7. Supreme

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–Estoy de acuerdo en que no pesas nada. –

Hoseok recordaba sus palabras a la hora de cargar a Taehyung entre sus brazos y adentrarlo a su cuarto. Esa tarde la habían pasado más que bien, habían salido en una cita todo improvisado a pesar que tenían planeado a dónde ir pero al estar ambos tan nerviosos decidieron tirar sus listas a la basura y dejarse llevar por el momento.

Tal vez fueran aún jóvenes para entender los sentimientos que nacían en ambos corazones pero de algo si estaban seguros y era la atracción. Esa misma que los llevó a meterse en una cama y enredarse entre las sábanas. Saboreando mutuamente el primer orgasmo acompañado de ambos jóvenes.

Disfrutaron de su primer encuentro, aún con los pequeños dolores posteriores a la penetración. Se sintieron cómodos el poder quedarse a dormir juntos finalmente.

Un poco más de un mes desde esa noche fue cuando Hoseok conoció a Taehyung, ese chico que limpiaba los vidrios dentro de un local, con entusiasmo, como si la orden de una madre no lo tomara como una tarea sino como una distracción. Y era así, porque era la excusa perfecta para ver al chico pelinegro pasar por la calle de enfrente como cada día de escuela lo hacía.

Esa pequeña tarde fue diferente, Hoseok tomó el valor y se le acercó con el pretexto de comprar algún dulce para su madre que cumplía años, Taehyung se puso nervioso y con la cabeza gacha fue al mostrador y le atendió el mismo.

Hoseok no creía en las palabras de su amigo cuando le dijo que aquel chico rubio de la tienda de pastelería gustaba de él, el pelinegro mentiría si dijera que su corazón no se aceleró y su rostro se calentara por tal información. Por eso, esa misma tarde hizo lo que nunca creyó hacer.

–¿Te parece bien estos? Tienen pedazos de fresas dentro. –

Hoseok vio como el chico señalaba pequeños pastelillos cubiertos con crema blanca en forma de cono, fijándose más en sus manos que en esos momentos estaban ligeramente temblando.

–A mi mamá no le gustan las fresas. –

Negó Hoseok.

–Oh. –

Esa pequeña respuesta hizo a Hoseok derretir su corazón, era tan tierno cuando desviaba su mirada de la suya.

–¿Qué fruta le gusta? –

Le preguntó el menor, caminando hacia las respiras de al lado donde tenían gran variedad de frutillas con crema.

–¿Puedes salir conmigo? –

La pregunta inesperada hizo al rubio mirarle, con clara pregunta en su rostro además de que sus orejas ya se pintaban de un color rosáceo fuerte.

–¿Eh? –

Taehyung dio un paso atrás para que no escuchara los latidos estrepitosos que hacia su corazón. Lo había escuchado, claro que lo había hecho fuerte y claro, solo que lo había tomado por sorpresa ya que jamás creyó que en su primera conversación con el pelinegro le pidiera una cita.

–Si puedes salir conmigo. Hay un chico al que le gustas y me pidió que te conociera para darle mi punto de vista. –

Ok, eso había sonado tan típico de un hombre, que si Taehyung hubiera sido una mujer le hubiera pegado cachetadas en ambas mejillas, pero como no era así. Taehyung solo atinó a decir.

–Ok. –

Su voz sonó bajo, pero el menor sabía que había desilusión envuelta en ello. Creyó por un instante que era Hoseok quien quería salir con él y no un amigo del otro...

Compendio Del V | HopeWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu