Capítulo XI - Noche Inquieta

526 38 57
                                    

Mientras Escorpio seguía en el piso del salón, renegando y quejándose, yo estaba en la cocina, junto a los gemelos que se hacían llamar Geminis, aunque aún no sabía sus nombres individualmente, preparando la cena, asustado hasta los huesos y rogando que Piscis llegara, confiando plenamente en su lado humano.

-¡SUELTENME!-gritó furioso Escorpio.

-¡CALLENLO!-gritó de igual manera el rubio alto, quien aprendí que se llamaba Capricornio.

-¡A sus órdenes su capitan!-habló el hermano que tenía una cicatriz en su mejilla izquierda, a Escorpio saltarin. Para amordazarlo con un asqueroso y sucio trapo de piso.- Ayer limpié el baño con esto- dijo tomando el trapo con dos dedos- también ayer comimos una pizza de 4 quesos ¿Quieres saber una curiosidad que descubrimos ayer?- se acercó a él y cuando quedó cara a cara agregó algo que me hizo vomitar en el cesto de basura- que me he vuelto intolerante a la lactosa y que tenemos que re-decorar el baño- Géminis se rieron como uno maniáticos mientras miraban mi reacción.

"¿Realmente mereció la pena venir? ¿Cuanto tiempo duraremos vivos?"

-Malditos cínicos- y cuando escuché su voz me gire hacia ella y vi como lucía, en ese momento me di cuenta que no estábamos tan a salvo.

-Piscis...-susurramos mi amigo y yo mirándola.

-Tenemos visitas-Comentó la chica peliazul, Sagitario, mientras seguía viendo la televisión frente a ella con un refresco en sus manos.

Piscis nos estudió con una mirada fría y punzante. Yo solté lo que estaba haciendo y fui hacía ella. Se veía mucho más delgada, su cuerpo había madurado y su rostro ya no era el de una adolescente, comenzaba a verse la mujer que era. Que siempre fue.

Pero me estremeció el ver sus pintas. Llevaba un pantalón ajustado y una remera holgada, ambas cosas desgastadas, rotas y...manchadas...

-¿Que es lo que tienes ahí Pi?-pregunté casi tocando las manchas, ella me empujó, sorprendido caí hacia atrás.

-No es ketchup cariño- su voz... sonaba indiferente y distante, había perdido ese tono de alegría.

-Tu no puedes ser ella, ella era sensible, tierna, no lastimaría a nadie-mi mente iba a estallar, nada de esto tenía sentido.
ella se acercó haciendo que el bate que llevaba arrastrara su punta en el concreto.

-Y tu eras un idiota que creía que todos eran como él pensaba y me subestimaba todo el tiempo ¿Y sabes qué?-se puso en cuclillas y quedó cara a cara conmigo, aunque no miraba mis ojos, se jugueteo con un mechón de mi cabello-No haz cambiado nada.

¿Le habían hecho a la inocencia que en ella parecía reinar? Estúpidos bandalos. Estúpido "Z Squad"

-Vuelve Pi-susurre pero ella tan solo cambió su expresión a una sombría.

-Pi se ha ido- se puso de pie y me miró con sus ojos brillosos- me cansé de ser 'Pi el signo matemático más bondadoso y abusado del mundo'- hizo un silencio - No más - y con ello se alejó de mí. Fue hacía mi amigo, quien la miraba sorprendido, con ambos ojos abiertos y sus labios entre abiertos. Ella le levantó su mentón hasta donde el cuerpo de mi amigo le permitía con la punta del sangriento bate. -Bastardo- murmuró con rabia.- Los quiero vivos, desantenlo y pónganlos a dormir donde quieran.- Geminis se miraron entre sí -Y que no sufran violaciones por el amor de Dios- advirtió y mientras con Escorpio nos mirabanos aterrados, Geminis se quejaban. Piscis subió arrastrando el bate aquellas escaleras caracol las cuales antes había usado el tal Aries.

'¿Donde nos hemos metido?'

La noche pasó, nos pusieron a dormir por separado, mientras a Escorpio lo escoltaba Capricornio a su cuarto, yo me fui a donde Acuario. Era lindo tener paz auditiva. Además, era la opción más fiable, ya que no era correcto ir con Sagitario y menos iria con Géminis...
Supongo que sobreviviré a una noche aquí.


Creí que finalmente iba a poder manejar la situación si hacía dormir al idiota traidor en mi habitación, coloqué una esposa en su pié y coloqué la otra parte en un tubo de hierro que sobresalía de la pared, justo en la esquina de la habitación.

Me comencé a colocar el pijama cuando comenzó la agonía.

-¿En qué agüero te encontró Piscis?- rodé los ojos estando de espaldas a él y seguí abotonando la camisa de mi pijama gris.- ella siempre tuvo un sentimiento de lástima por los animales deformes y con insuficiencia mental, suele tomarlos de la calle- agregó. Me di vuelta y le miré, allí sentado, observándome fijamente, aunque no me movió un pelo su mirada; las de los psicópatas con los que convivía 24/7 cuando estaban enojados me habían curado de espanto...

-¿Listo? ¿Haz terminado?- pregunté con una ceja alzada, verificando que entendiera mi punto de que sus comentarios, básicamente, me podían lamer los dos testículos que tenía.

-Ha decir verdad, no- contestó apoyándose en la pared detrás de él y cruzando sus brazos sobre su pecho- tengo varias preguntas.

-Me importan una mierda tus preguntas- me fui metiendo dentro de mi cama poco a poco. Era reconfortante escuchar la nada.
Apagué la luz del velador y me acomode para dormir, cuando estaba a punto de caer en los hermosos brazos de Morfeo, algo me lo impidió.

O mejor dicho alguien.

-¿Te acostaste con ella?- abrí mis ojos de par en par en un mili-segundo, y con muchísimo mal humor.-¿La haz tocado siquiera?- debía ponerle un fin a esto. Encendí la luz y lo miré fijamente.-Contesta pedazo de mierda.

Lentamente me levanté de la cama y me acerqué a él, colocándome en cuclillas frente a él.

-En el momento que pasa algo con cualquier mujer, no se lo cuento a nadie, y mucho menos a un hijo de puta traidor de tu calibre- su cara se transformó poco a poco- Pero como tanto quieres saber, te lo diré: lo hemos hecho cientos de veces, en todos lados, en su cama, en la cocina, en esta misma habitación- su expresión era una combinación de nada bueno- Y lo ha hecho conmigo, con los gemelos Géminis, incluso con Acuario, y no me sorprendería que en alguna noche de alcohol haya experimentando con Sagitario- su respiración se volvía cada vez más profunda y pesada, y con cada exhalación de odio yo inspiraba satisfacción -Es más, si haces puto silencio, tu mismo encontrarás más respuestas- finalmente le dejé ahí, y me volví a mi gloriosa cama, no sin antes abrir un cajón de mi mesa de noche saqué el arma que en esta había, la coloqué encima del inmueble y agregué una última aclaración- Si haces una sola pregunta más, te contestaré con plomo en tu cuerpo- finalmente apagué la luz otra vez, y esta vez para siempre.

Quince minutos después de puro silencio y el porqué de mi consejo de escuchar en el silencio se hacía evidente. La tranquilidad era interrumpida por jadeos y maldiciones, acompañados por constantes rechinidos de un viejo colchón y al mismo compás de ciertos golpes que seguramente venían del cabezal de cierta cama chocando contra la pared a causa de la pasión de cierto impulsivo y cierta kamikaze platinada.

-Hijo de...- el insulto del intruso fue interrumpido por una bala que pasó peligrosamente cerca de él.-¿¡QUE MIERDA!?- exclamó.

-Ups- dejé el arma de nuevo en la mesa de luz y aproveché que no habló más para, finalmente, dormir.

M O K I T A // Z Squad SerieWhere stories live. Discover now