Numerosos Vecinos

»Capítulo 3.

Raven

Ya es de noche cuando entro a casa con Roscoe todavía tironeando de la correa.

¿¡Como es que nunca se cansa!?

Con dificultad, evito que patee, babee, rompa o empuje los muebles, pero un jarrón que mamá compró no pudo salvarse.

—¿Que fue ese ruido? —escucho una voz arriba.

Rápidamente, esa voz desciende por las escaleras hasta mi posición; Abbey.
Y de atrás de ella sale Cassidy.

—¡Cuidado! Hay pedazos de porcelana en todo el piso, aléjense. —les dije para que no salgan lastimadas.

—Okey...¡Yo sé como ayudar! —exclama Cassidy, para luego susurrar algo al oído de su par.

—¡Gran idea, no lo notará! —exclama Abbey y sale corriendo escaleras arriba, mientras Cassidy se mete en el pequeño cuarto que está debajo de las escaleras.

Saco a Roscoe afuera y agarro una escoba y una pala para barrer los restos del Jarrón Jao Ming de Mamá, según ella, el jarrón le daba un Feng-Shui perfecto a la habitación, así que lo adoraba.

En resumen: Estoy jodida.

Tiro los restos del "perfecto jarrón Feng-Shui" en la bolsa de basura junto a los restos de "la perfecta alfombra de tela árabe" quemada y "la perfecta hamburguesa" que comí de almuerzo ayer.

Vuelvo al comedor para encontrarme a Abbey y Cassidy mirando satisfechas a lo que sea que haya en la pared.

Esperen...
¿Lo que sea que hay en la pared?

Camino hasta las gemelas y me paro a su lado, descubriendo que habían dibujado el jarrón en un papel y lo pegaron con cinta a la pared.

"¡Son unas pequeñas genio! ¡Nadie lo notará!"
Dijo nadie nunca, pero tampoco es como ai pudiera materializar un jarrón nuevo, así que no vamos a arruinarles la ilusión.

—Ahora, ¿que hacen despiertas? —pregunto con el ceño fruncido mirando la hora en mi celular.

—¿Ya comiste? —pregunta Abbey.

Oh no, no la Táctica De Distracción™️.

—No me vengan con la TDD porque yo misma se las enseñé, además, comí pizza en lo de Sydney. —digo mientras las señalo a ambas con el dedo índice.

Ambas suspiran frustradas.

—Si, suspiro uno y suspiro dos, ahora díganme; ¿Que hacían despiertas?

—Noah estaba viendo una película de terror... Pero había una muñeca y quisimos ver, así que nos escondimos atrás de el sillón y ahora tenemos miedo de que venga a matarnos. —explica Cassidy con la mirada baja.

—¿¡Vieron una de las películas que mira Noah!? Dios, juro que le dije que las vea sola en su pieza para que no traume a las demás. —grito...pero susurrando, no sé, fue algo raro.—Esta bien...solo por hoy pueden dormir en mi habitación. —accedo y ambas comienzan a bailar y saltar en silencio, ya que que todos los demás están dormidos.

Las tres subimos a mi habitación y me acerco a un pequeño mueble que está situado bajo la ventana; mi tesoro.

—¿Que hay ahí? —preguntan al unísono.