Capítulo 31

19.3K 1K 1K
                                    

Lexa apartó la mirada de Aden, que se encontraba frente a ella con la pequeña mesa de la cocina de por medio. Se sentía mareada solo de pensar que su hermano menor estaba saliendo con la mismísima Clarke Griffin, la chica roba almas que destrozó su corazón diez años atrás.

- Clarke Griffin es tu novia –sentenció Lexa, sintiendo que podía vomitar en ese preciso momento aunque su estómago estuviera vacío, claro, eso obviando el dichoso té-. Es un poco mayor para ti, ¿no crees?

Aden y Clarke... tenía que ser una puta broma. Y al parecer lo era, porque la sonora carcajada de Aden, su cuerpo sacudiéndose mientras se aguantaba el estómago y las chistosas lágrimas que desbordaban por sus mejillas, solo eran señal de que al chico le había causado una enorme gracia lo que dijo su hermana mayor. Aunque le fastidiara que se riera de ella, le alegraba en parte que su hermano se distrajera un poco de la reciente muerte de Indra.

- Cuéntame el chiste, así nos reímos los dos –no le gustaba que el enclenque, ahora más alto que ella, se burlara de lo que decía. Bastante serio era el asunto para que Aden se estuviera carcajeando frente a ella.

- ¡Lexa, por amor a Dios! –Se recompuso a duras penas, limpiándose el rastro húmedo de su inaguantable risa-. ¿Estás loca? Clarke y yo no tenemos nada más allá de una buena amistad.

- ¿Te gusta ella? –Preguntó mordazmente seria.

- ¿A quién no le gustaría Clarke? –La miró divertido, sin intimidarle su filosa mirada-. Vamos, Lex. La chica sigue siendo perfecta, ha cambiado en estos diez años un montón, ya te lo digo yo, pero sigue siendo igual de maravillosa.

- Y una mierda –bufó recostándose de la silla. Clarke solo mentía para que los demás la vieran como "perfecta" y "maravillosa"-. Deberías dejar tu enamoramiento por ella. No es buena.

- Hey, Lexa –Aden la acompañó en su seriedad e hizo que lo mirara-. No pienso hablar de Clarke contigo, ustedes no tienen buena historia y, sinceramente, no aceptaría que nadie, ni siquiera tú, hablaran mal de ella.

Lexa se sentía ofendida con eso que le decía su hermano. SU hermano. ¿Aden defendiendo a la hipócrita que la lastimó como nadie? ¡No podía ser cierto! Nunca se imaginaría que, en el caso de tener que escoger partido, su hermano se iría al de Clarke con orgullo y hasta le haría las porras como hacía hablando de ella como si fuera la mujer perfecta. Por un demonio, ¡eso era traición!

- No tenemos buena historia porque fue una zorra de amiga –prefirió decir "amiga" a algo más, porque de solo recordarlo le hervía la sangre.

- No. No tienen buena historia porque te rompió el corazón y le guardas rencor –Lexa abrió los ojos como platos, sorprendida por lo que su hermano le decía-. ¿Sabes? Nunca entendí por qué terminaste odiándola si se veían muy enamoradas –Aden bebió un sorbo de té con tranquilidad.

- ¿De qué rayos estás hablando, Aden? –Preguntó cautelosamente, echándose hacia adelante en la mesa.

- Ah, demonios, cierto que yo no sabía –chasqueó los dedos y dejó la taza sobre la mesa sin preocupación-. Bueno, ¿qué se le va a hacer? Se me fue la lengua –encogió los hombros, mirándola divertido-. Alexandria Woods, ¿me tomas por tonto? Siempre he sabido que Clarke y tú fueron novias.

- ¿Te lo dijo ella?

- No, tenía diez años cuanto me enteré. Tú y ella discutían por no sé qué, fue en una barbacoa que organizó Indra –las facciones del chico cambiaron a un aire más triste-. Fui a buscar a Clarke porque, no te lo niego, era mi amor platónico y te tenía un poquitín de celos –casi junto su dedo índice y pulgar dándole énfasis a sus palabras-. Es que siempre andaba contigo y tú eras una egoísta a la que tenía que rogarle para que me la compartieras un poquito.

Miradas (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora