Capítulo ocho

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Sam noto como Dirk volvía a la normalidad, se veía más feliz y con ello sus bromas y actitudes con los demás regresaron.

Estaba bastante molesto por su actitud, pero feliz de tener todo como debería ser, su vida era muy alegre nuevamente.

Pero Dirk empezó a sentir curiosidad por quien le dio ánimos cuando nadie más lo hizo, ¿como podía ser así con solo un compañero de trabajo? Y lo peor, con quien le quito el puesto en la empresa.

Entre esos días llegó el día de descanso, pero fue a casa de sus padres.

-...Dirk ¿pasó algo? -pregunto Lincy muy curiosa de verlo ahí, ella estaba a punto de salir al parecer.

Lincy era la sirvienta que contrataron y que solía hablar con Dirk cuando este se aburría.

-nada, solo... vine a visitar a mis viejos-

-oh ellos estan por ir al parque del club, si quieres esperalos, yo debo salir-dijo caminando a la puerta y despidiéndose con un beso en la mejilla.

Dirk entró y vio a su padre bajar por las escaleras.

-¿Dirk? ¿que pasó?-se veía preocupado.

-solo vine a visitarte-

-... en serio ¿estas bien?-

-que si, solo... solo quería venir y hablar con tigo-

-...¿pasó algo en la empresa?-

-¿eh? No, no, ¿acaso no puedo venir a verte?-

-no, no es eso, pero... ya dime ¿que pasa? Me asustas-

-...quería preguntarte sobre alguien-

-¿quien?-

-Sam-

-¿paso algo con el?-pregunto asustado y alterado sorprendiendo más aún la preocupación de este en Sam.

-no, no, tranquilo-

-no me asustes así con Sam-suspiro cansado.

-lo siento, solo tenía curiosidad por como ustedes se conocieron-

-¿no es obvio por el trabajo?-

-pero ¿como lograron llevarse tan bien?-

-ni yo me lo explico -dijo riendo- en principio ambos nos odiabamos, pero yo no lo despedía porque era excelente trabajador, ejemplar y termino como bisepresidente, al trabajar juntos note en el la alegría que irradiaba cuando finalizabamos un proyecto, lo invitaba a comer, no aceptaba siempre, pero las pocas veces era algo impagable, nos conocimos hasta tomar confianza en el trabajo y unir nuestras oficinas, la verdad así fue, odio y luego amistad, es alguien muy lindo, ¿por?-

-por nada, solo que evita los temas de si mismo-Arthur sonrió recordando de quien hablaban, su querido Sam.

-fue y será así siempre -dijo riendo- no te preocupes, el aunque no sea muy comunicativo hace un trabajo excelente-

Dirk notaba algo en la mirada de su padre cuando habló de Sam, era extraño, no le importaba realmente que pareciera que le gustara, el estaba casado y feliz con una bella mujer.

Se fue luego de saludar a su mamá, no deseaba quedarse mucho tiempo con ellos al ver que estaban ocupados, no quería molestarlos, no como ellos lo hicieron...

Fue a su departamento y vio cuan vacío estaba... la suciedad llenaba aquellos espacios... en ese momento comprendía porque no estaba mucho tiempo ahí, solo, era bastante triste.

Incomodo se tiro a su cama e intentó dormir, no deseaba salir como siempre.

Pensó en cuan dificil era de conocer a Sam, hasta con su padre fue así.

Pensaba que Sam era más sociable, pero tal parecía ser que era así desde antes, las ganas de hablarle para conocerle eran demasiadas.

Pero ¿es una buena razón para llamarlo ahora? Estaba incomodo ahí, solo...

Tomo su celular y marco un número.

-pa ¿puedo traer a Oliver hoy a mi departamento?-

-...Dirk dime algo ¿te sientes mal? Jamás me pides permiso ni me vienes a preguntar algo...-

-bueno es simplemente curiosidad-dijo intentando reir.

-Dirk, se que quizá te moleste, pero solo es una invitación, ven a casa por un día, así pasas tiempo con tu hermanito y en familia-

-...quizá no sea mala idea-dijo aun para más sorpresa de Arthur.

-entonces hoy mismo a las 19:00 hrs. -

-vale, nos veremos en un par de horas-dijo feliz, colgo el celular y miro su cuarto-ME ABURRO-grito resignado, pensó en que hacer.

-quizás necesite un compañero-susurro algo distraído queríendo llenar el silencio.

Miro lo que había en la tele y acabo viendo cierta pelicula, una que realmente le gusto, aunque ni se supo el nombre. Una de amor, una chica que le recordó a Sam por lo malhumorada y el chico fiestero que se parecia a el, era lindo como luego de una fiesta en Las Vegas, se casaran y pelearan por el premio que ganaron dieron a parar en vivir juntos y demostrar que el otro es el que no quiere estar con el o ella, divertido y lindo cuando vuelven a casarse. Y a decir verdad, Dirk lloro con el final.

Obviamente no quería, pero el era un sentimental y eso le llego al corazón, penso entonces ¿el y Sam? Quedo perdido mirando un punto fijo procesando eso.

-no-finalmente dijo mientras reía, Sam es muy distinto, a diferencia de la chica el jamás JAMÁS sería un vendido...o eso creo... no lo conozco bien, pero tal parecía jamás lo admitiría.

Tomo sus cosas y fue a casa de sus padres en moto, el viaje fue más rápido de lo esperado y fue recibido por su hermanito.

-¡Dirk! Jamás pensé que aceptarías volver-dijo sorprendido por el.

-una visita no hace mal -su tono intentaba ser divertido, pero realmente estaba incomodo y algo nervioso luego del show que hizo cuando se iba.

Flashback

-¡Estoy harto! ¡No voy a estar más aquí!-

-Dirk por favor, solo pedimos que seamos una familia, como en los viejos tiempos-

-¡No es tan fácil! Quiero mi libertad, y una familia no se obliga a estar junta, lo esta aún en kilómetros sí esta lo es verdaderamente-

-¿y a donde piensas irte?-

-a donde sea, hasta me puedo conseguir un alojo por días con unos amigos-

-mejor ten-dijo su padre caminando hasta el- te las iba a dar en tu cumpleaños, pero ya que-suspiro algo entristecido.

Dirk tomo las llaves arrepentido, pero si inicia con algo no va a pedir perdón, se fue en silencio deseando gritar a los 4 vientos "lo siento, los quiero ".

Fin del flashback

Desde ese entonces no los visitaba y se avergonzaba de regresar tras la peor despedida del mundo.

-hola hijo-dijo Arthur abrazandolo, noto que Dirk estaba muy nervioso-¿estas bien?-

-si-susurro, no lograba hablar, su madre apareció y lo abrazo por varios minutos.

-mamá... papá-los llamo antes de sentar a cenar- ...yo, yo quería disculparme... en serio exagere las cosas...lo lamento, soy un cobarde- estaba a punto de llorar, sus padres sonrieron en sincronía y lo abrazaron.

-esta bien, mi pequeño al fin regreso-dijo su madre dando un beso en la frente a este y limpiando sus lagrimas- igual fue mi culpa que te enojaras, tambien me enoje y bueno, ¿me perdonas?-

-claro que si mamá-dijo llorando y abrazandola.

Aquel momento marco un antes y después en la relación familiar, luego de esa visita el solía ir comunmente a cenar, retomando el tiempo perdido y sintiendose en una familia completa y feliz.

Todo gracias a Sam, notando todo en pequeños detalles, que si no estuviera ordenado su departamento el no hubiese ido a casa de sus padres, sí no estuviese Sam no hubiese preguntado por el a Arthur.

Lo compensaría, claro que lo haría.

Cuidando Al Maldito De Mi Jefe ♢Yaoi/Gay♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora