Heart in a cage: Segunda temporada [Julian Casablancas]

#4: "¿Qué sabes de mí?"

Ese día no hubiera esperado, es más, ni siquiera se me hubiera pasado por la cabeza que esa misma tarde tomaría un vuelo a España, junto con mis antiguos amigos, y el hombre que me había robado la mitad del alma y había dejado la otra mitad para hacerme sentir su ausencia.

En efecto, estaba viajando con él a España en un avión privado. Eran las últimas horas de vuelo. Sin embargo, no importaba dónde fuéramos, nuestro destino era ningún lado, como siempre, lo sabía.

─ ¿En qué piensas? ─ Preguntó Julian y sí, estaba sentado a mi lado, muy a mi pesar. ─ ¿En mí?

─No hay espacio suficiente para ti en mi mente.

─Te escribí un poema.

─ ¿Debo alegrarme?

─Las rosas son rojas...─ comenzó a recitar. ─...el viento las mueve...yo seré el seis y tú el nueve.

Lo miré incrédula y este me guiñó un ojo.

─Escribes canciones ¿de verdad no tienes nada mejor?

En ese momento le sonó el teléfono, rio nerviosamente y atendió cubriéndolo con sus manos y hablando en susurro, y podía oír a una mujer hablando sin parar del otro lado provocando que Julian se riera una y otra vez sin parar, como si hablara con una comediante, o con alguien que lo hiciera feliz.

Una de las cosas que pude escuchar de esa conversación fue "Te quiero, volveré pronto"

¿Por qué él se reía tanto al hablar con esa chica? ¿Por qué le dijo que la quería? ¿Por qué le rendía cuentas? ¿Por qué susurraba? Otra vez, la misma historia.

─ ¿Quién era? ─pregunté frunciendo el ceño.

─Luego te cuento─ contestó sin dejar de sonreír, y recostándose─Tengo mucho sueño ahora.

Una sonrisa se formó en mi rostro. Efectivamente era una amiga, una gran amiga, tal vez.

Pensé que después de todo, perdonarlo no era tan mala idea, él había ido a buscarme. Y yo lo extrañaba, era cierto.

─ ¿Me quieres?─pregunté, creía en su palabra, por eso ahora quería asegurarme de ello. ─ ¿Me quieres de verdad?

─ ¿Qué pregunta es esa?─me miró a los ojos y guardó su celular en el bolsillo, no sin antes mirarlo fijamente y pensar dos veces en dirigir su rostro en dirección a el mío. ─Te quiero...yo...estoy confundido.

─ ¿No sabes si me quieres?

─Sí, claro que lo sé. Pero vine hasta aquí porque pensé estos años en ti, quise comprobar si aún sentía algo porque la duda me estaba matando ¿qué crees?

─Yo no necesitaba volver a verte para comprobarlo. Aunque entiendo de lo que hablas. Te quiero, pero no sé nada de tí. Tú no sabes nada de mi ahora, pasaron años, no soy la misma Bella que conociste. No te amo con la intensidad que lo hacía entonces, así es el tiempo.

─Bella, hay algo que puedo asegurarte, te extrañé tanto todo este tiempo.

─Y yo a ti, estúpido.

Sonrió débilmente, pareció recordar algo porque su mirada se desvío a un vacío.

─ ¿Soy yo o tu humor cambió desde la llamada?

─No, claro que no

El avión aterrizó y Julian fue el primero en bajar del brazo de Nikolai, debido a la hora no conseguimos hotel y Fabrizio decidió que dormir al aire libre nos haría bien a todos.