Capítulo 4 |Ignorar|

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Subo a mi habitación y me encierro. Theo salio después de lo dije y hasta ahora no ha llegado. Opto por tomar una siesta que al final acaba siendo un sueño de 8 horas.

Simplemente me levanto y hago mi rutina diaria. Theo no llego a dormir pero al parecer si leyo mi mensaje.

Alara.

¿Donde diablos estas?

Tomo mi maleta y salgo de la casa.

Llego al colegio y observo a Vanessa en la entrada. A mi parecer es una de las chicas mas lindas de todo este colegio que si quisiera, pudiera tener a cualquiera a sus pies. Pero es catalogada como nerd, de cuando acá ser estudiosa es malo. Malditos estereotipos y gente idiota.

— Hola Vane— la saludo y ella hace lo mismo. 

Estamos por entrar pero ella frena en seco cosa que hace que yo haga lo mismo

— Alara, cuidado y se te pegue lo friki—  dicen unos chicos del equipo de lacrosse y yo ruedo los ojos. Idiotas.

— Callense bola de patanes. Cuidado tu, Matt.  Al parecer estar tanto tiempo con estos estupidos, ya te afecto— señalo a sus secuaces.

— Lo santurrona nadie te lo quita, Vanessa. Necesitas de esta para poder defenderte— Ruedo mis ojos.

— ¿Disculpa? Quien eres tu para hablarle así, y "esta" se llama Alara, maldito idiota. El hecho de que estés en un equipo en el cual te crees aceptado no justifica el hecho de que le hables así. Mejor cierra el pico si no tienes nada bueno que decir, hazle un favor al mundo y vete de aquí—Doy media vuelta junto con Vanessa, quien no ha dicho una sola palabra.

— Zorras—  susurra Matt y sus amigos ríen. Lo encaro y no pienso hasta que la palma de mi mano se estampa en su mejilla con tanta fuerza que su rostro se voltea hacia un lado. Abro mi boca sorprendida. Vanessa toma mi brazo y me susurra que nos vayamos.

— Oh, la zorrita me pego— sonrie de lado mientras topa su mejilla—  No debiste hacerlo.

Me toma de las muñecas tan fuerte que no puedo moverme, la gente pasa y no hace nada.Me revuelvo para soltarme pero es inútil.

— ¡Tarado! ¡La lastimas! —  grita Vanessa— Sueltala.

— ¿O si no que?—  Sigue sonriendo y sus amigos hacen una mueca al ver mi cara de dolor. 

— Te partire el jodido rostro—  dice una voz a mis espaldas y se perfectamente de quién es. Me suelta asustado. Doy media vuelta y puedo ver sus manos en puño y una cara de poco amigos.

Theo lo toma del cuello de su camisa y lo estampa en la pared. 

  — Vuelve tan siquiera a hablarle y no veras la luz del sol nunca. 

  Él lo suelta y Matt sale corriendo como una maldita gallina junto a sus amigos.

  — Se defenderme sola, gracias. No era necesario tan siquiera de que te acercaras.  —  digo después de que el silencio se instale entre los 3.

— No parecía ¿Sabes? ¡No se que mierda pasa contigo! Entiendo lo feo que puede ser tu carácter y que no siempre estás de humor ¡Pero basta!— golpea un casillero con fuerza antes de irse.

— Que humor— Suelto sin más al ver como desaparece entre el montón de estudiantes.

— Nos estaba ayudando. ¿Que pasa contigo? —  ruedo los ojos y esquivo a Vanessa para ir a clase de Química.

— Profesor—  acomoda sus lentes y me observa— ¿Puedo ir al baño?— asiente y continúa la clase.

Salgo del aula tarareando una canción. Camino por los pasillos tranquilamente hasta que un sonido o mejor dicho varios provenientes del cuarto de conserjes llama mi atención. La curiosidad me gana y me acerco a pasos lentos hasta estar tan cerca de poder escuchar voces. 

Me llevo el susto de mi vida cuando la puerta es abierta de golpe mostrando a Tamara con su cabello desaliñado y el corto vestido que trae puesto, algo subido. Sale sin notar mi presencia y se va, por inercia observo dentro del cuarto y me llevo con una desagradable sorpresa. 

 —¿Alara?— Theo acomoda su cabello y sale de ahí. ¿Porque diablos  me he quedado ahí y he estado a punto de abrir la puerta? ¿Que demonios me pasa? 

 — Oye, lo siento, no se porque estoy aquí. Debo ir a clases— las ganas de ir al baño se esfuman y una punzada se instala en mi pecho, indicando que lo he visto me ha dolido.

 —¿Que te pasa?— me toma de la cadera y me pega a él. Me incomoda y duele saber que hace como 5 minutos ha tenido un faje con Tamara, por lo que me suelto de su agarre, asqueada.

  — Nada que te importe—  digo antes de salir corriendo.

 — Señorita, tenga por seguro que pensé que el baño se la había tragado. Tome asiento—  agacho la cabeza y me contengo de no rodar mis ojos ante su mal chiste. Vanessa me mira de reojo. Ahora entiendo porque Theo no entro a esta hora.

Me siento en mi mesa y escucho la clase, por primera vez en todo el año pero mi mente comienza a divagar y recuerdo lo que vi hace rato, lo que hace que cierre los ojos con mucha fuerza. Tratando de olvidar aquello. El día pasa normal, y en lo posible he tratado de ignorar a Theo. El timbre de salida suena y tomo mis cosas a toda velocidad, llegando a casa como algo y veo una película.

— Bien ¡Rosie, porque no dijiste que lo amabas! ¡Alex ¿Porque no lo hiciste tu?!— Lloriqueo mientras veo Love, Rosie.

— ¿Sabes que no pueden oírte, verdad? —  Salto de golpe del sillón y mis palomitas caen al suelo.

— No me digas, yo pensé que si—  Theo se sienta a mi lado y yo apago el televisor.

— Hey ¿Porque apagas?

— Iré a dormir, adios— mientras subo las escaleras escucho un suspiro proveniente de el.

— ¿Y ahora que te hice?—  susurra para sí mismo y remueve su cabello con frustración.

— Enamorarme, tal vez—  el susurro se escapa débilmente de mis labios. Cierro la puerta de mi habitación para, de nuevo, ignorarlo como lo he venido haciendo ya usualmente. Lucy no sabe a que chico le está dando una oportunidad.

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