38- "La niña no está..."

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No me había dado cuenta de que una mano femenina con esmalte verde, la tenía cogida del hombro. Levanto la mirada encontrándome con Nadia.

—¿Nadia? —pregunta Kayla.

Recuerdo que ella conocía a Gisela y me relajo.

—Gisela no debiste salir del coche te podría haber pasado algo... —digo con un tono rígido.

—Heyy tranquiloo. Yo fui quien la saque del coche. —dice Nadia restándole importancia— se la veía algo estresada... —la defiende.

Miro con mucho odio a Nadia. Vale si, debía admitir que me a restado el favor de comprarle el helado a la niña pero me a hecho quedar como un idiota.

—Hola Kayla... —dice Nadia con poco entusiasmo. Y algo de timidez. Creo que quieren un momento a solas así que las dejo. Gisela se acerca a mi. Cuando me mira y ve que quiere que las dejemos solas frunce un poco el ceño.

—No me avisaste que querías salir, pensé que me dejabas sola... —dice con el ceño algo fruncido.

Iba a soltarle alguna que otra regañina pero mejor me callo al pensar que solo tiene cinco años.

—Lo siento, es que necesitaba algo de tranquilidad. Y cuando los adultos necesitamos tranquilidad no pensamos si le puede llegar a afectar a alguien. —le digo mientras caminamos hacia el coche poco a poco.

Me vuelvo a repetir las palabras en mi cabeza y me doy cuenta que he sonado como un padre.

—¿Y porque lo hacen? —pregunta con demasiada curiosidad en la voz.

—Porque necesitan despejar la mente de todo. —digo sacando la llave para abrir el coche.

Gisela va a abrir la puerta pero niego con la cabeza. Esta se me queda mirando extrañada.

—Acaba el helado aquí. No quiero que me manches el coche. —digo apartándola un poco. Me apoyo en la puerta mientras miro a Nadia y Kayla.

Intento descifrar de lo que hablan y las miro fijamente hasta que veo como Kayla que estaba caminando tranquilamente frena en seco. Nadia intenta descifrar con la mirada lo que piensa.

No debe ser algo muy bueno porque Nadia se echa a llorar y Kayla la abraza. Aparto la mirada y entro al coche. No se de que hablaran pero no me interesa demasiado. Aunque tengo que admitir que tengo algo de curiosidad por saberlo...

Tres toques al lado de la ventana hacen que me gire. Gisela acaba de picar con los nudillos. Kayla se acerca con Nadia algo más tranquila, cosa que me relaja. No soporto los dramas.

Salgo del coche y meto a Gis en este.

—Nadia vendrá. Nos ayudará a cuidar de ella mientras nosotros estemos en clase. Debemos darnos prisa dentro de quince minutos se acaba el descanso. —me informa Kayla mientras le ato el cinturón a Gisela.

Me alegro de que Nadia pueda cuidar de la pequeña. Porque no estaba muy seguro de dejarla sola en la habitación.

—Esta bien. Subid al coche. —ordeno. Una vez todos a bordo. Mi coche sale pitando del aparcamiento dejando una línea de humo negro.

—¿Entonces voy a cuidar de la pequeña dos horas? —pregunta Nadia. Asiento.

Se lo que viene después de esto.

—¿Y qué obtengo yo a cambio? —pregunta con mucho orgullo.

Le fulmino la mirada por el espejo retrovisor. Veo por este como Kayla se acerca a su oído. Le dice algo. Nadia asiente.

"Como conocí al idiota"[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora