JABÓN ━ ADRIEN Y TÚ.

03

Otro aburrido día, últimamente me he estado sentido mal, el común y terrible dolor de cabeza no me dejan concentrarme.

La enfermera del instituto dejó por un momento la pequeña libreta de notas para revisar mis ojos con una pequeña linterna. Abrí el ojo tanto como pude para que tuviera mayor facilidad, pero al primer contacto con la luz intentaron cerrarse.

Dejó de lado la linterna después de revisarme y me sonrió de forma amable, aun que en esos momentos no estaba de ánimo como para hacer lo mismo.

一bien, parece que todo esta en orden ¿segura que no fue alguna excusa para salir de clases? 一soltó unas cuantas risitas y giró sobre si para tomar del estante de atras algunos frascos con antibióticos. 一ten, si vuelves a sentirte mal tomate uno.

一gracias 一susurre tomando el frasco entre mis manos, para comenzar a examinarlo por cada parte de la etiqueta.

Ella tenia razón de cierta forma, no quería seguir en clases, en parte por que no quería molestarme en saber mis calificaciones y otra era por que, simplemente no era necesario estar ahí. Solo quería irme a casa y reflexionar sobre mi odiosa vida despues de lo de adrien.

一ya puedes irte, no vuelvas a menos que en verdad te suceda algo 一me dio una rápida mirada que capté al segundo y me levanté de la unica silla que se encontraba cerca de su escritorio. Era obvio que no volvería a clases, lo más probable era que solo me quedaría en la cafetería a esperar, faltaban menos de diez minutos para que la campana sonara así que Anna no tardaría en aparecer por aquí.

El portafolio se desplomó justo frente mío dándome un susto de muerte, su risa casi se escuchaba hasta china de no ser por que cubrió su boca al instante, le dí una mirada amenazante después de que se sentó frente mío, ella no paraba de reír así que decidí dejarlo y sonreír de mala gana.

一¿por qué te amargas tanto? 一me dijo divertida.

一sabes que no me gusta eso.

一trataba de animarte, te vi muy decaída ¿ok? 一rodó los ojos volviendo a acomodar las hojas que había dejado caer al suelo.

一¿te dejaron salir antes?

一el profesor nos dio cinco minutos de descanso, asi que no perdí tiempo y salí primero, ja ja. 一Asentí levemente apoyando mi codo en la mesa. 一¿y tún? No te veías enferma mentirosa.

一me aburrí.

一en ese casó hubieras hablado conmigo, ¿también te aburro?

一sí y mucho 一bromeé.

一ash te odio 一sonrió y se dispuso a guardar el portafolio en su mochila.

En pocos segundos el comedor fue llenándose a medida que todos llegaban para la hora de almuerzo. Fue que casi a lo último visualicé a adrien hablando con nino en una esquina, el moreno parecía concentrado en su tarea pero tampoco se perdía en la conversación con adrien.

一¿Que hace nino? 一pregunté aún sabiéndolo.

一trata de salvar el semestre.

一ah.

Los ojos del rubio, viajaban a todos lados menos a mí. Oh! Como me encantaban, si los mirabas de cerca podías ver el mismo bosque dentro, tanta luz en ellos pero tanta oscuridad en él.

Yo sabía que adrien no era feliz, yo era la única que lo sabía, hubo tantos secretos entre nosotros.

Maldición.

¿Como acabo así? ¿porqué tuve que hablar? Si éramos tan unidos, ¿por que nos separamos?

Y lo peor de todo es que a mi me duele mientras a él no le importa en absoluto.

一____... 一llamó anna haciéndome un ademán en mi cara.

一¿que?

一si sigues mirándolo de esa forma podrias llegar a comertelo 一río pero a mí no me hizo gracia.

一oye... se que es difícil, pero lo pasado es pasado. El no volverá.

Eso ya lo sabía.

Por fin llovía, lo estaba esperando. Me mantuve en la parada del bus, esperando.

Que pena que tuviera techado, pero igual las personas no lo disfrutaban. Decidí sentarme mientras el bus llegaba, normalmente se tardaba unos cinco minutos pero no tenía prisa.

El viento frío me llego de golpe al cuerpo, una oleada de escalosfrio se sintió de pies a cabeza, me abraze a mi misma en un intento de darme calor 一cosa que no funcionó 一y respire ondo. Pensé en mi cama y mi manta caliente ah... eso si era vida. Dormida no pensaba en nada, no sentía y menos tenía que preocuparme por algo.

Cada persona que pasaba venía de cierta forma, por ejemplo, la chica de rubio, a ella no le importaba la lluvia y seguia caminando tranquila con sus audiculares puestos, o el señor de traje negro, el hablaba por teléfono y corría al local mas cerca que tenía.

一¡¡_____!!一pegué otro susto y me lleve una mano al pecho sintiendo los latidos fuertes de mi corazón, oh maldito.

一vas a matarme idiota.

Él solto una carcajada y se sostuvo del hombro del moreno.

一hola ____, perdonalo ya sabes como es 一sonrió dejando a la vista sus dientes.

一no te preocupes Max, ahora sabemos por que nadie lo quiere.

一pero mira quién lo dice, a la que adrien frienzono por estar enamorado de otra chica. 一rodé los ojos descontenta, por que desgraciadamente dio en el blanco.

一ya ni siquiera me importa, puedes dejar el tema de lado.

一¿no te da curiosidad de saber quién es la chica?

一kim, ya callate 一dijo Max exasperado.

Di gracias por eso, no quería hablar mas sobre el tema, ya no quiero seguir atormentada al respecto.

Es qué, ellos no saben lo duro que es ver a tu ex mejor amigo feliz lejos de ti, mientras uno se siente tan mal preguntándose que error cometió. De un momento a otro ya no se hablan, ni una mirada, o algo que volviera a vincularlos, todo se fué.

一creo que mejor me voy caminando 一dije levantándome y tomando mi mochila para dar los primeros pasos, pero la maldita voz de kim volvió a resonar.

一¡admite que no lo superas! Yo veo como lo miras desde lejos, si no quieres seguir dañada haz algo.

一¡¡no es tu jodido problema!! 一ambos me miraron en blanco por mi repentino gritó, incluso se había escuchado en la otra esquina, me cruze de brazos frunciendo el seño algo enojada y volví a andar de nuevo.

Lo odio tanto, odio a la maldita escuela, a la clase, a esa chica que tanto ama adrien, pero en especial lo odió a el.

Me ilusione tanto, fui estúpida al pensar que tendria algo con adrien, debería morirme en éstos instantes.