Capítulo 23: Oportunidades

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Capítulo 23: Oportunidades


Mi pierna tiembla sin cesar bajo la mesa, estoy nerviosa muy nerviosa y para mi desgracia él lo sabe. Su mirada y cada gesto que me da, me lo dice. La camarera me trae un batido de fresa con leche y a él simplemente un chocolate caliente, se lame los labios cuando siente el sabor amargo de su bebida, la pidió sin azúcar y sólo le ha echado canela encima. Su mirada penetrante me examina a cada instante y la incomodidad que siento es innegable.

- Entonces tu eres de Canadá – trato de que mi voz sea lo más convincente posible, necesito sacar la mayor información posible sobre él o esto no habrá valido la pena. Pongo mi celular en silencio y me dispongo a beber mi batido, él no quita la mirada de mi boca con cada sorbo que doy de la pajilla, tomo una servilleta y me limpio el restante sobre mi boca - ¿Tu familia es de allá?

- Digamos que la familia de mi madre sí, pero mis padres nacieron aquí en Oak Mind - su voz es gruesa y los latidos de su corazón llevan un sentido constante, parece no mentir hasta el momento. - Viví en Canadá casi toda mi vida hasta que decidí volver aquí.

- ¿Y por qué volviste? - sale abruptamente de mi boca. Donovan entorna los ojos y da otro sorbo a su bebida.

- Asuntos personales - responde cortante, coloca sus codos sobre la mesa y entrelaza sus dedos - Y dime Zoe, ¿Tu porque volviste aquí? ¿Por qué dejar Francia?

Trago saliva y acomodo mi cabello por el lado derecho de mi hombro.

- Lo mismo, asuntos personales - sonrío con los labios pegados. - ¿Tienes hermanos Donovan?

- No, no los tengo- ladea la cabeza y su mirada recae en mi cuello haciéndome estremecer de pies a cabeza - ¿Y tú Zoe?

A mi mente llega la imagen de aquellas personas que dicen ser mis padres. ¿Habrán tenido más hijos? Aunque supongo que eso no debe de importarme.

- Si, uno. Se llama Tony - respondo. La puerta de vidrio se abre haciéndome pegar un brinco, tengo los nervios de punta, me siento intranquila y eso es algo que Donovan no ha dejado pasar, está analizando cada uno de mis movimientos, por más que intento percibir su aroma no puedo sacarlo, es muy extraño porque de cierta manera me resulta familiar, sé que no es un licántropo pero a la vez algo en el me pone en dudas, su forma de ser, el color de piel, sus facciones, los latidos de su corazón, el aroma que desprende de él, y el aura oscuro que sobresale de todo. - ¿Qué te parece Oak Hills?- juego con mis dedos sobre la mesa. Achica sus ojos estudiando mi pregunta y se acomoda sobre el asiento.

- Vamos Zoe, dejemos de tantos rodeos, sé que esa en realidad no es tu pregunta - trago saliva y me enderezo, sus ojos tienen un toque verde muy potente alrededor de su iris oscura, no puedo dejar de verlo como si de alguna manera me hechizara poco a poco - ¿Zoe?

Pestañeo rompiendo el contacto visual con él - Emm no yo ... No quería preguntar otra cosa - farfullo.

Estira sus brazos y hace sonar sus dedos haciendo que un ruido espantoso llegue a mis oídos - Seamos claros Zoe - me remuevo en mi lugar - Sé que no aceptaste está cita sólo porque te agrado, ¿Qué es lo que quieres saber de mí?

Ahogo un jadeo y miro hacia mis manos, esto fue una mala idea una pésima idea y me detesto por no haberle hecho caso a Evy cuando me lo advirtió.

- ¿Qué... Yo ... No - tartamudeo quedando como una patética - ¿Sabes qué hora es? - es lo único que me atrevo a preguntar, pero él niega.

- No tengo celular - frunzo el ceño porque eso no se lo creo. Además, sé que tiene un reloj pequeño en la muñeca derecha, pero por alguna razón parece ignorarlo y responderme de la forma más estúpida.

Jaxon LawrenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora