United by fate {Larry Stylinson/Omegaverse}

Capitulo diesiseis: Mason.

Atención: Cambié el nombre del chico que se llamaba "Jensen", ahora es "Mason".
Disfruten.

~Hace tres semanas~

—Mason... —Dije en un susurro ahogado.

—Hola Louis. —Sonrió de forma sádica. ¿Por qué Mason está aquí?

—¿Q-Qué haces aquí?. —Mis voz apenas sabía, estaba confundido, asustado y lo peor... semidesnudo, en bóxers. Estaba atado y las cadenas estaban muy apretadas por lo que –con mi desesperación– me hacían heridas en mis muñecas, las dejaban rojas y sangraban un poco.

—¿Qué no es obvio? Yo te secuestré, estaba algo molesto porque cuando llegaba Styles, tu marica pareja estaba todo el tiempo rondando a tu lado, debía hacer algo para que se separaran, ¿qué mejor que acercarme a ti fingiendo estar arrepentido para que bajaras la guardia e intentaras molestarme "coqueteando" conmigo para luego tirarme? No soy estúpido amor, he estado tras de ti por 3 años, me enfurece que solo en 1 año, ese estúpido te vuelva loco. Necesitaba que pelearan y se separaran. —No entendía nada, estaba todo planeado... ¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo pude ser tan estúpido? Harry solo me protegía, intuía algo, intuía que Mason me haría algo, ¿Por qué no lo entendí?. — Al parecer lo logré porque hace tres días, cuando te secuestré, estabas llorando desconsoladamente. —Soltó una risa burlona. Las lágrimas se acumularon de nuevo, no podía creer eso, todo fue mi culpa. Mordí mi labio, las palabras no salían, algo lo impedía, tragué en seco cuando vi que se acercaba a mí. — Tranquilo, ahora estarás conmigo, te salvé de ese idiota, yo te haré más feliz. —Pasó su mano por mi cuello en una caricia delicada y fue bajando, cerré con fuerza los ojos, se sentía asqueroso, no lo soportaba, quería salir de ahí, quería que todo esto fuera una pesadilla y cuando despertara estuviera al lado de mi precioso novio... o ex-novio, no me importa, solo quería despertar al lado de Harry sintiendo sus agradables caricias, que me volvían loco, tranquilizarme diciendo que él estaba conmigo, que todo estaba bien, que no me dejaría, pero yo lo dejé. Siguió bajando la mano hasta llegar a mi entrepierna, me sobresalté e intenté escapar, no podía con esto. — Deja de moverte cariño, lo disfrutarás. —No lo haré, solo soy de Harry, tengo algo en mi cuello que lo prueba y me encanta. Seguí pataleando todo lo que pude –que bien que mis piernas no estaban atadas– hasta que sin darme cuenta patee el rostro de Mason. Me congelé, Mason era un sádico, no sabía que lo podría hacerme. — ¡MALDITO DESAGRADECIDO, MUERE MAL NACIDO!. —Golpeó con fuerza mi mejilla dejándola de inmediato roja, más lágrimas se acumularon en mis ojos, era un dolor punzante. — Te lo buscaste. —De su cinturón sacó una navaja y la enterró en mi brazo, grité ahogado, comencé a agitarme, estaba aterrado, ¿Dónde estás Harry?. — Ahora no te muevas más, te haré sentir muy bien. —Me tocaba, sus caricias me daban arcadas, me sentía mareado, mi cabeza dolía, estaba asqueado, mi garganta ardía, patalee nuevamente, no quería. Cuando se acercó a mí besando mi cuello lo mordí con fuerza sacándole sangre, debía evitar esto a toda costa. — ¡Aaagh! ¡Estúpido!. —Otra bofetada seguida de dos más. Mis mejillas estaban entre rojas y moradas. Harry... Ven.

—B-Basta... Por favor. —Una arcada vino a mí que no pude contener, vomité. Mi garganta ardía. Mason se separó de mí tirándome como si fuera un juguete que ya no le gustaba.

—No creas que estoy parando porque me lo pediste, solamente estoy cansado, ya verás la próxima vez. —Pateó mi estómago haciendo que vomitara de nuevo y me desmayé.

~En el presente~

Mason no ha venido a este oscuro cuarto desde entonces, la verdad me siento muy agradecido por eso.
Los síntomas de mareos y vómitos no se han ido, hay veces que también me desmayo, todo con el simple hecho de recordar sus manos sobre mi piel.
¿Qué estará pasando con Harry?.
Quiero verlo, mierda, tengo inmensas ganas de verlo, quiero que me perdone, quiero que vuelva conmigo, pero no sé dónde estoy y no creo que Harry sepa qué ha sido de mí, no he ido a clases en 3 semanas, estoy seguro de que está preocupado, después de todo estamos conectados de muchos sentidos.
Lo extrañaba, no saben cuánto.
Suspiré y miré la pequeña ventana que había en la habitación, por ella podía ver perfectamente la luna y en ella veía radiante la cara de Harry sonriendo, sonriéndome. Una lágrima corrió por mi mejilla y mordí mi mano evitando que cayeran más, últimamente estaba muy sensible y solo pensar en él me hacía llorar, aunque no podía evitarlo, lo amo después de todo.

El corte de mi brazo estaba feo, un poco infectado pero se estaba sanando y era lo que importaba. Miré mis heridas manos, imaginándome que Harry estaba aquí, tomando de ellas, reconfortándome, haciéndome sentir seguro, mis manos temblaban aunque era algo obvio después de la macabra persona tras esto.
Me sentía como la mierda, estas dos semanas me di cuenta que sí me había comportado como una completa perra. Si en este momento él estuviera conmigo lo único que diría sería "Te lo dije, pero eres mía, así que solo sé perra conmigo, porque me encanta, te quiero Louis" o algo parecido, ya que no está enamorada de mí, aunque yo sí de él y mucho.
Lo extrañaba, ven por mí.
Horas después Mason bajó con unos paños, de inmediato me intenté tapar, le había agarrado un gran temor, lo peor de todo es que soy omega, y los alfa normalmente me asustan.

—Tranquilo, solo vengo a limpiar tu vómito y traerte algo de comer. —Siempre hacía eso: venía, me tapaba con sábanas y me daba de comer, actos por los cuales jamás había dicho algo, pero ya no podía aguantarme.

—Este gesto no cambiará la horrible visión que tengo de ti, me das asco. —Él rió.

—No quiero que la cambies, quiero que me temas mucho, tanto que no tendrás las agallas de irte. —Mi miraba serio. Tragué un poco de saliva algo nervioso. — y en ese momento sabré que eres mío por fin.

—Jamás seré tuyo, soy de Harry. —Volvió a reír.

—Eso lo veremos. —Sonrió sádicamente y después de limpiar se fue sin darme de comer. — Suerte comiendo como perro, perra. —Me dejó ahí, desapareciendo de nuevo por esa tenebrosa pero –al ser mi única salvación– llena de luz puerta.