Arrepentida • Justin Bieber

Capítulo 1

"Otra vez, como todos los días"

Justin se sentó en una banca que estaba cerca de la entrada de la preparatoria como todos los días. Esperaría a su amada. Sonrió cuando pensó en ella. 

Tiene los ojos más bonitos que los míos han podido ver, pensó. Dibujó una tierna imagen de ella en su mente sonriendo. Y su sonrisa alegra mis días, agregó en sus pensamientos.

Sintió unos pasos atrás. Volteándose, se encontró con Víctor, un compañero de su misma clase que usa lentes y aparatos para los dientes. Mientras todos pensaban que se veía asqueroso, Justin le decía que se veía genial. Porque es cierto. Justin piensa que su amigo se ve muy cool.

—¿Sabes? —habló Justin—. Me gustaría ser cool algún día.

—Ya lo eres, Justin —respondió Víctor confuso por su inesperada confesión.

—No. Tú ya lo eres.

Víctor esbozó una sonrisa y se terminó marchando para dejar a su amigo esperar a ________ tranquilo. 

Cuando Justin la vio sus ojos se iluminaron. Se puso de pié y se quedó ahí.

—¡_______! —gritó alzando los brazos para que lo mirara—. ¡________! —repitió.

Ella lo vio y en su rostro se dibujó una expresión de terror. Trató de irse hacia otro lado fingiendo que no lo había visto, sin embargo él la alcanzó y la tomó del codo.

—Justin —dijo ella cuando lo miró.

Lentamente se zafó de su agarre.

—Hola _______ —saludó él con una amplia sonrisa—. ¿No me oíste? Te grité dos veces cuando llegaste.

—Uhm, no —mintió tratando de sonar normal.

—Pero si todos los días te espero donde mismo —le recordó, frunciendo el ceño.

_______ buscó en su mente alguna mentira para decirle.

Odiaba mentir, pero mentirle a Justin no le dolía ni se sentía culpable por alguna razón.

—No recordaba... vengo algo dormida.

—Está bien —dijo—. A la próxima te grito más fuerte.

Ella sonrió forzadamente. Todas las sonrisas que le ha regalado a él son falsas y sin emociones.

—No es necesario. Tampoco es necesario que me esperes todos los días en la entrada, estamos en el mismo salón, nos podemos saludar cuando llegue allá.

—No es molestia esperarte _______ —dijo sincero—. ¡Por cierto! Amo tu suéter, combina con tus lindos ojos —halagó.

—Gracias.

Caminaron hacia el salón. Cuando entraron, Víctor se volvió a acercar a Justin y _______ aprovechó para irse a su banca donde se sienta siempre junto a sus amigos.

—¿Otra vez molestándote? —le preguntó Nathan a ______, refiriéndose a Justin.

—Ugh, como siempre.

—Deberías ponerle un alto, amiga —sugirió Vita—. Algún día te terminará violando.

—No quiero ser grosera con él... —murmuró dedicándole una mirada.

—Dios. Justin está súper guapo —habló Samantha—, si no fuera tan raro y acosador caerías a sus pies ________... —rió.

—Ya sé que no está nada mal —bufó ______—. Pero su carácter la caga todito. Me cae mal. ¡No entiende que necesito espacio! 

—¡Si no se lo dices no se detendrá, ________! —exclamó Nathan poniendo los ojos en blanco.

—A menos que te guste que te esté molestando —añadió Samantha.

—Él está mal de la cabeza, está loco, claro que no le gusta que la esté molestando todo el maldito día —gruñó Nathan.

_______ finalmente puso atención a la clase cuando la profesora llegó, queriendo olvidar el tema de su acosador.