»Capítulo 15.

9.8K 873 146
                                    

Raven

Después de darme un buen baño de agua caliente, me encuentro hablando con Noah acerca de nuestra respuesta en cuanto la guerra de bromas.

Mis hermanas están con sed de venganza porque me "atacaron" cuando estaba sola y desprotegida, por lo que preparamos una broma lo más rápido posible para que no se la vean venir.

(...)

Camino por la vereda hasta el lado correspondiente de mis vecinos y me siento a varios metros de distancia de su puerta, donde no me puedan decir nada acerca de la propiedad privada ni nada de eso.

Selecciono la canción que planeo escuchar y le subo el volumen a los parlantes que tengo en mi mano, la melodía de una de mis canciones favoritas inunda el patio delantero (y probablemente el interior también) de la casa de mis vecinos.

Carnada: Listo.

La puerta principal se abre luego de unos segundos de canción y la cabeza de un enfadado Theo se asoma por ahí.

—¿Qué haces? —creo que dijo.—¡Apaga eso! —¿algo así? No sé.

—¡No tengo ganas! —grito en respuesta, y a pesar de que esté a unos metro dudo que me escuche por el volumen de la música, porque yo definitivamente no lo escucho a él. Así que por las dudas me encojo de hombros mientras niego con la cabeza

Noto que Theo se da vuelta para hablar con alguien y luego tres cabezas más se asoman por su costado.

Cayeron por la carnada.

—¡Apagalo! —asumo que dijo, porque no escucho.

—¡Perdón, no te escucho! —grito con una sonrisa mientras hago una seña tocando mi oído y niego con la cabeza, sabiendo que no me escuchan por el volumen.

Veo como el estrés de las cuatro personas comienza a aumentar y le subo el volumen a la música aún más, provocando que finalmente Theo comience a caminar hacia mí.

Una sonrisa ahora malévola se extiende en mis facciones y el Clan Mercer sale de sus escondites con globos llenos de pintura diluída con agua en sus manos.

Cuando los globos comienzan a volar, Theo reacciona de manera rápida y me agarra del brazo, levantándome y pegándome a él, de forma que los globos me ensucien también.

¡Maldito!

Trato de alejarme, pero solo logro que me sujete aún más fuerte entre sus brazos.

¿Porque yo no pensé en atraer a alguno de ellos cuando me tiraban globos con agua? Que idiota.

No voy a caer tan fácil.

Me giro sobre mis talones y apoyo mi cara en su pecho, mientras lo abrazo y uso todo el peso de mi cuerpo para girarnos a ambos, dejándolo a él expuesto a las municiones que vuelan sin parar hacia nosotros. A pesar de que cambiamos, ninguno de los dos soltó al otro por unos segundos.

Esto se debe que ahora la pintura no solo no se detuvo, si no que ahora también cae del lado contrario, pegándole a mis hermanas y a la espalda de Theo, esto me da a entender que los Gillmore también se están defendiendo. Así que ahora ya no tiene sentido de que lado nos paremos, ambos estamos completamente manchados e indefensos.

—Te odio. —lo escucho susurrar cerca de mi oído

Esto podría ser un poco provocante si él no pareciera un payaso en la lluvia.

Numerosos VecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora