11

12.8K 1.1K 196
                                    

Martes, 16 de Mayo.

Harry vio como la mujer deposito un beso en la mejilla de su hijo, y luego lo abrazó sin recibir respuesta. El muchacho se marcho luego de que su madre terminara de apapacharlo y ella se fue en dirección contraria. Harry no perdió oportunidad y fue tras ella, siguiendola a una considerable distancia. Observó como terminaba de entrar a su casa, y cortó la distancia que quedaba hasta llegar a ella, y tocó pacientemente la puerta.

El ojiverde sabia que la única forma de hablar con la madre de Louis, sin que él estuviera presente, era en horas del colegio. Y aunque se lamentaba por haber faltado, por el simple hecho de no ver y velar por Louis. Pero era algo que tenía que hacer. Tocó de nuevo la puerta, mientras mirada detenidamente sus zapatos, hasta que fue atendido por aquella mujer de cabello castaño.

 —Hola cariño, ¿Qué se te ofrece?—Preguntó la mujer con dulzura. 

Harry no pudo evitar sonreír por su reconfortante tono de voz. —Soy un amigo de Louis, y quería hablar con usted—Dijo simple, pero sin sonar grosero. La mujer parecía haber sido bañado por sorpresa con un balde de agua helada.

—¿Louis... es tu amigo?—Cuestionó sin poder creerlo, y Harry asintió orgulloso. 

—Él es mi amigo, pero yo no estoy seguro de ser el suyo— Bromeo Harry, pero en su tono de voz hubo un filo de verdad. Que tal vez dolía.

La mujer río sin gracia y lo hizo una seña invitandolo a pasar. El muchacho gustoso acepto.


—¿Quieres algo para tomar, cariño?

Harry negó con una sonrisa en sus labios, ella asintió y ambos tomaron asiento en el extenso sofá del salón.

—Primero que todo, mi nombre es Harry Styles.

—Un gusto, cielo. Yo soy Johannah, pero puedes decirme Jay, asi solía decirme Louis—Harry pudo notar el dolor en sus palabras, y llevó una de sus manos y la colocó sobre la de Johannah, brindandole apoyo.

—Yo sólo quería saber más sobre Louis. ¿Por qué se comporta así? Él realmente me importa—Harry relamió sus labios un poco incomodo por lo que acababa de decir, pero aun así no se arrepentía. Su cuerpo sentía una fuerte carga eléctrica que lo recorría de pies a cabeza, cuando Louis estaba cerca. Tal vez ya era hora de aceptar que Louis le gusta.  

La mujer sonrió conmovida. —Harry, mi pequeño tiene trastorno por estrés postraumatico. El trastorno surgió luego de la muerte de su padre, y desde entonces su psicóloga intenta sacarlo de ese horrible trastorno ansioso. —Dijo, y tuvo que bajar la cabeza cuando sintió sus lagrimas brotar de sus ojos, y quemar en sus mejillas. Rápidamente las secó y se incorporo diciendo: —Veras Harry; la psicóloga de Louis, al parecer había logrado aminorar sus sintomas, el era más expresivo, solía ser igual de callado, y neutro. Pero en algunas ocasiones él parecía estar curado, expresaba su molestia, y solía ponerse nervioso también. Pero de un momento a otro todo se vino abajo, en menos de una semana se derrumbaron los avances que había logrado en meses. Louis había perdido el interés en curarse, y al parecer en vivir. Y no sabía que hacer, soy su madre y no puedo hacer nada para ayudarlo. No sabes lo horrible que eso se siente—Harry apretó su mano con ligereza, y sentía como cada una de unas palabras que emitía Johannah lo quemaban por dentro. Él sabia perfectamente quién, o quienes eran los causantes de que Louis empeorara. Y por desgracia él era uno de ellos.

—Sé a que se debe el cambio en los avances de Louis—Siseo Harry y la mujer lo miró enarcando una ceja. —Habían un grupo de personas en el colegio que se burlaban de él, y no me enorgullece decir que yo en algún momento formé parte de ellos. Pero le juro que ya no lo hago, es más cuido cada uno de los pasos de Louis, intento hacer que nadie lo lastime, ni vuelvan a meterse con él. 

—Por dios... mi bebé—Johannah lloriqueo, y apretó la mano de Harry. —Pero... ¿Por qué?   

Harry tragó una considerable cantidad de saliva antes de seguir hablando. —Llegó una nueva profesora y lo hizo pasar al frente, el sólo acató sus ordenes. Ella lo hacia para castigar a Louis, por estar tan perdido como siempre. Le extendió dos marcadores, y le indicó cual debía tomar, pero él tomó el color equivoca. Nadie entendí por qué, hasta que explicó que no podía distinguir con exactitud ninguno de los colores. Al principio yo también tomé su discapacidad como objeto de burla, pero luego me di cuenta de que no estaba bien. Por desgracia él único que detuvo su acoso era yo, porque los demás seguían burlándose de él, y usando apodos tontos. Pronto empecé a  notar los cambios en Louis, su falta de interés en todo lo que hacía, en que lo único que nos hacía saber que vivía era su respirar, así que les advertí a todos que no se volvieran a meter con Louis, les dije que mi madre era abogada y podía demandarlos por acoso escolar. Y eso fue suficiente para que se alejaran de él. Pensé que eso haría que Louis no fuera tan callado y desinteresa, pero no fue así.

Johannah lo miró unos momentos antes de decir: —Gracias Harry, por cuidar a Louis en un lugar en donde yo no puedo hacerlo. Cuando su padre murió me dejo con una gran deuda, y tuve que tomar varios turnos en diferentes trabajos para poder pagarla, pero finalmente logré hacerlo. Él no era un mal hombre, sólo necesitábamos dinero, y no recurrió a las personas correctas—El rostro de Johannah reflejaba dolor, pero intentaba reprimirlo. —Agradezco a Dios porque ahora con sólo un trabajo de medio tiempo logró mantener a Lou y darle todo lo que necesita.

—Nunca me imaginé todo por lo que Louis a pasado, pensé que sólo no hablaba demasiado.

—Nuestras vidas no han sido fáciles. Tuve que darle la custodia de mi hija mayor a su padre, porque no podía acuparme de ella, a penas y tenía tiempo para Louis. Ambos eran unos niños—Las confesiones de Johannah cada vez eran más fuertes.

 —Yo cuidaré de Louis, se lo prometo—Aseguró el rizado, y se unió en un abrazo con Johannah, un abrazo que le brindaba todo su más sincero apoyo.



. . .


—Hola Louis—Michael notó la ausencia de Harry en el colegio, y decidió aprovechar ese momento para acercarse a Louis.

El ojiazul ni siquiera se molestó en mirarlo.  Seguía observando el pasto como si fuera la cosa más maravillosa del mundo.

—¿Qué? ¿tu noviesito Harry te prohibió hablar conmigo?—Espetó con frialdad, cambiando su semblante por uno furioso. Louis en cambio sintió algo apretar su estomago cuando Michael pronunció las palabras "novio", y "Harry", en la misma oración... se sentía extraño, pero de una buena forma. —Entonces no piensas responderme, bien, no lo hagas. Estúpido—Gritó lo último y empujo el hombro de Louis haciéndolo caer, pero el ojiazul no sé levantó de su sitio.

Quería que Harry estuviera ahí... ¿lo extrañaba?  



Este es el capitulo más largo que he hecho kasjdka


Blue and red ➳ Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora