Heart in a cage: Segunda temporada [Julian Casablancas]

#2: "Reencuentro"

Salió rápidamente y como se lo esperaba, Nick siguió sus pasos. Quería matarlo, pero no era su culpa. Se dio la vuelta, dedicándole una mirada más que asesina.

─ ¿En serio esa era tu sorpresa?

─ ¡Feliz navidad!─exclamó agitando los brazos

La chica retomó su camino, decidida, dando pisadas fuertes a fin de romper el suelo, a fin de romper todo lo que la relacionara con el idiota que tanto daño le había causado.

Escuchó su voz detrás, y tuvo que detenerse, no para verlo, sino para gritarle todas sus verdades y si era posible, golpearlo.

Al fin él le vio el rostro. Se veía distinta, aunque supo eludir muy bien el tiempo. Su rostro era diferente, pero hay cosas que no envejecen jamás. A pesar de que su cabello ya no era tan marrón, y estaba teñido de un negro oscuro, y de que sus labios ahora estaban delicadamente pintados, su mirada seguía siendo intensa y penetrante. Había cambiado sus camisetas de bandas y pantalones holgados por ceñidos vestidos y tacones.

─Escúchame, Bella ¡dame una oportunidad!

─ ¿A ti te pagan por ser idiota?─comenzó a empujarlo con furia, el chico no hacía nada para evitarlo y se dejaba caer, y se volvía a levantar. ─ ¡Claro! Es un hecho, te pagan por ser idiota. Por eso eres millonario ¿verdad?─el chico continuó cabizbaja sin tratar de callarla ni de separarla de él, hasta que ella le dio una golpiza en el estómago. ─ ¡Mírame a los ojos cuándo te golpeo!

─Bueno, ustedes discutan por aquí. ─ dijo Nick. ─ yo iré para allá, aprontándome para llamar a una ambulancia.

─ ¡Imbécil! ¡Imbécil! ¡Eso es lo que eres! ¡Te detesto!

─ Bella. ─ Julian le tomó ambos brazos y ella al fin se contuvo. Colocó su cabeza cansada en el pecho de él, estaba a punto de romper en llanto debido a la ira que le provocaba, que las heridas físicas a él no le duelan tanto como las heridas que ella llevaba en el alma por su culpa. Quedaron así tres minutos, él sosteniéndole los brazos contra su cuerpo, y ella reteniendo el llanto y respirando hondo para no volver a golpearlo. ─ Ya está, estoy aquí.

─ ¿De verdad crees que quiero que estés aquí?─se separó de él, con una mirada afligida, y frotándose los ojos por los que aún no caía ni una lágrima. ─ Lo único que quiero es que desaparezcas para siempre.

─No, no es lo que quieres, y lo sé bien porque en este tiempo no he querido nada más que tenerte a mi lado. Y siempre sentimos cosas iguales, estamos conectados de alguna forma, sé que tú me quieres. Muy, muy, en el fondo, en lo más profundo como cuando metes la mano en una bolsa de papa fritas para buscar las migas.

─ ¿Estás usando metáforas de papas fritas para coquetear?

─Si, lo está haciendo. ─ contestó Nick.

─ Bueno, no soy bueno para esto. Pero imagina un jamón y un queso ¿qué son sin el pan? ¡Nada! En cambio, juntos hacen un sándwich...Y eso somos nosotros, tenemos que estar juntos, porque separados, al menos yo, no soy nada.

Nick se golpeó el rostro.

─Te está diciendo jamón.

─Si, genial ¿cuántas recetas más tienes que nombrar hasta que pueda irme?

─Dile lo del plan. ─ murmuró Nick.

─Bella, dejemos el pasado atrás y volvamos a ser felices.

─Ni loca. Nunca en mi vida volvería a involucrarme contigo, ni con nadie como tú.

─Creo que está funcionando. ─ susurró Julian.