- No lo creo - sonreí

- Pues créelo - esta vez fue Bastian quien salía del pasillo quien hablo - Nos ha interrumpido el muy cabron 7 veces y hasta me regaño por dejarte ir sola a Lafayette - levanto el teléfono que tenía en la mano y lo acerco a su boca - ¡ELLA NO ES UNA MALDITA CRIA! - le grito al teléfono y me lo paso - Habla con él, no lo soporto más. - Con cara de desconcierto tome el teléfono y me lo lleve a la oreja.

- Hola - dije

- ¡¿COMO PUDISTE IR A VER A ESE HOMBRE QUE SOLO TE HIZO LLORAR?! ¡VOLASTE A OTRA CIUDAD PARA VERLO!- tuve que separar el teléfono de mi oreja porque sus gritos eran fuerte. Mi rabia se hizo presente y me dirigí hasta la habitación.

- ¡¿PERO QUIEN MIERDA TE CREES?! - Le grite al momento de cerrar la puerta de mi habitación - ¡Acaso te volviste loco! - eso fue más una afirmación que pregunta

- ¡ERES MI MUJER KATHERINE! - me grito

- ¡¿Tu mujer?! - pregunte incrédula - ¿Soy tu mujer ahora que fui a reencontrarme con mi hermano después de muchos años y Don Aaron se colocó celoso?. ¿Soy tu mujer solo cuando hago algo que no te gusta y me reclamas?, ¿¡Esa es tu maldita excusa!?; pero ¡¿dónde estaba esa misma excusa todo este tiempo que has estado allá?! Todos estos días sin un púdrete de tu parte y ¿¡Ahora soy tu maldita mujer!? - le grite - Dime una cosa ¿que soy para ti? - le susurre

- ¿Tu hermano? - pregunto

- ¿Acaso fue lo único que escuchaste? - le pregunte con voz neutra - Fui a ver a mi hermano -

- Katherine yo... - lo corte

- No quiero excusas Aaron, ya veo que te debo de dar celos o hacer algo que no te gusta para que puedas notarme, tengo que hacer cosas "malas" para que me consideres, en palabras tuyas, como tu mujer; Matthew lo hace mejor que tú, todo este tiempo solo ha estado pendiente a mí, así sea para decir hola, pero el Don dueño del universo, un maldito cabron que solo piensa en sí mismo ni siquiera le ha dicho un púdrete a la persona que está proclamando como su mujer, ¿Sabes? tu hermano invento mil y un excusas del porque nunca pasabas al teléfono, trabajo tan duro y eso que tiene fama de mujeriego, pero en cambio tú, solo apareces en el momento que quieres, tomas lo que quieres y después me tratas como tu maldita basura... Arregla tu mierda Aaron y averigua que es lo que quieres que mi paciencia tiene un límite y no estoy para tonterías, Los malditos juegos de niños no van conmigo. Buenas noches - le colgué.

Al momento de cerrar la llamada un gran peso cayo de mis hombros; en esos momentos me di cuenta que tal vez necesité decirle eso a Aaron, entendía que puede que tenga motivos para actuar así conmigo pero tampoco estaba dispuesta a tolerar ese tipo de escenas como las que me hizo por teléfono.

Fui a darme una ducha y a colocarme cómoda para ir a dormir, tuve la leve intuición de que Andrea estaba haciendo de las suyas en el sofá y lo que menos quería era interrumpir. Luego de colocarme cómoda, me acerque hasta el arreglo florar que me había regalado Mathew y acomode un poco las flores; a pesar de haber pasado varios días, se mantuvo hermoso.

Me dirigí hasta la cama y tome mi celular, me debatí en llamar o no Matthew hasta que al final me atreví. Al segundo tono contesto mi llamada.

- Pero que grata sorpresa pequeña - contesto con voz alegre

- Hola Matthew, ¿Cómo estás? - le pregunte tratando de sonar lo más casual posible

- Muy bien pequeña, todo en orden - suspiro - Me contaras que hacías en Lafayette - pregunto en tono aparentemente relajado

- Claro - sonreí - A eso llamo -

- Soy todo oído - me dijo

- Conocí a mi hermano - se hizo un largo silencio en la línea que me hizo dudar - ¿Sigues ahí?-

Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)Where stories live. Discover now