Capítulo veintitrés: Humor changes.

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La primera semana fue una normal, el embarazo de Louis iba bien, su cariño y necesidad hacia mí había aumentado, la tensión sexual estaba rondando el aire a cada segundo porque, claro, no podemos tener relaciones estando él embarazado, va a ser una tortura para mí, pero debo hacerlo, por mi precioso novio que tanto amo.
La segunda semana fue un poco más difícil, a Louis le daban antojos a cada momento que él quisiera y sus antojos eran demasiado extremistas y diferentes, si en un momento quería helado decorado al estilo Gourmet con frutos rojos alrededor después querrá papas fritas con mucha comida chatarra. Su estómago había aumentado un poco, casi nada, si una persona desconocida lo viera no creería ni le pasaría por la cabeza que está embarazado, mas yo lo notaba por el hecho que lo miro todo el tiempo y sé exactamente si algo cambia en él.
A la tercera semana ya me había vuelto loco, los cambios de humor eran insoportables, si a las 12.59 estaba feliz por la vida, a las 13.00 podría llegar a estar llorado, era demasiado extremista en ese sentido también junto con los antojos.

—Mi amor, quiero helado Gourmet de nuevo. —Sonrió con la sonrisa más brillante y feliz que le haya visto alguna vez, suspiré, era la tercera vez en el día que me lo pedía.

—Pero amor, ya van tres veces, ¿no puede ser otra cosa?

—¡No! Yo quiero helado Gourmet. —Comenzó a golpear levante la pequeña mesa, haciendo rabietas.

—Louis, no hagas eso, no nos queda helado.

—¡Entonces ve a comprar más flojo! ¡Quiero helado y no haces nada! No sé si lo sabes pero estoy embarazado ¡de ti! Debes hacerte responsable y si el bebé quiere helado yo también, ¡VE A COMPRARME HELADO! —Gritó lo último, me levanté con pesadez e intentando detener el tic que se había formado en mi ceja.

Entiendo que Louis esté embarazado y esos cambios de humor sean por eso, pero hay veces que en serio se pasa con las palabras y duelen, como hace dos días.

Estábamos abrazados, cariñosos y felices viendo una película romántica ya que Louis quería verla, no acostumbro a ver películas románticas pero si Louis querida verla yo la veré con él con gusto solo por el hecho de que es él, estoy seguro que con otro ni que me pagarán mil millones de euros lo hubiera hecho.
Louis me miró, besó cortamente mis labios y sonrió al separarse.

—Estaría así por el resto de mi vida. —Sonrió.

—También yo, pero si lo piensas será incómodo para mí ya que en 8 meses más tu estómago crecerá trayendo a mi hijo que por cierto también pesa por lo que aumentará de peso y moriré aplastado, también creo que tener un parto en mis piernas no será tan higiénico. —Frunció el ceño y dejo de mirarme.

—Eres una mierda. –Dicho eso se levantó y caminó a su cuarto, ¿estaba sorprendido? Mucho, ¿qué le pasa? — Ah, por cierto. — Se detuvo antes de entrar a su sala. — No quiero dormir contigo hoy, vete a tu casa, no quiero verte, por mi hoy te puedes ir a la mierda, rompe atmósferas. —Entró cerrando de un portazo su puerta que juro que pensé que rompería la pared.

Suspiré. Sus palabras a pesar de que no son completamente con intenciones malas, sino más bien los entendibles cambios de humor que tiene por el embarazo, pero creo que debería aprender a medirse en lo que dice, lo que acaba de decir me llegó, si es que lo hubiera dicho en serio yo lo hubiera hecho, me hubiera ido a la mierda.

Lo comprendo, el embarazo es algo difícil, pero es difícil para mí también soportar sus dolorosas palabras.
No sé cuándo fue que pasó pero ya estaba en la tienda comprando el helado, compré algunos frutos rojos y conos de helado.
Cuando volví Louis aún veía la película, pasé de largo sin mirarlo, debía calmar y reparar mi corazón un poco herido para enfrentarlo.
Suspiré y comencé a ordenar las cosas que compré para él, dos perfectas bolitas de helado con el cono sobre uno con chispas de chocolate, salsa de frambuesa y frutos rojos por todo el platillo. Sonreí ya que era el helado más lindo que había hecho, se lo llevé a Louis haciendo que su semblante molesto se fuera y sonriera.

—Gracias Harry. —Sonrió y me dio espacio en el sofá, me acosté y él se acostó sobre mí, comiendo alegre el helado que hice y compre. — Lo siento. —Lo miré sorprendido.

—¿Por qué?

—Por todo, mis cambios de humor son muy fuertes y a veces digo cosas feas, juro que cuando me doy cuenta de lo que dije nunca estás, ya que siempre lo digo después de una pelea de mis antojos, en serio lo siento. —Terminó su helado y dejó el plato en el suelo, se giró juntando nuestros pechos. — Debe soler aquí ¿no? —Acarició mi pecho y mordí mi labio. — En serio lo siento. —Apoyó su frente en mi pecho, mi pulso aceleró y sonreí, lo abracé, no puedo evitarlo, es demasiado lindo.

—Tranquilo, todo está bien. —Me miró y le sonreí.

—¿En serio? Temo que alguno de estos días por las palabras que no sé medir te vayas, tengo miedo de quedarme solo en esto, te necesito a mi lado, tal vez más de lo que yo comprendo, eres mi todo, te amo.

—También te amo, mucho y lo siento por tomarme todo muy a pecho, sé que solo lo dices sin pensar, aunque debo pedirte, por nuestra relación y mi amor por ti que es bastante, que pienses lo que dices, duele. —Suspiré desganado.

—Sí, lo siento. —Besó suavemente mis labios. — Juro que lo intento, pero esto me tiene mal, ya no sé si quiero tener este bebé, está cambiando mi personalidad.

—Jamás, en tu vida, vuelvas a decir eso. —Mi voz era firme y algo molesta. — Esto es algo que nos une, algo que demuestra que tú eres mío y yo soy tuyo, es nuestro bebé, tú y yo somos sus padres, vino de nosotros, nuestro otro yo pero más pequeño, si piensas en no seguir con esto, borra eso de tu mente, es lo mejor que nos ha pasado después de todo lo que hemos vivido.

—Tienes razón. Lo siento.

—Deja de decir lo siento. —Tomé con cuidado su rostro para besarlo, no dulce ni suavemente, apasionadamente, si no podía tener relaciones con él, por lo menos puedo besarlo así.

Nos separamos y sonreímos, Louis se acostó completamente sobre mí y no me di cuenta cuando nos quedamos dormidos.

Holaa, siento la demora, pero estas semanas he estado muy ocupada, vienen las alianzas en mi colegio y estoy en el baile femenino aparte que también tengo patinaje y son muchas horas que tengo ocupadas, pero ya les traje el capítulo 23, espero que lo hayan disfrutado.

United by fate {Larry Stylinson/Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora