La famosa jugadora de fútbol femenino, Alexandria Woods, Lexa, recordaba cuando vivía en el pequeño y recatado pueblo de Arkansas y pensaba en cómo se vería afectado su presente con su próximo regreso.
10 años habían pasado desde que se fue huye...
Clarke llevaba rara desde hacía días. Más de una semana según contaba Lexa. Cuando estaba con más personas sonreía, era divertida, conversadora y siempre cargaba un humor alegre; o esto aparentaba, pero cuando creía que no la veían, era todo lo contrario. Lexa más de una vez la había visto pensativa, con su mirada perdida y cuando le preguntaba si le sucedía algo, ella tan solo sonreía a medias y negaba.
- Es que no la entiendo. Intento hacerlo, pero es complicado. ¿Qué le pasa?
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Se desahogaba aprovechando que Clarke estaba en el patio con Aden y Bellamy. No encontró mejor persona con quien hablar, ni siquiera con Luna que ya había vuelto a la ciudad. Tan solo vio que estaba alguien en la sala leyendo y se sentó, soltando todo.
- Hemos estado... no lo sé. Parecemos más "amigas" que cualquier otra cosa. No entiendo. Clarke fue clara desde un principio diciéndome que buscaba algo más en mí y yo, claramente, estoy dispuesta a intentarlo. Y pensé que lo intentábamos. Pero ha sido... extraño. Ni siquiera nos hemos besado. ¿Es creíble eso? Yo quiero hacerlo, por supuesto que quiero, pero siempre que la veo siento que hay un muro entre nosotras y termino por echarme para atrás. No quiero hacer las cosas mal, y eso es justo lo que estamos haciendo. La primera vez, todo se echó a perder por falta de comunicación y ahora es igual. Clarke no me dice qué le sucede. Es contradictorio con lo que, supuestamente, busca. ¿Puede eso significar que se dio cuenta que no me quiere realmente? ¿Que fui un capricho? Ha pasado; una vez que lo tienes, no lo quieres. ¿Me está haciendo eso, Raven?
Raven, quien estaba relajada leyendo su horóscopo antes de que Lexa se sentara en plan de terapia con ella, no supo qué responder.
- Bueno, ehm... ¿quieres que te lea tu horóscopo? –Ofreció rehuyéndole a la situación.
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Lexa la miró frunciendo los labios y pestañeando con lentitud.
- ¡¿Qué?! ¡No es fácil, sabes! –La morena lanzó la revista al otro lado del sofá. "Incomodidades se avecinan", dijo su acertada predicción-. Mira, Clarke es rara. Toda su vida lo ha sido. Y tan cerrada como una ostra también. Ella tiene un toque, Lexa. Hay que quererla rarita y todo. Viene en el equipaje que decidiste tomar.
