Capítulo 12 "I can hear the bells."

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El olor a madera quemada y el regusto a cenizas seguían impregnado en mi ropa y en mi saliva. Los dedos me temblaban mientras intentaba aferrarme a Hope. Ella lloraba mientras que su boca babeaba ligeramente mi hombro.

-Shhh...shhh...-la mecí entre mis brazos, pero estaba tan alterada como yo.-Tranquila, bebé, tranquila.-

Cami manejaba tan rápido como podía. Su corazón latía a un ritmo acelerado mientras que su respiración se hallaba igual de alterada.

-La maldita casa...-mascullé, estrechando a mi hija aún más fuerte.-...explotó...-en mi mente aun surcaban los trozos de construcción volando por los aires y el fuego comenzando a propagarse. Sin duda la onda expansiva aún continuaba haciendo estrago en mis oídos.

Para ser honesta, no me preocupaba el paradero de Elijah, porque sabía que gracias a su sobrenatural anatomía, él estaría a salvo. Lo que realmente me impacientaba era no saber qué es lo que había pasado en la casa. Temía que los lobos hubiesen descubierto importantes y jugosas noticias que sería ideales para endulzar los oídos de Finn. Me perturbaba saber si aquella explosión no hubiese sido suficiente.

-Tenemos que encontrar un teléfono.-anunció Camille, ingresando nuevamente en el pueblo. La noche había caído hacía pocos minutos y todos los negocios se hallaban cerrados. Los faroles estaban encendidos y ningún alma rondaba la calle en aquellos instantes.

Ella detuvo el auto bruscamente frente a la pequeña estación de servicio y del mismo modo se arrancó el cinturón de seguridad de un solo tirón, abriendo la puerta y eyectándose fuera. Me sostuve del asiento delantero, mientras me recostaba en mullida superficie de cuero, sobando en círculos la espalda de mi hija en un intento por seguir calmándola.

-Tranquila, amor, tranquila.-con una mano libre saqué el seguro de la puerta trasera y comencé a deslizarme por el asiento, para luego ir saliendo muy lentamente. Hope estaba mucho más alterada que yo, y para poder tranquilizarla debía serenarme a mí misma primero.

Una vez fuera del auto, busque el equilibrio en los costados, mientras caminaba hacía Cami. Ella ya había tomado el teléfono y sus dedos se movían veloces en las teclas.

-Tiré todas las monedas.-masculló, recostándose entre las paredes de cristal de la media cabina.

-Yo las recojo.-arrullé, mientras me colocaba de cuclillas. Los guijarros del suelo hacían complicada la tarea de sujetar los centavos; algunos tenían puntas, por lo que al intentar juntar las monedas éstas me hacía doler bajo las uñas.

En cuanto los centavos estuvieron nuevamente en manos de Cami, mi pequeña volvió a romper en llanto.

-Oh...no, no.-me reincorporé de nuevo, cerrando la mantilla alrededor de ella. Nuevamente volví a mecerla entre mis brazos, susurrándole al oído.-No pasa nada, mi amor, tranquila.-mientras Cami volvía a introducir monedas en la ranura del teléfono, me retiré unos pasos y continué acunando a Hope.-No deberías estar pasando esto, mi reina.-sus manos se enredaron en mi ropa, mientras su cabeza reposaba sobre mi pecho.-Tan valiente...-

Me senté en el suelo, curvando la espalda hacía atrás y ofreciendo un apoyo protector mientras apoyaba mi mentón contra su suave coronilla. Posé mis labios sobre la cabeza de Hope, subiendo lentamente las rodillas, recostando su cuerpo sobre mis muslos.

Me asustaba la idea de que realmente nos hubieran descubierto. Me ponía de piel de gallina pensar que es lo que pasaría si Finn y las brujas finalmente daban con nosotros. Me desesperaba la idea de perderla.

-¿Oíste eso?-me volví hacía Cami, sintiendo los ojos aguados. Ella tenía una alarmada gesticulación, mientras colgaba lentamente el teléfono. Sus ojos se hallaban abiertos en su máxima expresión y se mostraban vigilantes; ambas orbes se movían de un lado a otro, como si estuviese analizando el lugar que nos rodeaba.- ¡¿Quién está ahí?!-gritó, saliendo de la protección de las delgadas láminas de vidrio.

Things We Lost In The Fire 🔥 (LIBROS 3&4 - TO) ✔Where stories live. Discover now