Capitulo 8

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Es sólo mi asistente personal. Eso era lo que repetía en mi cabeza desde que bese a Katherine. ¿En qué demonios estaba pensando cuando la bese? Si consumiera drogas les echaría la culpa pero no aplica en este caso.

Por enésima vez volví a caminar por mi habitación hasta el ventanal viendo como caían las gotas de lluvia, no es preocupación es sólo educación, no se confunda, fueron mis palabras en el mensaje que le envié, ¿educación? Y una mierda, por supuesto que me estaba preocupando por ella. En mi mente aún estaba la imagen de ella llorando desconsoladamente en mis brazos; recuerdo como se aferraba a mi inconscientemente y como su cuerpo se sentía tan bien al lado mío, recuerdo probar esa boca en la forma tan dócil en que me recibió, cada parte de mi cuerpo reacciono ante el recuerdo, no vayas por ese camino o tendrás que utilizar a Manuela. Me obligue a alejar de mi mente ese tipo de pensamientos, por Dios, parecía un adolescente por el tipo de reacción de mi cuerpo por sólo un beso, ese día, cuando ella se fue, mi polla dolía y un dolor de pelotas no es bueno en ninguna circunstancia.

¿Qué tenía ella? Era una de las preguntas que me hacía mientras volví a pasar por el frente de mi cama. ¿Porque no reaccione así mientras estaba con Rebecca? Maldije. El simple pensamiento en esa mujer me colocaba de mal humor, pero aunque no quisiera pensar en ello, la mujer que estuvo conmigo por casi 4 años no me produjo ni la mitad de lo que me produjo Katherine en un beso. Y ahí estaba de nuevo mi polla llamando la atención sólo con el simple recuerdo. Maldita sea.

A las 11 de la mañana llegue a mi oficina, casi 3 horas tarde me recordé, pero he ahí las ventajas de ser el jefe y dueño, además, la ciudad tenía un pésimo clima. Salí del ascensor y camine hasta mi oficina, mire hacia el escritorio de Katherine y no la encontré ahí. ¿No le dije que la quería a primera hora aquí? Mi mal humor se intensificó.

20 minutos después vi como venía caminando Katherine hasta su escritorio. Venía con una falda de lápiz color rojo y una camisa blanca, su cabello estaba mojado y caía suelto. Su mirada pasó de la bolsa que tenía en las manos hacia mí sorprendiéndose. Se veía hermosa.

- Sr. Blair -

- A mi oficina - le ordene antes que pudiera decir algo más

Camine hasta mi oficina, me saqué mi saco y lo dejé en el perchero y me senté detrás de mí escritorio. Segundos después Katherine estaba enfrente a mí tratando de acomodar su cabello, déjatelo así mujer, quise decirle.

- ¿Sabe hace cuanto la llevo esperando de pie? ¿Acaso no le dije ayer que la quería aquí a primera hora? - pregunté con mal humor

-Lo siento señor - esa última palabra en su boca hizo que mi polla despertara olvídalo Aaron - Llegue aquí a las 8 de la mañana, si quiere puede confirmarlo en portería y tuve... - antes que continuará la corte.

- ¿Cree usted que tengo necesidad de ir a preguntar si llego o no a las 8? - pregunté -

- No señor, perdone - me dijo y al parecer quedó aprendida la lección de no bajar la cabeza

- Aquí la cuestión es ¿Porque demonios no estabas en tu puesto de trabajo y tuve que esperar por 20 minutos que aparecieras? - Levante un poco la voz

- Porque... - le interrumpí

- No quiero excusas - le dije - Comencemos a trabajar.

- Cabrón - aunque lo dijo muy bajito alcance a escucharlo

- ¿Tiene algo que decir? -le pregunté levantando una ceja y viendo como su rostro se tornaba de un color rojo. Te pille.

- Nada señor, comencemos - me dijo y le señale que tomara asiento frente a mí - Para el día de hoy está la reunión con el presidente Elijah Wood de Telecomunicaciones Wood a las 2:30, los informes están listo y frente a usted está una de las copias, en la reunión cada uno tendrá una copia que ya están ubicadas en la sala de juntas; la Señora Rebecca Taylor ha estado pidiendo una cita con usted desde esta mañana y por ultimo a las 4:30 lo visitara el señor David Steel - termino

Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora