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La siguiente semana fue tranquila, Loki estaba sólo ahí, siendo una presencia constante. Bruce sabe ahora – Steve y Tony le dieron las nuevas de forma suave y él se las arregló para no dejar salir a Hulk. Pasó un día y medio antes de que Bruce se atreviera a poner un pie en la cocina, pero Loki y él parecieron tener un entendimiento silencioso. Todo parecía normal (bueno, tan normal como se podría) que por un tiempo todos se olvidaron del embarazo.

Después eso cambió.

Empieza con Loki vomitando en la sala de reuniones.

Está sentado junto a Thor, callado y letal como siempre, sólo esperando por el momento indicado para hacer algún comentario mordaz. Thor ha estado insistiendo en que Loki permanezca siempre dentro de su vista, así que Loki obedece pero se divierte también. Ahí es cuando lo siente – Las náuseas. Loki ya las había sentido más temprano, un asco que venía desde su estómago hasta su garganta, pero él pensó que ya se había ido. Se equivocó. Loki admite equivocarse de vez en cuando.

La ola de nauseas lo golpea tan abruptamente que no tiene tiempo de moverse o pensar, sólo se inclina hacia su lado y vomita.

"Oh, mi dios." Dice Steve.

Él y Tony estaban a la mitad de una pelea sobre por qué Tony no puede llegar puntual a las reuniones sólo cuando quiera, después empezaron a quejarse sobre Thor comiéndose todas las donas. Toda discusión quedó de lado, ahora la atención de todos estaba en Loki.

Hay una pausa donde Loki mira su vómito, ahí en el limpio suelo y dice, "Ah."

Con un movimiento de su mano el vómito desaparece, después él se pone de pie y sale de la habitación.

"Parece que los dioses no son inmunes a las náuseas matutinas." Dice Bruce.

"Wow," dice Tony. "Deberíamos contratarlo como criada."

Thor se pone de pie y va detrás de Loki.

Eight Months of a Century  //  ThorkiWhere stories live. Discover now