Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)

Capitulo 10

Era lamentable. MUY lamentable.
"¿Espero que te encuentres bien, mejórate, cuídate?". Llevo una hora en la entrada de su departamento y no pude decirle que saliera. Estuviera mi hermano o Bastián aquí y me estarían dando la paliza de mi vida. Yo no era así, tan indeciso, pero con ella me estaba volviendo... ¿Blando?; Lo que diferencia a mi hermano de mi es que él es un poco más relajado y mujeriego, huye muchas veces de las responsabilidades a diferencia de mí, el control es parte importante de mi vida y huir de algo está fuera de mis planes, sea cual sea la situación, pero hoy ni siquiera enfrente a Katherine, ni siquiera le dije que saliera. Patético.

- Llévame a casa Patrick - le dije a mi chofer

- Si Aaron - dijo Patrick. En esas vi que el carro de mi hermano aparcaba en frente del mío. Se bajó del carro y camino hasta donde estaba. Mierda.

- Buenas noches Patrick - lo saludó asomándose por la ventana del conductor - Vaya, vaya, pero mira que mi hermano apareció por estos lados - decidí salir del carro y me sitúe frente a Matthew - ¿Que te trae por aquí hermanito? - el muy maldito se estaba burlando de mí

- Quería saber cómo seguía Katherine - le respondí metiendo las manos en mis bolsillos - ¿y tú? - le devolví la pregunta

- Tengo intenciones parecidas a las tuyas - comenzó a caminar al rededor mío con una sonrisa burlona en su cara - Tengo asuntos pendientes con NUESTRA chica - hizo énfasis en la palabra nuestra Cabron - Ya que mi querido hermanito, la jodido bastante y ahora no quiere siquiera tratar conmigo - Estaba burlándose de mí, pero en su mirada se veía el enojo

- ¿Y a ti que mierda te importa si lo arruine o no? ¿Qué es lo que quieres con ella, si solo es un coño delicioso? - le pregunte acercándome hacia mi hermano mirándolo a los ojos

- No tengo ni puta idea de lo que siento por Katherine, pero no me he sentido así por nadie en la vida, verla enferma y llorando no me gusta para nada, me enoja, esa mujer en menos de un mes ha hecho lo que una no pudo en años y sabes a que me refiero... -

- ¡NO LA MENCIONES MALDITA SEA! - estalle y lo cogí por la camisa

- ¡MALDITA SEA HERMANO! - se zafo de mi agarre y me empujó - Supéralo, ya es hora de que lo hagas, por ella te has vuelto un cobarde - iba a protestar, pero me contuve

- ¡Ni se te ocurra decir una puta palabra! y si la voy a mencionar porque Rebecca nunca me provoco ni la cuarta parte de lo que la mujer que esta allá arriba me produce y a diferencia tuya, no seré un cobarde e iré tras la mujer que yo quiero - y salió caminando hasta la entrada del edificio

Maldecí. Aunque no quiera aceptarlo mi hermano tiene toda la razón. Desde Rebecca me he convertido en un cobarde y por primera vez no sé cómo llegar hasta una mujer; Katherine también me provoca cosas que Rebecca nunca hizo y esas sensaciones sé que se pueden convertir en algo más fuerte y quiero huir de ello. No soportaría que pasara dos veces.

- Vamos a casa Patrick - Le dije que a mi chofer que estaba de pie al lado del carro

Una vez en mi casa me tire al sofá con una botella de Vodka en mis manos. Quería desconectarme de Katherine por medio del alcohol, apagar los impulsos que ella me provoca, me estaba auto torturando, pero sé que mi hermano esta junto con ella y en el mejor de los casos estarán en la cama. 5 vasos de vodka no pudieron aguantar mi necesidad de al menos escuchar su voz, de saber cómo estaba y que me corten la polla si digo que no me estaba muriendo por verla, esa mujer iba a ser mi perdición, si Rebecca en mi vida fue un demonio, Katherine vendría siendo un ángel, un ángel que podría convertirse en diabla. Nuestra ángel. Nuestra diabla.

- Contesta, contesta - comencé a susurrar con el teléfono en mi oreja. Al final el alcohol no logro el efecto que esperaba y terminó dándome el valor que necesitaba.