three

2.9K 246 25
                                        

Maddie's POV

Una semana pasó desde mi pequeño colapso nervioso en el que mi estómago me jugo una mala pasada, y me salvó de ir a beber chocolate caliente, pero como era de esperar, mi madre supuso que me había intoxicado con algo que comí, nada más grave que eso.

Tuve que ir a Nueva York para seguir filmando algunas partes de la película "Sister" que Sia estaba dirigiendo. Viajé con mi tía, ya que mi madre tenía que permanecer en Los Angeles con mi hermana menor.

No veía a Sia desde hace varios meses atrás, cuando aún no pensaba en perder algo de peso, cuando aún no había decidido dejar de comer. Por lo tanto, apenas me vio, quedó boquiabierta. No es tan común que una niña cambie tanto solo en un par de meses.

— ¿Qué pasó contigo? — Me preguntó impresionada apenas me vio. Me pareció extraño que alguien notara mi cambio, ya que nadie lo había hecho últimamente. Además, me había anticipado a esto y cubierto con bastante ropa holgada para que no se viera que había perdido seis kilogramos y medio.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Me hice la incomprendida.

— Estás muy pálida. — Me miró preocupada. — Tu rostro luce cambiado, mucho más delgado y tienes bolsas debajo de los ojos. — Se cruzó de brazos. — A mi no me engañas Maddie, ¿Estás enferma? ¿Pasó algo grave en casa?

— No Sia, tranquila. — Intenté calmarla. — He estado trabajando muy duro últimamente y por eso luzco así, cansada. Pero me encuentro perfecta para filmar esta película.

— Esta bien. — Dijo insegura. — Hubo un pequeño problema y comenzaremos mañana, ahora ¿qué te parece si vamos a comer algo? — Me preguntó emocionada.

— No tengo demasiada hambre ahora mismo...— Mentí nuevamente.

— Maddie, será mejor que vayas. — Mi tía se incorporó a la conversación — No haz comido nada desde que estábamos en Los Angeles.

Ya no tenía salida, ahora debía acompañar a Sia a almorzar y no tendría otra opción que comer. Mi mayor terror. Hice caso y dejé que Sia decidiera, quiso ir a un restaurante italiano. Lo primero que pensé fue en la gran cantidad de carbohidratos a los que me tendría que enfrentar.

Cuando pusieron un enorme plato de espagueti en la mesa, en frente de mí, comencé a ponerme más nerviosa. No comía este tipo de cosas hace mucho, ahora habían reemplazado los carbohidratos por ensaladas, y esto definitivamente no se podía comparar con una liviana y poco calórica ensalada.

— Maddie, se va a enfriar. — Me dijo mi tía sacándome de mis pensamientos.

— Sí, lo siento. — Respondí rápido mientras envolvía al tenedor con algo de espagueti. Luego de dudar un par de segundos, tuve que comer. No quería que todo terminara allí, debía arreglármelas para no ser descubierta.

Y comí casi todo, hasta que mi estómago dolió, pues no estaba acostumbrada a almorzar. Cuando llegamos al hotel, mi tía y yo nos acomodamos, y desempacamos nuestras maletas, pero luego ella fue a la tienda de comestibles, pues estaríamos allí una semana completa.

A penas desapareció por la puerta me quité la ropa y me miré en el espejo. Me veía gorda, y podía sentir como todo el espagueti que había comido se transformaba en grasa. Comencé a llorar mientras intentaba sostener entre mis dedos la invisible piel sobrante, que para ese momento parecía real.

Fue cuando decidí provocarme el vómito por primera vez, metí mis dedos hasta el fondo de mi garganta y me deshice de todo lo que había comido, hasta que ya no podía sacar nada más de mi estómago. Quedé sorprendida, pues no pensé que sería tan fácil, aunque probablemente fue así porque ya tenía nauseas, como era siempre luego de que comía algo.

FRAGILEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant