Capítulo 14: "Lluvia"

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— Rita, yo... debo decirte algo.

— ¿Qué cosa? — preguntó emocionada la chica.

Rita no estaba segura de qué era aquello que el chico le diría, pero por alguna razón, sabía que sería algo importante, y seguramente positivo. La magia de aquel romántico encuentro, también había entrado dentro de sí... pero mientras una parte de su ser, le indicaba que Ryuunosuke se le declararía, por otro lado no quería darse falsas esperanzas. No quería ilusionarse, así que intentó descartar aquella posibilidad.

El chico tragó saliva, suspiró, y todavía mirándola a los ojos, continuó hablando.

— Bueno, lo que ocurre es que y-

En ese instante, el chico fue interrumpido en forma sorpresiva, por el padre de Rita.

— ¿Nos vamos? —preguntó el señor Phil justo en frente del chico. Ryuunosuke miró a aquel hombre un tanto decepcionado por haber sido interrumpido, y antes de que lograra aceptar su invitación amablemente, escuchó la voz de Rita.

— Papá, estamos ocupados — mencionó la chica, en un tono mínimo de molestia.

— Pueden seguirlo hablando en el auto — respondió el señor Phil sin inmutarse — Rita, tus abuelos están cansados. Ya es tarde, tenemos que irnos. En casa pueden seguir hablando, ¿ok? Vengan, vamos.

Dicho esto, el padre de Rita comenzó a caminar. Ryuunosuke y Rita se miraron de reojo antes de seguir al señor Phil, con una pequeña mueca de tristeza por la interrupción.

— Vamos — dijo la chica, tomando la mano de Ryuunosuke para comenzar a seguir a su padre, y lo miró con una sonrisa optimista — Me lo dirás por el camino, ¿te parece?

— B-bien — respondió el chico un tanto nervioso al pensar que debía declarársele.

Lamentablemente, perdió parte de la confianza que había adquirido en aquel momento. Pronto, su mente volvió a divagar entre muchas dudas que surgieron por su cabeza... lo sabía, si no era ahora, quizás después no se atrevería.

— Rita — le llamó mientras caminaban afuera de la residencia, siguiendo al padre de Rita. La chica detuvo su paso, y se volteó a verlo.

— Dime... — respondió expectante.

Ryuunosuke dudó un momento, y miró hacia un costado antes de hablar. Pero lo que vio lo dejó sin palabras... ¡¿George?! ¿Qué hacía allí en ese momento? Los estaba espiando desde un rincón. "Es un verdadero psicópata", pensó.

En cuanto George notó que Ryuunosuke lo observaba, esbozó una sonrisa frívola, e hizo una seña con sus manos, simulando una escopeta que le disparaba... ¿Acaso era una amenaza?

— ¿Pasa algo? — preguntó Rita, y miró en dirección a George, pero éste alcanzó a esconderse a tiempo — Ryuunosuke, ¿qué pasa? Hoy te has estado comportando extraño...

— Sí... lo siento... b-bueno, yo...

En ese momento, se sintió tan atormentado por la presencia de George, que comenzó a pensar mejor en las circunstancias... y entonces lo supo. Ya era demasiado tarde para corregir todos sus errores. Había perdido la guerra. George los delataría en cualquier momento... nunca podría estar con Rita.

Miró hacia abajo un momento, y sus ojos se humedecieron. Quería escapar, esfumarse. Todo aquello parecía una pesadilla. No era capaz hacer lo que George le había pedido, aquello implicaba tratar mal a Rita... y no se sentía capaz de volver a lastimarla. No quería hacerlo.

Rita notó que a Ryuunosuke le ocurría algo, escuchó sus sollozos e intentó consolarlo acariciando uno de sus hombros. Tuvo el impulso de abrazarlo, pero se resistió por temor, al no saber cómo sería la reacción del chico. Estaba muy preocupada por él, sabía que Ryuunosuke no era la clase de persona que lloraba sin una razón importante, y menos frente a otra persona.

Después de algunos minutos, Ryuunosuke logró calmarse poco a poco, reduciendo considerablemente sus lágrimas, y miró a Rita a los ojos.

— Rita... yo... — le dolía tanto continuar hablando, que hizo una gran pausa antes de terminar con su idea, pero no fue interrumpido por la chica — No puedo estar contigo... — concluyó.

En ese instante, se produjo un silencio considerable. Ninguno de los dos, fue capaz de mirarse a los ojos. Ambos miraban al vacío, con la vista puesta en el suelo. Sólo percibían la brisa de la noche, y algunas gotas de lluvia que comenzaron a caer, dándole al contexto un aire más triste. Los dos compartían ese sentimiento... la ruptura de algo que jamás logró iniciarse.

Rita, quizás aferrándose a una esperanza ficticia, esbozó una sonrisa cínica devolviéndole la vista al chico que aún miraba hacia el suelo, débil y a punto de derrumbarse, cual si fuese un zombie.

— ¿De qué hablas? — preguntó a ella, negándose lo que había escuchado.

— Yo... — por el rostro del chico corrió una lágrima — Jamás estaré contigo, Rita... no puedo hacerlo.

No fue precisamente lo que George le ordenó hacer, pero la forma dramática en la que fueron manifestadas las palabras de chico, daba a entender que aquella era una decisión definitiva. La sonrisa falsa de Rita se desvaneció, pero todavía no se aferraba totalmente a la desilusión. Frunció el ceño y lo miró a los ojos, buscando una respuesta.

— Fue George, ¿verdad? — preguntó la chica. Ryuunosuke no esperaba aquella respuesta, y luchó por ocultar su sorpresa.

— No tiene nada que ver con él — contestó el chico, mintiendo.

Rita miró hacia abajo angustiada, y finalmente, decidió afrontar la realidad. La forma en la que Ryuunosuke se expresó, e incluso lloró, le dio a entender una sola cosa... él lamentaba no poder corresponderla. Probablemente por eso lloraba. Él no la amaba, él jamás la iba a amar.

Sintió romperse algo en su interior, sus ojos quisieron humedecerse como los del chico. Se sentía débil, e incapaz de continuar. Pero luchó con todas sus fuerzas contra ese sentimiento... no quería verse débil, no quería angustiar más a Ryuunosuke.

— Comprendo — dijo ella, y caminó lo más rápido que pudo en dirección al auto, como intentando huir.

Sin darse cuenta, sus pasos se aceleraron tanto, que pronto comenzó a correr. Atravesando las calles envueltas en lluvia. Ryuunosuke alzó la vista, y la vio alejarse rápidamente. En su mente, se reflejó la discusión que tuvo con Rita hace un año atrás, también mientras llovía.

— ¡Rita! — exclamó Ryuunosuke al verla correr. Pero ya estaban tan distantes, que probablemente la chica no escuchó su voz.

Ryuunosuke miro hacia abajo, impotente. Sentía rabia, contra él... contra George... contra la vida misma. Por primera vez, había sido capaz de aceptar sus sentimientos, ¿pero por qué? ¿Por qué ahora? Quizás estaría mejor sin saberlos... tal vez, podría silenciar una vez más su dolor, y arrancarlo de su cabeza. Porque la angustia, le era infinita.

El chico, se dejó caer al suelo, apoyando sus rodillas en la tierra mojada. Sus lágrimas se confundieron con las gotas que caían... En aquel instante, distinguió una sombra que se detuvo justo frente a él. Al alzar la vista, observó a George, mirándolo seriamente.


Londres (Rita x Ryuunosuke fanfic)Место, где живут истории. Откройте их для себя