabra, Rover pasa un brazo por mis hombros y me atrae hacia él.

—No quería venir porque pensó que lo ibas a mandar al demonio. —dice, riéndose.

Intento zafarme de su agarre.

—Lo voy a hacer. —responde Skyler con una mirada estoica. El agarre de Rov se hace más ligero y la expresión de Rainbow cambia de una sonrisa a neutral—. Es broma.

—¡Ves! Nosotros los dejamos.

Ambos se alejan y parece ser que todos se ponen de acuerdo ya que de repente todos desaparecen de nuestro alrededor hasta que sólo quedamos ella y yo, de pie en el medio de la acera junto a la Cherokee repleta de cajas y otras cosas. No sé qué decir, ¿Qué puedo decir? Buen viaje y luego irme es lo único que viene a mi mente en este momento. Esoy en blanco, de pie frente a Skyler que sostiene un cuadro en sus manos, observándome expectante para que una palabra salga de mi boca.

Los SpectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora