>>Capitulo 21

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Seguí besándola, bajando mis manos por sus caderas llegando a sus nalgas, se las acaricié suavemente. Un suspiro salió de su boca y eso me hizo excitarme. Con un movimiento lento me puse sobre su cuerpo, lamiendo sus labios para pedirle permiso y ella aceptó abriendo sus labios. Una lucha de lenguas se formó en nuestras bocas, subiendo el tono de nuestra temperatura. Sin poder resistirlo apreté su cu.lo con las dos manos provocando que un gemido saliera de su boca.

-Jo.der – gemí al separar mis labios de los de ella.

Nuestras respiraciones eran pesadas y rápidas, intentando recuperar el oxigeno que hace segundos habíamos perdido, pero pronto nos recuperamos, juntando nuestras bocas fuertemente, en un beso salvaje. Separé mis labios de los de ella, bajando por su barbilla y su cuello, mordiéndolo y succionandolo. Su mano agarró mi pelo estirandolo.

-______- susurré pesadamente sobre su oído-. Vas a matarme.

-No pares – me susurró en respuesta.

-Si seguimos, no voy a poder pararme más tarde.

-Pues no lo hagas.

-No -dije serio.

Sus manos soltaron mi pelo y su respiración volvía a ser normal mientras bajaba sus ojos a los míos.

-¿Por qué? - preguntó ella, con el ceño fruncido.

-Hay muchas razones, princesa- le dije, bajandome de su cuerpo y poniéndome a su lado mientras le acariciaba la mejilla.

Su pierna se puso sobre las mías con su cuerpo de lado, mirando en mi dirección, agarrando mis piernas entre la suya y el colchon.

-Dime una de ellas- pidió.

-Quiero que sea especial.

-Va a ser especial.

-No, quiero que tu primera vez sea muy especial, no por un calenton de momento.

Ella me miró seria.

-No lo tomes a mal, pero es verdad, lo único que pasa es que estamos calientes, cielo.

Ella asintió, de acuerdo conmigo.

-Esa es solo una razón -susurró.

-Cuando tengas tus diez y ocho años – le dije mirándola.

-Tengo diez y siete, en dos días hago los diez y ocho -dije en un puchero.

-Lo sé, pequeña.

-Oye, que tampoco soy tan pequeña, tu solo eres unos meses más que yo.

-Pero yo ya tengo los diez y ocho y tu no.

-Me enfadas -dijo bajando la cabeza.

Yo la enrollé en mis brazos.

-Shh -le susurré-. No te enfades, amor. Solo estamos de broma- la besé en la parte superior de su cabeza.

-Lo sé- dijo riendo.

-Oh dios, eres una mentirosilla- dije mientras la apartaba de mi y la miraba.

-Anda venga, dime la otra razón.

-Esa es la que más me gusta.

-¿Por qué?

-Es la que espero que se haga realidad lo antes posible.

-¿Cuál es? - dijo sonriendo.

-Te quiero- le dije en un susurro.

Ella me miró a los ojos con los ojos abiertos, luego los entrecerró.

-Eso ya me lo has dicho, y no es una razón.

-Lo sé, pero es la verdad- la besé.

-Dime la razón.

La cogí de la mano y la separé de mi de tal manera para que estuvieramos mirandonos a los ojos, rocé nuestras narices y junté nuestras frentes.

-Será cuando me digas el primer sí.

-¿El primer sí?

-El primer sí de tu vida.

-¿Y el segundo cuando será?- dijo en broma, pensando que lo que yo decía también lo era.

-El segundo sera cuando coloque un anillo en tu dedo- susurré con los ojos cerrados.

-ιиvιsιblє [Justin & tú] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora