Le enseñé la foto desde mi teléfono y ella guardó silencio un momento. — Lo está superando, y yo debo hacer lo mismo. — Dije sin más demora para comenzar a armar mi equipaje.

El vuelo saldría al día siguiente a las cuatro de la tarde, me iría hasta Londres sin saber que me esperaba, me marcharía sin decirle adiós al chico que tanto amaba. Lloré hasta dormirme esa noche, con las mejillas y la almohada empapadas de lágrimas saladas, porque no quería dejarlo todo atrás.





Hunter's POV.


Desde el comienzo, Maddie fue como un ladrón en mi vida.

Sí, se robó mi corazón. Yo era una simple víctima de sus penetrantes ojos y de su frágil alma que pedía ayuda. La dejé ver partes de mí que nadie había descubierto antes, ni siquiera yo mismo.

Ella estaba dañada, estaba rota, y yo con cada roce y palabra, la ayudé a recuperarse, a unir las partes quebradas de su ser.

Y ahora, me había dejado. Había dicho cosas que nunca pensé que diría antes y yo solo me preguntaba, ¿Acaso había tenido suficiente de nuestro amor? ¿De verdad era el final de lo nuestro?

En mi interior deseaba realmente que estuviéramos pasando por un corto y mal momento, y que de verdad podríamos aprender a amarnos nuevamente. Lo nuestro no podía terminar así, debíamos estar juntos, estaba escrito en todas nuestras cicatrices, en lo más profundo de nuestros corazones.

Estaba tan molesto con ella, tan cabreado de sus actitudes. ¡Era tan extraña! ¿Cómo podía tirar todo lo nuestro a la basura? ¿No se daba cuenta de que me tenía loco por ella? ¡Estaba jodidamente enamorado de Maddie! Pero ella tenía que proponer nuestra ruptura, mirarme con sus ojos llenos de lágrimas diciéndome lo contrario y luego marcharse.

No podía culparla completamente, yo tampoco la detuve aquella mañana, yo la dejé ir. Y ya saben el dicho, solo sabes que la amas cuando la dejas ir.

Me fui con mi familia a Arizona por el cumpleaños de mi abuela al día siguiente de nuestra ruptura, y de coincidencia, Kalani también se encontraba allí visitando a su familia. Le conté todo y ella me dijo que debíamos hablar y arreglar las cosas cuando yo regresara, que Maddie había roto conmigo por el estrés de su trabajo y que en verdad me amaba tanto como yo a ella.

Luego salimos con Blake, Kalani y otro grupo de amigos de Arizona, todos eran mis viejos amigos y los extrañaba, por lo que me ayudaron a distraerme y a evitar sentir ese dolor en el pecho que aparecía cada vez que pensaba en Maddie.

— ¡Hunter! — Apareció Kalani para despertarme un día domingo por la mañana en mi casa, lo que me pareció extraño, pues jamás la había invitado a mi casa en Arizona. — Tienes que regresar a California, ahora mismo.

Me refregué los ojos. — ¿Qué? — Pregunté confundido.

— Maddie se va a Inglaterra, y no creo que vuelva pronto. — Me explicó haciendo que mi corazón se detuviera por un segundo, dejándome sin palabras. —   Debes detenerla y decirle cuanto la amas.

— No puedo hacer eso... — Dije triste. — Ella se va por algo y debe ser importante.

Kalani suspiró cansada. — ¿¡Y a quién demonios le importa!? — Exclamó. — Mira, si logras alcanzarla y decirle que la amas, entonces la tendrás de vuelta.

— ¿Cómo lo sabes? — Pregunté.

Ella sacó su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón, para luego buscar algo en él. Cuando me mostró la larga conversación que había tenido Maddie la noche anterior, le quite el teléfono de las manos para leerla.

FRAGILEWhere stories live. Discover now