CAPITULO IV: ENTRE LA VERDAD Y LA MENTIRA

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(Despierta, el mundo está al revés, podrido, olvidado...la política arrasa con la equidad y la honestidad. Despierta, que te estas muriendo mientras los quejambrosos cultivan más segundos de vida...despierta...que el futuro es un pasado invertido y el reloj no avanza si no lo vemos...despierta...que eres tan cuerdo y tan dócil que han dejado en ti mil secuelas imposibles de retratar...despierta...que te has quedado dormido en tu silencio).

Quizá no era amor, tal vez, era esa pequeña necesidad de sentir algo diferente, algo que marcase mi vida por un momento. Ese no era el momento para ser cobarde, era el momento para saber si mi mente era capaz de revolucionar mi alma, dejar de pensar en cosas que no existen y centrarme en el mundo real. Decidí dejar a un lado la idea de ser inmortal, despojar la locura. Decidí dejar mi vida por un amor, cambié mis sueños por una ilusión, apagué el fuego de mi felicidad y encendí una esperanza en mi corazón, pues dicen que el corazón es el que ama.

La mujer perfecta no existe. No existe algo tan puro y tan inteligible. No existe nada ambiguo ni diferente a lo superficial y lo trivial. No hay mayor tontería que el creer que somos parte de algo. El amor es algo doloroso y picante. Nadie me dijo que la amara, por eso la amo...

LOCAMENTE CUERDOWhere stories live. Discover now