Una luz en el bosque

Capítulo 13 "Deseo"

Lara no supo cuando las traicioneras lágrimas bajaron por sus ojos. Recordar aquella noche no había sido para nada bueno. Siempre soñó con viajar por las diferentes regiones conociendo gente y haciendo una infinidad de amigos como su padre lo había hecho hace varios años, pero... ¿Qué pasaba ahora? La gente se había vuelto malvada, la inocencia ya no era parte de la sociedad imperante. Ahora lo que valía para las personas era la capacidad para dañar. ¿En qué momento se habían convertido en eso?

― Tranquila amiga ― Le dijo Courtney junto a ella ― Ya verás que después nos estaremos riendo de esto.

― A propósito Courtney ― Habló Korrina ― ¿Qué hiciste durante este tiempo en el que te estuvimos buscando?

― Bueno, yo...

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La castaña abrió los ojos de golpe, pero los cerró inmediatamente, ya que el sol estaba junto en medio de su cara. Tras haberse acostumbrado al brillo, pudo ver con claridad lo que el paisaje le ofrecía a esa hora. La sorpresa fue más grande que otra cosa: Se encontró colgado de cabeza. Su pierna izquierda estaba atorada en las ramas de un frondoso árbol.

― ¡Lara! ― Gritó enfadada ― Si esta es una de tus bromas te juro que...

Los recuerdos llegaron como un rayo. Lo último que lograba recordar era la lluvia, el viento, el frío y los gritos de Lara y cómo convenció a Lisel para que corriera a la Aldea de los Coordinadores. Vio su pokereloj, percatándose de que ya era muy tarde. Los 5 listones ganados ya no servían de nada. Pero más importante aún ¿Dónde estaban las demás? Con agilidad, sus manos alcanzaron su pierna atorada para así liberarla. Posteriormente, su brazo Aipom se activó, tomándose de una rama más baja del árbol en el que estaba y así, en menos de 20 segundos sus pies tocaron el suelo.

― ¡Lara! ― La llamó incontables veces, sin éxito.

Sin nada que hacer se dedicó a buscar a sus amigas. Ahora que lo pensaba, seguir el consejo de la encapuchada había sido el peor error de todos, mas no era momento de lamentarse. En ese momento, una voz conocida llegó a sus oídos. Más cerca de lo que ella imaginaba, se encontraba la encapuchada soltando una serie de maldiciones. Esta estaba rodeada de Pokémon de distintos tipos y con los ojos tan vacíos como la muerte. Estos estaban siendo hipnotizados por un gran Malamar que miraba con desdén a los demás.

― ¡Malditas mocosas! ― Gritó la mujer ― ¡Juro que las mataré! Pagarán por lo que hicieron sus estúpidos padres. Las encontraré y acabaré con ellas y de paso, acabaré también con sus padres pequeños...

Esas palabras hicieron reflexionar a la científica ¿A qué se refería esa mujer con "padres pequeños"? Y como si por magia fuera, los ojos de Courtney se abrieron ante el asombro, dando entender que había descubierto algo importante. Rápidamente, sacó su Tablet, percatándose de la fecha. Tuvo que taparse la boca con las manos ¿Acaso aquello era posible?

Había retrocedido en el tiempo.

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― Después de eso me dediqué a seguir a la encapuchada para obtener más información. Muchas veces se percató de mí y tuve que ingeniármelas para escapar. Fue así como llegué a ustedes ― Dijo Courtney, finalizando su relato con una hermosa sonrisa.

― Creo que recordar ha sido mucho para ustedes ― Dijo Clemont, abriendo se mochila ― Haré de comer para relajarnos un poco.

― Yo cuidaré a los Pokémon ― Dijo Bonnie.

― Yo iré por agua ― Habló Lara, levantándose rápidamente al escuchar la palabra "comida".

― Korrina y yo te podemos ayudar ― Dijo la castaña, dejando a la rubia un tanto desconcertada.