-¿Dime otra vez cómo te hiciste eso? - preguntó Hoseok, una tarde de invierno.
Ambos sentados en la cama del cuarto del menor; uno delante del otro y recostado en su pecho, aparentemente viendo una película en una tarde libre que tenía Hoseok.
-Ya, no molestes. - le codeó Taehyung suavemente en su torso, dejando sus manos sobre su regazo.
-En serio, aún no lo puedo entender. - se rió levemente.
-Solo quería tener un detalle contigo. - dijo Taehyung con sonido triste. Agachando un poco la cabeza.
-¿Quemándote las manos? -
Taehyung asintió una sola vez. Aun sin enderezarse.
-No hagas pucheros. - pidió Hoseok tomando sus manos delicadamente.
-¿Cómo sabes? - preguntó.
-Te conozco. - comentó, dejando un suave beso en su nuca. Para luego abrazarlos por debajo de sus brazos y apretarlo contra él. -Gracias. - le dijo sinceramente, aspirando el olor delicioso de su novio.
Agradeció el detalle que tuvo con él, al preparar una merienda para ambos antes de que él llegara. Y no era secreto para ambos que Taehyung no sabía manejar las cosas en la cocina, así que en un descuido el agua caliente del hervidor se rebalsó al querer servir, salpicándole en el proceso sus manos.
Hoseok llegó a tiempo y pudo curarlo, aminorando la pena que tenía Taehyung para con él.
-No pude ni hacerte una bebida. Perdóname por eso. Soy un tonto. - musitó Taehyung, dando énfasis en lo que decía al alzar sus manos delante de él, viéndolos vendados la mayoría de los dedos.
Hoseok sonrió de buena manera, posando su barbilla en el hombro del otro. -Eres un tonto ahora por pensar eso. Te quiero tal y como eres, con tus cualidades y defectos. Me gustas mucho Taehyung. -
El menor se mordió el labio inferior, nervioso y feliz por las palabras de su novio.
Feliz por toparse con él.
Feliz por permitirse conocerlo en aquella cafetería.
Feliz porque él fuera quien le sirviera y soportara sus habladurías cuando la persona que estaría con él nunca llegaba.
Feliz por tomar la decisión de pedirle su teléfono.
Feliz por pedirle su primera cita.
Feliz porque haya sido Hoseok quien le pidiera ser su novio.
Feliz por la decisión que tomaron de vivir juntos dentro de unos días más.
Feliz... por todo.
Encogiéndose en su lugar, Taehyung giró su rostro un poco y darle un beso; de infinito agradecimiento, unos suaves y cariñosos para después descansar en las frentes de cada uno, pero Hoseok solo acariciaba su mejilla con su nariz, adorando la tez lozana que conservaba Taehyung.
Adoraba todo de él.
Adoraba a la persona; ya no solitaria, que se encontraba entre sus brazos.
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