Capítulo XIII - ¿Traición La Mía?

347 39 21
                                    




Debo admitir que, exceptuado el disparo que no sé de donde provino, había dormida excelente— teniendo cuenta las circunstancias—en la cama del muchacho que se llamaba Acuario mientras este estuvo toda la noche en frente de las varias pantallas de computadora que había en una esquina de su cuarto. Parece que es bueno, digo, no se notaba como un aficionado o un pasatiempo de pocos días, la concentración que tenía al sentarse, colocarse los lentes y comenzar a teclear y navegar por el Internet y varios programas le delataban.

Pude observar que cada tanto se detenía a tomar notas, tachaba, escribía, arrancaba y las hacía un bollo para comenzar con otra, dejando a su alrededor un Aura de papeles amarillos abollados.

Claramente no era el más pulcro del lugar. Pero si el más tranquilo, y a mí con ello me alcanzaba y sobraba.

— Y si vemos el motor de la máquina podemos ver que claramente lo que necesitamos es...— Acuario hablaba consigo mismo mientras hacía unas veloces anotaciones, pero se distrajo cuando una música empezó a sonar con fuerza en todo el lugar.

She gets too hungry for dinner at 8,

She loves the theater but she never comes late — Frank Sinatra cantaba sobre un ritmo jazz y encantador.

— Piscis despertó—comentó el experto en computadoras mientras terminaba de hacer las anotaciones que empezó, cerró su libreta y se levantó para sin previo aviso irse. Me dejó allí, sentado en su cama, incómodo por no saber que hacer.

¿Qué debería hacer? ¿Seguirlo? ¿Quedarme? ¿Ordenar? Pero tengo hambre ¿Debería pedir comida? ¿O morir de hambre?

La incertidumbre me carcomía por dentro. Tantas preguntas en mi mente y sin una respuesta. Pero por suerte Acuario entró por la puerta segundos después de haberse ido y me miró fijamente, para hacerme una seña con la cabeza e indicarme que debía seguirle. Yo lo hice y la música se hizo aún más fuerte, en el gran ambiente unificado de comedor-sala de estar-cocina estaba Piscis (más específicamente en la zona de la cocina), con tan solo un camisón de acetato color bordó, siquiera llevaba pantuflas, solo su pijama de tela brillante, cocinando unos panqués mientras usaba la espátula como micrófono y cantaba al compás de 'The Lady Is A Tramp', junto al chico llamado Aries, la muchacha de pelo azul y con Acuario mirando mientras marcaba el compás con el chasquido de sus dedos, y Géminis bailaban entre sí en una mala imitación del baile de parejas típico de la época.

— ¿Y tú qué tanto sonríes?— me preguntó con enojo Escorpio, quien llevaba una cara de demarcación total, parece que no había dormido muy bien.

— ¿Qué tal si no necesita ser rescatada?— con mi pregunta su rostro se frunció— ¿Qué tal si esta mejor aquí que con nosotros? Mírala, es feliz— ambos miramos hacia ella, dónde seguía cantando y cocinando con brillo en su rostro y una sonrisa— ¿No es eso lo que queríamos? ¿Asegurarnos que estuviera bien, feliz?

— Yo he venido a regresarla a casa, este lugar es un basurero, lleno de delitos, drogas y una mala vida, no permitiré que este tipo de vida se la coma viva— y con ello se dispuso a ir hacia donde ella, pero un suceso totalmente imprevisto nos congeló a los dos.

Se acercaba el final de la canción.

—THAT'S WHY THE LADY — cantó Géminis con fuerza.

—THAT'S WHY THIS LADY— entonó de igual manera Piscis, pero ninguno con la profundidad y potencia que lo hizo...

—THAT'S WHY THE LADY IS A TRAMP!— ...Virgo, con el último verso, entrando por el enorme portón negro de la entrada.

— ¡Virgo, viniste!— exclamó una muy feliz Pi, saltando a los brazos de su amigo de la infancia.

— Claro que lo hice, todo por mi pequeña— dijo él abrazándola y besando su frente en un acto puramente fraternal. Se acercó a la zona de la cocina con un brazo en los hombros de la ex-morocha, una vez en el grupo los saludó a todos de manera muy amistosa... al parecer no era su primer visita. En un momento miró hacía donde estábamos nosotros y se quedó quieto, duro de la sorpresa y serio, se disculpó con los chiflados y se acercó a nosotros.

— ¿Qué haces aquí?— soltó Escorpio confundido y enojado.

— ¿De verdad eres tú el que lo preguntas?— contraatacó Virgo con las manos en su pantalón de vestir color chocolate.— ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Qué tienen en la cabeza al venir ustedes solos? ¿No encontraron una manera más fácil para el suicidio?

— Tú eres el suicida que viene solo, pero parece que ya haz venido varias veces— el tono de mi amigo de agua era sin duda dolido y enojado ante el signo de tierra.

— Hace meses vengo, y no sé porqué tienes ese tono conmigo, yo no te hice absolutamente nada— Virgo ya se había mosqueado también.

— Claro que si, haz hecho una traición, no te vengas a hacer el mosquito muerto— Virgo estalló en una risa incrédula.

— ¿Traición la mía? ¿De verdad? Eres el menos indicado para hablar sobre eso Escorpio— con ello dioq por terminada la conversación y se dirigió a mi.— Ven, que tú no haz comido y a esta hora ya te entra el hambre— y no del todo seguro de dejar a mi compañero en esta locura le seguí, tal vez estaba siendo poco leal, pero es que el aroma a masa de panqués en el aire y esos medallones dorados eran más fuerte que yo. Escorpio por su parte solo se había quedado, con un poema de rostro y su cuerpo duro como roca.

Miré como Virgo se relacionaba con los habitantes del galpón/casa y no le pude juzgar o echar en cara nada; es decir, tenía razón, no había hecho nada malo, solo apoyaba a quién era su amiga desde los tres años. No puedes darte el lujo de olvidar o ignorar un lazo tan fuerte como ese, eran años de confianza y millones de memorias que envolvían ese hilo que les unía y lo convertían en cadenas de diamantes, indestructibles e inimaginables en nuestras mentes que tan solo conoces amistades volubles, donde tienes que pensarte dos veces antes de contar un secreto a quien llamas amigo.

Todos tenemos secretos que dejarían helados a quienes creemos hermanos.

Y yo en ese sentido no tenía permitido levantar el dedo contra nadie.

M O K I T A // Z Squad SerieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora