CAPITULO 8

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EL VIRUS N

Todos están furiosos, y yo entre ellos, me siento tan molesta y me dan ganas de golpearlo, pero, yo también comparto parte de la culpa, yo cometí el error de dejarlo aquí solo con el virus, otra vez cometí el error de confiar en él.

—¡Merece ser exiliado!

—¡Mátenlo!

Las personas gritan todo tipo de cosas, y Derek solo está ahí sin decir nada.

—Yo creo que deberíamos llevarlo a una ciudad, atarlo a un poste y dejarlo a su suerte-dijo Terry.

—Pues sea lo sea que hagan, tendrán que hacerlo también conmigo-les dije, esto también es mi culpa.

—¡¿Qué?!--dijeron todos.

—También tendrán que torturarme a mí, yo también tengo que ver con esto

—¡¿Cómo?! ¡¿Qué hiciste?!—dijo Rebeca.

—Yo sabía que Derek había hecho un nuevo virus, y que planeaba usarlo, y creí haberlo convencido de que no, pero ya veo que no fue así

—Yo no lo hice-dijo Derek, todos lo miramos.

—Yo jamás le inyecte el virus a nadie, no fui yo

—¡¿Entonces quién?! ¡Nadie aquí sabía de tu virus! ¡No niegues lo que es evidente!—respondió Diego.

—Déjenme explicarles, ahora que están todos aquí, yo les contare lo que paso

—Te escucho, quiero saber qué fue lo que hiciste, o lo que no hiciste-le dije

—Sí, es verdad que hice este nuevo virus, el virus N, o el virus Neuronal, se supone que haría...

—No nos importa lo que haría o lo que hace, solo sigue—dijo Rebeca

—Este virus lo hice para nosotros, y precisamente porque sabía que estarían en desacuerdo conmigo no les dije nada, lo mantuve en secreto hasta que lo termine, y a la primera persona a la que se lo conté fue a Mila, pero ella me convenció de no usarlo, yo no lo iba a hacer, o mejor dicho no lo hice, cuando fui a buscar el virus el frasco en el que lo tenía ya no estaba, alguien lo tomo de una caja donde yo tenía varias cosas, y no lo encontré, yo no lo inyecte alguien debió...

—¿Dónde dices que estaba?-pregunto el doctor Adams, el cual parecía asustado.

—Entre mis cosas, junto con otras sustancias y...

—Yo lo tomé, Carlos se sentía mal y necesitaba una inyección, yo no la tenía y tuve que buscarla entre tus cosas, yo tome un frasco y se lo inyecte a Carlos

Todos nos sorprendimos, ahora entendíamos lo que paso, Derek es inocente, sin embargo sigue teniendo culpa.

El incómodo silencio invade el lugar, nadie sabemos que decir.

—Todo esto sigue siendo tu culpa, ¡por tu culpa ve lo que le hice a este hombre!

El doctor Adams se alteró demasiado, así que Rebeca y Diego lo llevaron a otro lugar para que se calme, los demás también se fueron con él, solo yo me quede con Derek, y me acerque a él para hablar.

—¿Vez lo que has provocado? Tú y tus malditos inventos—le digo mientras lo desato.

—¿Qué? ¿Por qué me liberas?

—No te libero, vas a ir a revisar a ese hombre y no sé cómo lo harás pero tienes que regresarlo a la normalidad

—No puedo hacer eso

RADIACTIVA II (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora