Capítulo 17

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Harry estaba tan extasiado con la idea de tener un novio que sentía que flotaba cuando iba en camino a su trabajo. Jamás había tenido espacio en su cabeza para verse a sí mismo con pareja. De hecho la sola idea le daba risa, porque tenía un montón de cosas más importantes por hacer, pero... oohh, Louis.

Louis era una excepción, porque Louis le había gustado como nunca jamás le había gustado nadie. Sería justo decir que Louis le gustaba más que la comida. Le gustaba más que la música. Más que ver la tv. Más que nada en general.

Sentía ese 'algo' que nadie le había contado que sentiría una vez que estuviera enamorado. No sentía mariposas en su estomago, porque las mariposas eran lindas y agradables, pero lo que sentía en su estomago cuando miraba a Louis le hacía temblar y doler su cuerpo. Sentía una mezcla de felicidad, desespero y terror. Terror, sí, porque estaba enamorado de un hombre y la sociedad era cruel. Sabía que no podía salir agarrado de la mano de Louis sin escuchar comentarios malintencionados o miradas de asombro y desaprobación (y no es como si pudieran de todos modos porque Louis apenas y podía caminar hacia el baño). Sentía felicidad porque wow, Louis. Ni en sus más locas fantasías se hubiera imaginado que Louis lo quería tanto como ahora le dejaba saber con su radical cambio de comportamiento.

Pasó de ser serio a no callarse casi nunca. Ja! Era tierno. Le gustaba robarse la comida de su plato también. Y le gustaba rascarle la cabeza a Harry hasta que él mismo se quedaba dormido, y lo adorable era que Louis continuaba rascando su cabeza con cuidado aún cuando estaba en su quinto sueño. Y le gustaba contar chistes bobos. Chistes que le arrojaba como granadas en los momentos más raros. Como cuando Harry le había pedido prestado el baño para mear y Louis, desde su cama, le había dicho:

- Hey, Harold? – Y Harry casi se había infartado porque Louis le había hablado con un tono de voz que denotaba que hablaría sobre un tema de importancia nacional. – Había una vez una cereza caminando por la calle, casi comiéndose el mundo y pasó por un edificio de paredes cristalinas y se detuvo para admirarse y bien sorprendida dijo oohh "CERE-ZA-YO"?

Dios mío.

Harry se había reído hasta las lágrimas en el cuarto de baño de los Tomlinson y había sido una experiencia extraña pero divertida.

Pero ahora con las sensaciones que sentía cuando estaba con Louis; sentía desespero porque contrario al resto de las parejas que sabían que sí, uno de ellos moriría antes que el otro pero no pensaban en ello porque probablemente faltaban muchos, muchos, muchos años para que sucediera... Harry sabía que podía perder a Louis en una semana, o en dos, en un mes.

Quería pasar todo el tiempo que fuera posible con su novio. Quería dormir con él, bañarse con él, desayunar, comer y cenar con él. Incluso quería acompañarlo cada vez que le tocara medicarse con quimioterapia, pero el maldito trabajo no le dejaba hacer la mitad de esas cosas.

Ahora; las parejas normales tenían el privilegio de poder discutir. Diablos, incluso podían pasar enojados durante semanas enteras simplemente porque podían. Pero Harry y Louis? Nah. Ellos no podían hacer eso.

Harry creía que tenía todo muy bien controlado respecto a sus indiferencias pero algo sucedió y ese algo le hizo darse cuenta que no todo sucedía acorde a lo planeado.

**

No era un secreto que su hermana estaba enamorada del chico malo de su curso escolar. Harry lo había visto un par de veces y su sola mirada gritaba PELIGRO! Pero sabía que aunque quisiera no podía mantener a su hermana alejada de ese imbécil. Además se olvidó de la existencia de ese chico gracias a que estaba en un estado tal de éxtasis con Louis que ya empezaba a entender el comportamiento tonto de su hermana. Como sea, el chico se llamaba Zayn (eh? Nombre raro, apariencia rara y personalidad rara) y tenía como característica principal el hecho de que le gustaba la violencia.

Yellow Light / l.s AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora