Capítulo Final "4 Ever"

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Cuando las chicas en compañía de Celebi desaparecieron, Ash y los demás retomaron el camino hacia la ciudad más cercana que tenían en esos momentos. Todos caminaban en silencio absoluto. No lo querían admitir, pero extrañaban a las dos chicas que les hicieron compañía durante esos hermosos días. Ash suspiró cansado. Todavía sentía dolor en su cuerpo. Lo único que su cuerpo le pedía era descanso.

― ¿Te sientes bien Serena? ― Le preguntó a su novia que caminaba junto a él.

― Me siento de maravilla ― Respondió ― Me siento feliz de que todo terminara así de bien. Si le contara a mi madre todo lo que vivimos de seguro no me creería y me mandaría a un internado.

El comentario produjo que el grupo riera. En ese momento, el celular de Clemont sonó con total insistencia. Se detuvo para contestar, mientras que los demás cuchicheaban entre ellos y Bonnie jugaba junto a Pikachu y Dedenne. Cuando la llamada terminó, el científico no tenía muy buena cara.

― ¿Pasa algo Clem? ― Terció Korrina junto a él.

― La llamada era de la comisión organizadora del Torneo. Este se llevará a cabo en ciudad Lumiose y yo, como Líder de Gimnasio, tengo que estar allá para afinar algunos detalles por lo que me tendré que ir ahora mismo ― Terminó de decir el rubio.

Todos lo observaron sorprendido. Estaban cansados y magullados por culpa de la fallecida encapuchada. Aquel viaje los agotaría aún más.

― Yo quiero ir contigo ― Dijo Korrina en una sonrisa.

― Igual yo ― Dijo Bonnie ― Extraño mucho a papá.

― Por esta vez yo paso ― Dijo Ash ― Necesito descansar y así dar lo mejor en el torneo. Quiero dormir por días enteros.

― Eso mismo te iba a proponer ― Dijo el rubio ― La idea es que te recuperes. Nosotros allá te estaremos esperando.

Serena observó al azabache y sonrió para sí misma, mientras veía de reojo a Korrina, quien también sonreía. Luego miraron el cielo cómplices y volvieron a reír.

― Creo que mientras más rápido nos vayamos mejor ¿No lo creen? ― Dijo Korrina, con la misma sonrisa de hace un rato.

― Creo que tienes razón ― Respondió Clemont ― Ash, Serena, los estaremos esperando en tres semanas ― Acto seguido, sacó a Luxray de su pokebola.

― Adiós ― Dijo Bonnie subiendo al Pokémon.

Tanto Clemont como Bonnie montaron a Luxray, mientras que Korrina iba en sus patines. Se alejaron a velocidad moderada, mientras Ash y Serena agitaban sus brazos en señal de adiós. La idea de los tres rubios era llegar a la ciudad más cercana y tomar algún transporte que los llevara directo a ciudad Lumiose. Mientras tanto Ash y Serena se miraron, solos, sin decir nada más.

― Te quedaste en silencio para quedarte a solas conmigo ¿Verdad? ― Dijo Ash de la forma más juguetona posible.

― Bueno... Yo... ―. El nerviosismo que sentía la peli miel en esos momentos no la dejaba hablar con claridad.

― No es necesario decir nada más. Mejor sigamos para poder llegar a algún lugar.

Las siguientes horas fueron de conversaciones muy entretenidas. Los jóvenes jugaron y se coquetearon como una pareja de niños que recién conocen lo que es el amor verdadero.

Cuando se hizo de noche, Ash encendió una fogata en medio del bosque, mientras Serena preparaba la cena. Era la primera vez que estarían los dos solos, así que la chica haría valer todos sus esfuerzos. Para eso cocinó el platillo favorito del pelinegro y adornó la mesa con flores silvestres. El olor a incienso de vainilla inundó aquella noche. Cuando los preparativos estuvieron listos, la chica tomó sus cosas y fue a bañarse a una cascada cercana y cuando volvió vio algo tan maravilloso que la enamoró más: Ash observaba embobado el fuego. Serena no pudo evitar imaginarse esa escena en algunos años más, en donde el fuego que Ash estuviera observando sería el de la chimenea de su casa una noche cualquiera.

Una luz en el bosqueOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz