Capítulo 30: Jaxon, hay algo que debes saber...

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Capítulo 30: Jaxon, hay algo que debes saber...

Narra Zoe:

Aprisionaba mis piernas con mis brazos, mientras me mecía sobre mi cama. Mi mirada sólo se quedaba estancada en la alfombra color crema del piso de mi habitación y es que eso parecía ser lo único normal en mi vida, apreté los dientes mientras los recuerdos volvían a mi mente, hace dos días, haces dos días mi madre supo la verdad. La persona que por tanto tiempo necesité y que por fin estaba llenando gran parte de mi corazón había descubierto ese lado oscuro mío.

Y es que aún recuerdo su rostro, sus gestos, el temor y el horror en su mirada, ella tenía miedo, tenía miedo de mí y es lo que más me duele, no volvimos a dirigirnos la palabra en todo el camino de vuelta, no me atrevía a mirarle a los ojos, solo permanecí en aquel auto con esa manta cubriendo mi cuerpo, al llegar a casa el rostro de Tony se descompuso al verme y luego verla a ella, comprendió al instante lo que había sucedido y por más de que me pidió explicaciones no pude dárselas, no he podido hablar con él ni con nadie aquí dentro.

Mis esfuerzos por parecer normal en la escuela eran inútiles y hasta Jaxon sabía que algo no andaba bien conmigo sólo que intentaba darme espacio y se lo agradecía. Lo único que me hacía sentir mejor y con la única persona que podía desahogarme estaba a miles de kilómetros de aquí, pero por lo menos el escuchar a Evy a través de un móvil me hacía sentir más tranquila.

- Debes hablar con ella - su voz sonó apagada y algo cansada, sabía que allá apenas y era de día cuando aquí la oscuridad de la noche comenzaba embarcarnos y con esto el temor de la luna llena, sentía aquellos dolores de cabeza y esas ganas de vomitar en mi estómago, cualquiera diría que ando con todos los síntomas del embarazo pero en realidad son sólo los previos a lo que será mi transformación.

- No creo estar lista - respondí, ella chasqueó los dientes y ya me la imaginaba mordiendo su lápiz tirada en su cama y pensando en que decirme.

- Zoe, aunque suene extraño decirlo, esa mujer es tu madre, y se ha esforzado mucho porque tú te abras con ella y te le puedas acercar - suspira mientras yo comienzo a temblar - quizás no fue la mejor manera en que se enterara pero si hablas con ella estoy segura que te aceptara - termina de decir con entusiasmo.

- Ojalá todo fuese así - me siento apenada, sin ganas de nada. Esto se tornada personal, demasiado personal, al principio pensé que era algo en contra de Jaxon, que quizás en algún momento hizo algo que hiciera enfadarlos pero ¿yo? ¿Qué tenía que ver en todo esto? Supongo que el que sea su novia influía pero en todo caso lo hubieran tomado contra mí pero no contra Eliza.

- Ahora me voy sí, Nathan está aquí - al escuchar aquello abrí los ojos como platos, no, no otra vez ese imbécil no.

- Evy, por Dios, no me digas que otra vez - dije con evidente molestia, ella bufó y ya la veía cruzada de brazos y maldiciendo en voz baja.

- No Zoe. Te prometí que no volvería con él y no lo haré, he aprendido a tener respeto conmigo misma, eso sin mencionar que ahora tengo a un vampiro en la mira - sonreí como una tonta al escucharla, ella siempre lograba sacarme una sonrisa pero eso no evitaba que me preocupe por Nathan, el imbécil de Nathan es un jodido abusador, idiota y manipulador, el peor imbécil que he conocido en este jodido planeta y para colmo el único chico del que mi mejor amiga se enamoró, duraron aproximadamente un año aunque luego de terminar se reunían cada semana para "hablar" , la utilizo a su antojo, llenándole la cabeza de puras babosadas y promesas estúpidas que nunca cumplió pero la gota que derramó el vaso fue cuando el muy hijo de Satanás le levanto la mano a mi amiga, la abofeteó un día estando borracho, Evy y yo habíamos ido a una fiesta donde, oh sorpresa, estaba ese imbécil agarrando con una chica, en ese entonces Evy no era la chica fuerte y decidida que es ahora , en el tiempo oscuro que vivía enamorada de Nathan ella era solo una chica enamoradiza pero solo faltó que ese imbécil la golpeara para poder abrirle los ojos, claro está que luego yo lo golpee a él y le dije que nunca más se le acercara, lo que me indica que aquella amenaza no funcionó del todo ya que ahora estaba con ella, otra vez.

Jaxon LawrenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora